---- Capítulo 7 El alfa Sebastián, el compafiero que una vez me juró su devoción, ahora yacía de rodillas a mis pies, con la cabeza baja y todo su cuerpo temblando por la desesperación. La visión de un alfa, antafio orgulloso e intocable, reducido a ese estado tan lamentable, envió ondas de choque entre los lobos reunidos. Ancianos, guerreros y miembros de la manada se quedaron paralizados, su silencio atónito fue más fuerte que cualquier grito. Verónica, la loba que había reclamado mi lugar, estaba rígida e incrédula, con sus manos apretándose en pufios. -iQué locura es esta? -exigió, con la voz temblorosa - . éPor qué el alfa se arrodilla ante una omega? éPor qué la Ilamas Luna? Un murmullo se extendió por la multitud, la especulación ardió como un incendio en el viento. Las miradas se volvieron hacia Verónica, sus ojos inquisitivos le despojaron la confianza otrora impenetrable. Su rostro perdió todo color y su respiración se entrecortó por la furia apenas contenida. Cuando finalmente habló, sus palabras estaban cargadas de ---- veneno. - Sebastián, équé juego estás jugando? éPor qué llamas Luna a esa rompehogares? Su cuerpo tembló de ira mientras escupía sus acusaciones. - No me dijiste que el vínculo de compafieros era algo trivial? éQue una vez que consolidaras tu dominio, me marcarías como tu verdadera compafiera? Su voz se quebró y su compostura se desmoronó. - Tenemos un cachorro juntos y ahora, frente toda la manada, éte arrodillas ante ella? Cegada por la rabia, Verónica se lanzó contra el alfa, con sus garras desenvainadas, arafiándole el brazo en medio de la desesperación. Pero él, con un grufiido, la empujó hacia atrás, su dominio cayó sobre ella como una tormenta. -iBasta! -su gruífiido resonó en el claro, silenciando incluso el viento- . jEstás arruinándolo todo! Verónica se tambaleó, el horror brilló en sus ojos al ver al hombre que creía conocer, pero que ahora parecía un extrafio. Sin embargo, la atención del alfa Sebastián nunca se apartó de mí. Permaneció de rodillas, hablando con una voz quebrada, cruda por el arrepentimiento. -Por ---- favor, mi Luna, sé que te he hecho dafio, pero dame una última oportunidad. No quedaba arrogancia en él, ni rastro del poderoso alfa que una vez fue, solo era un hombre roto que había apostado todo y perdido. Lo miré fijamente, mi corazón se había convertido en un páramo helado. -Sabes que mi madre se quitó la vida porque mi padre la traicionó, iverdad? Lo que detesto por encima de todo, es la traición. Su cuerpo se tensó, su lobo gimió bajo el peso de mis palabras. - Antes de que el vínculo se afianzara, juraste que yo era y sería tu único amor, pero aquí estamos. Desvié la mirada hacia Verónica antes de volver a posarla en él. -Hablaste de amor, pero construiste una vida con ella. Qué conveniente que te toparas conmigo aquella noche en la taberna, y que además, me convencieras de perdonar a los forasteros que me atacaron. Di un paso medido hacia él, con una voz más fría que los vientos del norte. -Y cuando te lIlevé a casa, ni siquiera te inmutaste por mi linaje. Porque ya lo sabías, éno? Esto nunca fue obra el destino, sino una estrategia de tu parte. ---- La respiración de Sebastián se volvió superficial, su lobo se sentía inquieto bajo su piel. -Conocíias el poder de mi familia e interpretaste el papel del compafiero devoto mientras tejías tus propios planes, usándome para ascender. Cada secreto que guardaste, cada mentira que tejiste, fue un movimiento calculado. Y con el poder que te otorgué, construiste una vida oculta con ella. El silencio se extendió entre nosotros, pesado y asfixiante. El peso de mis palabras cayó sobre él como una avalancha. -/Jugaste un juego largo y despiadado, alfa Sebastián. Y lo jugaste bien. Qué tonta fui al creerle, por pensar que el amor, cuando era verdadero, significaba algo más allá de alianzas y política. Confié en él. Al igual que mi hija. - -Por favor, mi Luna, te juro que te amo. jiLo arreglaré! No habrá una próxima vez, lo prometo. Su agarre se apretó alrededor de mis manos, conlos ojos abiertos por el terror, el tipo de miedo que solo un ---- hombre a punto de perderlo todo puede conocer. Verónica, aún tambaleándose por la verdad, se volvió hacia él con ojos muy abiertos y desconfiados. - Sebastián, ipor qué te arrastras ante ella? Aunque sea tu compahiera, todo esto; tu poder y tus tierras, json tuyos! jEres el alfa de la manada Viento de Montafia! La cabeza de Sebastián se giró hacia ella, su expresión se oscureció, la rabia de su lobo hervía bajo la superficie al replicar. - jPorque todo lo que tengo es gracias a ella! Yenese momento, la verdad se posó sobre la manada como un toque de muerte. El alfa Sebastián no solo había traicionado a su Luna, había traicionado el vínculo sagrado que los definía a todos. In the world of "Crimson Heiress" by CrushReel, business magnate Zelda falls victim to a treacherous plot orchestrated by her own brother and husband, unwittingly surrendering her empire to the cunning Yasmina. As Yasmina's sinister intentions unravel, Zelda meets a tragic fate. However, a twist of fate brings Zelda back to life, setting the stage for a riveting saga of betrayal, revenge, and redemption. Exploring themes of deceit, power struggles, and the complexities of relationships, "Crimson Heiress" delves into the intertwined lives of its characters against the backdrop of a captivating blend of CEO dynamics, time travel elements, and mysterious reincarnations. The narrative unfolds within the opulent setting of a grand mansion, where secrets are as abundant as the characters' ambitions. As Zelda navigates through her journey of transformation and retribution, readers are drawn into a web of drama that promises unexpected twists at every turn. What sets "Crimson Heiress" apart is its seamless fusion of suspenseful storytelling with elements of glow-up narratives and intricate character developments. With its gripping plotline and immersive exploration of vengeance and second chances, this ongoing tale captivates audiences seeking a compelling blend of mystery and drama. Discover the allure of "Crimson Heiress" for yourself; available to read online at CrushReel.
