---- Capítulo 8 Confiaba plenamente en Mario. Hasta que ese día, mientras comíamos juntos, sonó su teléfono. - Qué? -sus cejas se fruncieron y su rostro se ensombreció-. Llévenla a hacer exámenes. Quiero resultados precisos. Después de colgar, permaneció en silencio por un largo rato. Imaginando que tenía que ver con Fabiola, pregunté: - Mario? - Fabiola... está embarazada -su voz era fria como el hielo. Me quedé paralizada. Fabiola esperaba un hijo de Mario. La noticia nos tomó completamente por sorpresa. Para ser honesta, no podía perdonar a Fabiola. No solo me había humillado, sino que había destruido la herencia de nuestros padres. Pero ahora llevaba al hijo de Mario, sangre de los Flores, mi futuro sobrino o sobrina. Podía ver el conflicto en los ojos de Mario. ---- -Mario, el bebé es inocente -dije, aunque me dolía, la razón prevaleció. - No puede quedarse con el bebé -respondió Mario después de un largo silencio - . Si nace ese nifio, nunca nos libraremos de ella. Era la primera vez que veía a Mario tan furioso: - Cuando recuerdo lo que te hizo, quisiera matarla. No puedo aceptar que mi hijo tenga sus genes. -Mario, tranquilicémonos y pensémoslo mejor. No tomemos decisiones apresuradas. Mario guardó silencio. Era demasiado cruel pedirle que terminara con la vida de su propio hijo. No podía soportar la idea. Si Mario no podía aceptar esta nueva vida, era en gran parte por mí, por la culpa que sentía hacia mí. Durante varios días, Mario permaneció sombriío. No sabía cómo consolarlo. Confiaba en que tomaría su propia decisión, y lo apoyaría sin importar cuál fuera. Nunca imaginé que volvería a ver a Fabiola en el hospital. Vestía una bata de paciente, sin maquillaje, conlas ---- marcas de los arafiazos aún visibles en su rostro. Se veía lastimera. -Mario, Raf... -al ver la expresión hostil de Mario, corrigió rápidamente - : Sefiorita Souza. -iEstás segura de que el hijo es mío? - Mario fue directo al grano. Sus palabras me sorprendieron, y a Fabiola también. -iQué insinúas? Mario, sé que me odias, pero écómo puedes dudar de tu propio hijo? La voz de Fabiola era ronca, las lágrimas caían sin control. Mario no se conmovió: - Fabiola, aunque el nifio sea mio, no me casaré contigo. Fabiola apretó las sábanas entre sus manos: -Mario, reconozco mi error. Todo fue porque te amo demasiado, mi inseguridad me hizo malinterpretar las cosas. -iMalinterpretar? /Aún hablas de malinterpretaciones? Lo que hiciste no solo a mi hermana, sino a cualquier mujer, podría haberla llevado al suicidio -la voz de Mario era gélida- . Una mujer tan malvada como tú, écon qué derecho tendría a mi hijo? | Abórtalo! ---- -iNo lo haré! -gritó Fabiola con voz aguda- . Mario, es mi hijo, lo tendré. Es tu sangre. Su mirada hacia Mario era obsesiva y demente. -Es un hijo de los Flores, tendrás que responsabilizarte. Está en mi vientre y nadie puede quitarle la vida. Mario la miró con una sonrisa fría: -Como quieras. Si decides tenerlo, exigiré una prueba de paternidad y te daré la pensión que marca la ley, pero si crees que este hijo te abrirá las puertas de los Flores, estás muy equivocada. Mario se dio la vuelta para marcharnos, pero antes de salir, Fabiola gritó: - PRafaela, tú serás la tía del bebé. Si mi hijo no Ilega a nacer, serás una asesina. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
