---- Capítulo 7 Aiden finalmente había encontrado la ubicación del centro de curación en cuarentena del norte. Estaba situado a cinco kilómetros contra el viento de la zona contaminada por polvo de plata, específicamente elegido por su proximidad a las rutas de rescate mientras garantizaba que el personal médico permaneciera protegido de la exposición. Era una elección inteligente: lo suficientemente cerca para salvar vidas, pero lo bastante lejos para proteger a quienes realizaban el salvamento. Había buscado por todas partes; en cada rincón de la manada, pueblos cercanos, incluso en los lugares que Cloe había mencionado casualmente en alguna conversación. Ahora, solo quedaba ese lugar por explorar. Al acercarse a la entrada principal, un leve aroma llegó a su nariz, familiar y fugaz. Su aroma, esa suave fragancia herbal que era únicamente de Cloe. Sin embargo, desapareció tan rápido como llegó, como un fantasma enel viento. -Está aquí -susurró Aiden para sí mismo, apretando los pufios. ---- Dentro de la instalación, Cloe se estaba aplicando un ungiiento especial en su piel, uno que podía ocultar completamente su aroma. Había sido preparado por la Sanadora Maureen en persona, como una precaución para asegurar que nadie del exterior pudiera rastrearla hasta allí. Aun así, podía sentirlo, Aiden estaba justo afuera. -REsta área está restringida, no se permite la entrada sin autorización -indicó el guardia, bloqueando el camino de Aiden. - FEstoy buscando a alguien -repuso Aiden, con la voz llena de esperanza-. Se llama Cloe y es la mejor sanadora que he conocido. Sé que está aquí, puedo sentirlo. El guardia miró su tablilla. -Lo siento, sefior. No hay nadie con ese nombre aquí, nuestra única sanadora es una médico llamada Dra. Mary Isadora. -iEso es imposible! -la voz de Aiden se elevó-. Si este es un proyecto médico, Cloe tiene que estar aquí, nadie más puede sanar como ella... - Alfa -dijo el guardia con firmeza- , no hay ninguna Cloe aquí. Por favor, retírese. Sin embargo, los instintos de Aiden gritabanlo ---- contrario. Cada noche, cuando el mundo estaba tranquilo y silencioso, podía sentir ese suave pulso de familiaridad flotando en el aire. - REsta es una zona restringida. No se permite el acceso a nadie. -el guardia lo bloqueó nuevamente. - Soy el Alfa de la manada -dijo Aiden entre dientes- . Te ordeno que me dejes entrar. -Este es un programa de curación de máxima seguridad, ni siquiera un Alfa tiene autoridad aquií. No obstante, Aiden regresaba todos los días; a veces suplicaba, otras amenazaba, o simplemente se quedaba allí, esperando en silencio. Pero la respuesta nunca cambiaba: "No hay ninguna Cloe, solo Mary." Comenzó a rondar el perímetro como un lobo herido, caminando de un lado a otro, esperando, 1Ilamando. Por la noche, su voz atravesaba la niebla plateada. -iCloe! jSé que estás ahí! Lo siento... todo fue mi culp: Por favor, regresa... Internamente, Cloe seguía luchando contra los efectos persistentes del veneno de Lana. Cada sesión de tratamiento la dejaba mareada, a veces incluso ---- inconsciente. Las toxinas estaban erosionando lentamente sus habilidades curativas, pero no podía detenerse porque había demasiados heridos que la necesitaban. -ZCloe, estás empeorando -dijo la Sanadora Maureen, con una voz cargada de preocupación. Cada vez que Cloe se desmayaba, era ella quien se sentaba a su lado hasta que despertaba, igual que cuando era su joven aprendiz afios atrás. - Pero los pacientes... me necesitan -susurró, mirando la larga fila de heridos que esperaban ayuda, su corazón se retorció con el sentimiento de culpa. -Sigues siendo tan terca como siempre. - Suspiró suavemente la anciana, aunque sus ojos brillaban con orgullo- . Pero encontré algo: una hierba antídoto, es de uno de nuestros antiguos textos médicos. Sacó un pequefio paquete de tela de dentro de su túnica y lo abrió para revelar una hierba plateada luminosa. -La recogí yo misma, desde lo profundo de la zona del polvo de plata. Puede que sea vieja, pero afortunadamente, no he perdido todas mis habilidades. Solo entonces Cloe notó las leves marcas de quemaduras en sus manos. ---- - Maestra... -Sus ojos se llenaron de lágrimas. La anciana sonrió con dulzura y le dio un golpecito en la cabeza, igual que el día en que curó a su primer paciente. -Nifia tonta, eres mi alumna más preciada. ;Cómo podría dejarte sufrir? Bajo su cuidado, la fuerza de Cloe regresó lentamente, y también una parte de su antiguo ser. Comenzó a sonreír de nuevo, pequefia y vacilante al principio, pero real. Por la noche, cuando todo estaba en calma, a veces podía escuchar a Aiden Ilamando su nombre desde más allá de la niebla; habia dolor en su voz, arrepentimiento y desolación. Aunque su corazón temblaba al escucharlo... hay caminos en la vida que, una vez tomados, se cierran detrás de ti para siempre. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
