---- Capítulo 9 Me quedé sin palabras, sin saber cómo responder. El rostro de Javier se fue ensombreciendo como un cielo antes de la tormenta. Mordí mi labio, sintiendo cómo los nervios me consumían por dentro mientras mi mente daba vueltas y vueltas buscando la excusa perfecta. Quizás podría echarle toda la culpa a ese hombre, diciendo que intentó violarme. Al fin y al cabo, conla noche tan oscura y el viento en contra, aunque hubiera cámaras, difícilmente se grabaríalo que realmente pasó. Pase saliva, armándome de suficiente valor para soltar mi versión de los hechos, pero el teléfono de Javier volvió a sonar, interrumpiendo el momento. Con una evidente molestia, Javier atendió la Ilamada. Logré pescar algunas palabras sueltas como "nueva mercancía", "seleccione", "al estanque", pero no entendí ni una sola palabra. Javier colgó, me clavó una mirada confusa y luego me ordenó que ni pensara en salir de la habitación. ---- Justo después de que él saliera, el gerente tocó el timbre de manera inesperada. Entreabrí apenas la puerta, lo miré y solté con un tono indiferente: - Si necesitas algo, ve con Javier. Yo no sé nada. El gerente miró a su alrededor, asegurándose de que no hubiera nadie cerca, y de repente empujó la puerta con una fuerza despiadada. Fue tan violento que perdí el equilibrio y caí de espaldas. -iQué diablos haces? jLárgate ahora mismo o Ilamaré a la policía! -le grité. El gerente cerró furioso la puerta, me levantó y fue directo al grano: - Revisé las cámaras. Sé que esta noche entraste al estanque. No te he delatado, de hecho, te ayudé con ese tipo. De inmediato entendí sus intenciones, y le pregunté con toda la dureza posible de que fui capaz: -iCuánto quieres? Pero é] rechazó mi propuesta. Con una mirada que me enfriaba la sangre, sentenció: ---- -Lárgate de aquí lo más rápido posible. Ya sospechan de ti. No soy el único que puede ver esas grabaciones; Javier tambiénlo hará. Si descubren que estuviste en el estanque, nunca podrás salir de aquí. Y si no me equivoco, en este momento Javier está revisando las grabaciones. Abrílos ojos de par en par, 1Ilena de un terror que me subía por la garganta, y solté: -REsto es una piscifactoría. ;Qué tiene de malo entrar al estanque? Explícame bien. (O entrar al estanque significa que alguien va a morir? Apenas terminé, el gerente levantó la cabeza de golpe, dirigiéndome una mirada que atravesaba almas, y me soltó, marcando cada palabra como si fueran filosos pufiales: - ESs peor que morir. Me estremecí con la mirada del gerente. - Si no quieres terminar mal, lárgate de aquí volando - repitió enfurecido el gerente. Después de que se fue, recogí mis cosas a toda velocidad y bajé las escaleras. Aunque no entendía del todo el significado de sus ---- conversaciones, todo lo que ocurrió esta noche era extremadamente extrafio. Lo mejor sería seguir su consejo: salir primero y pensar después. Bajé sigilosa como quien no quiere la cosa y me dirigí directo a la salida principal. Pero a medio camino, vi a Javier regresando con prisa, y su expresión era como un huracán a punto de desatarse. "jiMaldita sea! Javier definitivamente ya revisó las grabaciones. El gerente no me mintió", pensé al instante. Sin pensarlo dos veces, me metí en un callejón y me escondí entre los arbustos. Por suerte, alrededor de la piscifactoría no había suficiente iluminación. La oscuridad de la noche jugó a mi favor, y Javier pasó de largo sin verme. Cuando lo vi desaparecer, retomé mi camino hacia el portón, casi corriendo. Quería largarme de una vez por todas. Fue entonces, cuando escuché un Ilanto entre los arbustos. Era un gemidomuy agudo, de alguien muy joven, ---- cortado por grandes carcajadas brutales de hombres. Aunque no lo he experimentado antes, reconocí el sonido de inmediato: era exactamente como en aquellas escenas de películas. Me detuve en ese momento. La curiosidad pudo más que mi miedo. Seguí el sonido, con las manos temblando, aparté cuidadosa las ramas y entonces encontré una puerta oculta, con un delgado rayo de luz filtrándose entre sus bordes. Me deslicé como una sombra y pegué la oreja a la rendija, conteniendo hasta el más mínimo aliento. Un coro de sonidos desgarradores me recibió: 1Ilantos desesperados, súplicas ahogadas, interrumpidas por gritos brutales de hombres que sonaban como bestias. A través de la rendija de la puerta, vi varios estanques. En el estanque más cercano, donde unos hombres estaban de pie riendo. Uno de ellos, con una mujer en sus brazos, sus movimientos no dejaban de echar agua en cantidades. Cubrí temblorosa mi pecho con una mano, porque mi corazón latía como tambor de guerra mientras sacaba el teléfono. Envié mi ubicación a mi compafiera con un mensaje rápido. Luego, activé una videollamada, giré ---- discreta la cámara y la colgué en mi mochila Conteniendo la respiración por un instante, empujé la puerta y me deslicé sagaz hacia adentro. El bullicio era ensordecedor, y mi entrada pasó desapercibida por completo. El lugar era una auténtica joya, un mundo aparte donde hasta los estanques parecían estar hechos de oro y plata. Un universo de lujo y lujuria que brillaba en cada rincón. Había una mujer en cada estanque, ellas Ilevaban una cadena de plata atada a las mufiecas y sólo podían moverse en el agua. Alo largo de la orilla, se encontraban varios hombres que fumaban, bebían y jugaban a las cartas como si nada importara en el mundo. A un costado, de repente unos estanques más pequefios me llamaron la atención. El agua apenas pasaba del metro de profundidad, y las personas adentro solo sobresalían hasta el pecho, como figuras extrafias medio sumergidas. Ellas parecían apenas salir de la nifiez, con el miedo reflejado en sus temblorosos ojos. El hombre que me había acosado estaba en uno de esos ---- estanques, divirtiéndose a lo grande. Apreté los pufios con tanta fuerza que mis ufias se clavaron en mi palma, pero ni siquiera sentí el dolor. Ylo peor era que había más. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!