---- Capítulo 6 La verdad largamente enterrada emergió con fuerza, y el aire a nuestro alrededor se volvió denso por la tensión. En el instante en que la mirada del alfa Sebastián se cruzó conla mía, todo su cuerpo se tensó y su rostro perdió el color, como si hubiera recibido un golpe fantasma. Los brazos que sostenían firmemente a su heredero, Carlos, se aflojaron sin aviso. Carlos, que se regodeaba en su inminente estatus de alfa, de repente cayó al suelo y un agudo grito de dolor escapó de su garganta al impactar con fuerza. -iPadre! ;Qué te pasa? -su voz temblaba, cargada de incredulidad. Verónica, su Luna, se lanzó hacia él, envolviéndolo en un abrazo, su voz fue dulce y tranquilizadora. -Calla, mi cachorro. Tu padre está furioso con la omega que se atrevió a tocarte y la hará pagar. Los lobos reunidos murmuraron en acuerdo, sus susurros eran un bajo y expectante gruíiido. -Miren al alfa Sebastián, su rostro está pálido por la rabia. -iClaro! Un alfa puede tomar una compafiera elegida ---- por razones estratégicas, pero nunca toleraría que le falten el respeto a su Luna o dafien a su propia sangre. -Esa perra omega se pasó esta vez. - Se acabó todo para ella. Preparen sus teléfonos, vamos a presenciar la ira del alfa. La emoción se palpaba en el aire, la multitud se alimentaba de la anticipación mutua, esperando el siguiente movimiento del alfa Sebastián. Pero Sebastián no se movió. Se quedó allí, paralizado, como si unas cadenas invisibles lo ataran en su lugar. Los ojos de Verónica brillaron con comprensión. - Sebastián, sé quién es ella. Tu compafiera elegida, la que has mantenido oculta todos estos afios. Su tono se suavizó, confiada en tenerlo acorralado. - Puedo ser generosa, amor mío. Si la castigas delante de la manada y prometes no volver a verla, te perdonaré. Se inclinó, su voz fue un susurro imperativo. -Hazlo, muéstrale a todos lo qué pasa cuando alguien se atreve a desafiar a tu Luna. Esperaba que él actuara, que fuera el arma de su venganza. Pero los ojos de Sebastián permanecieron fijos en los míos, su respiración era superficial y un fino ---- rastro de sudor brillaba en su frente, invisible para todos menos para mí. Entonces, una pequefia mano se extendió y se enroscó alrededor de sus dedos temblorosos. Mi hija. Ella inclinó la cabeza, la confusión brillaba en sus grandes ojos inocentes. - Papá, épor qué ese otro cachorro también te Ilama papá? Antes de que Sebastián pudiera responder, Carlos lanzó un gruíiido furioso y la apartó bruscamente. -iMocosa! jDeja de Ilamarlo así! jÉl es mi padre, no tuyo! Sus ojos se oscurecieron con dominio, su aura la presionaba como una fuerza asfixiante. - Parece que no te ensenié bien la lección hoy. é Te atreves a competir conmigo por la atención de mi padre? -Te haré someterte. El pufio de Carlos se alzó, listo para golpearla de nuevo, pero un gruíiido salvaje rasgó el aire, sacudiendo el suelo bajo nosotros. El alfa Sebastián se movió en un destello, agarrando a ---- Carlos y lanzándolo lejos. - jAléjate de ella! Carlos cayó al suelo, su codo se raspó con el pavimento, la sangre fresca brotó de su herida y su grito de agonía rompió el silencio atónito. Verónica jadeó, corriendo a su lado. Sostuvo a su hijo con manos temblorosas antes de girarse para enfrentar a Sebastián, con su furia en llamas. - Sebastián, éhas perdido la razón? éQué ha hecho Carlos para merecer esto? -escupió- . iDesechas a tu propio hijo, por una mocosa omega? Su voz se volvió afilada, venenosa. - é Qué hechizo te ha lanzado? Pero el alfa Sebastián la ignoró y se agachó junto a mi hija, con su voz despojada de su antigua autoridad. - Ana, iestás herida? iTe lastimó? Mi hija, la nifia que una vez adoró a su padre, se apartó asustada y se enterró en mi abrazo, su pequeão cuerpo temblaba como una cachorra asustada. El rostro de Sebastián se torció en angustia, su respiración se entrecortó y el dolor en sus ojos fue más profundo que cualquier herida. Entonces, el bajo rugido de motores rompió la tensa ---- quietud. Una caravana de SUV negros y vehículos oficiales 1legó, levantando polvo a su paso. Un hombre bajó, era uno de los asesores legales del alfa. Su aroma transmitía urgencia mientras se acercaba a mí con determinación. - PDisculpe la demora, Luna. El tráfico nos retrasó. Sacó un conjunto de documentos, inclinándose ligeramente al presentarlos. - El decreto de separación está finalizado, según su solicitud. También he traído a las autoridades para investigar el asalto en el terreno de entrenamiento de la cachorra. Las palabras cayeron como un trueno, los lobos observadores se tensaron, con su confianza flaqueando. El rostro de Verónica se contorsionó de rabia. - j Pequefia omega astuta! íCrees que eres muy lista? é Contrataste actores para este patético espectáculo? Escupió a mis pies. - iLuna? é Te atreves a Ilamarte así? No eres más que basura. Un coro de burlas siguió. - iCree que puede reclamar poder solo porque sedujo al alfa Sebastián? ---- - Cuando se aburra, la desechará como a las demás. -iY ahora llama a los humanos? Qué patético. Los ignoré y me dirigí a los oficiales, con voz firme. - Oficial, estos lobos me han difamado públicamente, me han agredido físicamente y han alentado a su cachorro a brutalizar a mi hija, hasta el punto de costarle un dedo. También han vandalizado mi vehículo y destruido reliquias de la manada valoradas en millones. - Rechazo la mediación, exijo justicia. Un silencio cayó sobre la multitud que antes se burlaba, el pánico brilló en sus ojos. Sin embargo, algunos se aferrarona su arrogancia. -iDefendíamos el honor de nuestra Luna! jNadie puede tocarnos! -iSí! jcontamos con la protección del alfa! Los murmullos de acuerdo los envalentonaron una vez más, pero el oficial al mando solo miró los destrozos, luego a mi cachorra herida, y su expresión se oscureció. -En pleno día, jincitan a la violencia, destruyen propiedades y lastiman a una nifia inocente? -su voz fue un gruíiido de furia fríia -. éY Ilaman a eso justicia? ---- A su orden, los oficiales actuaron, su eficiencia fue tan afilada como colmillos. Verónica cruzó los brazos, fingiendo confianza. -Son solo cachorros, oficial. No conocen su fuerza cuando juegan. En cuanto a los dafios... todo pertenece a mi esposo alfa. Pero la ley ya había clavado sus dientes en ellos. Yesta vez, yo no retrocedí. In the world of "Crimson Heiress" by CrushReel, business magnate Zelda falls victim to a treacherous plot orchestrated by her own brother and husband, unwittingly surrendering her empire to the cunning Yasmina. As Yasmina's sinister intentions unravel, Zelda meets a tragic fate. However, a twist of fate brings Zelda back to life, setting the stage for a riveting saga of betrayal, revenge, and redemption. Exploring themes of deceit, power struggles, and the complexities of relationships, "Crimson Heiress" delves into the intertwined lives of its characters against the backdrop of a captivating blend of CEO dynamics, time travel elements, and mysterious reincarnations. The narrative unfolds within the opulent setting of a grand mansion, where secrets are as abundant as the characters' ambitions. As Zelda navigates through her journey of transformation and retribution, readers are drawn into a web of drama that promises unexpected twists at every turn. What sets "Crimson Heiress" apart is its seamless fusion of suspenseful storytelling with elements of glow-up narratives and intricate character developments. With its gripping plotline and immersive exploration of vengeance and second chances, this ongoing tale captivates audiences seeking a compelling blend of mystery and drama. Discover the allure of "Crimson Heiress" for yourself; available to read online at CrushReel.
