---- Capítulo 7 Rodeada por todos, Fabiola estaba pálida como un fantasma, incapaz de articular palabra. Al ver su silencio, los demás se impacientaron y comenzaron a empujarla. Las mismas manos que me habían lastimado ahora caían sobre Fabiola, que se tambaleaba por los empujones. -iYa basta! jYo dije que quería enfrentar a la amante, pero ustedes vinieron por su cuenta! jSolo querían aprovecharse de Mario! - Fabiola explotó bajo la presión. -iUstedes solo temían que Mario tuviera una amante y me dejara, perdiendo así sus beneficios! jAhora quieren evadir responsabilidades, pero es tarde! jSi caigo, caeremos todos! -iAdemás, cuando les pregunté cómo enfrentar a la amante, éno fueron ustedes quienes sugirieronlas pancartas y el paseo de la vergiienza?! Sus palabras encendieron la furia de todos. El caos se desató instantáneamente. - iQué dices? jAhora es nuestra culpa por ayudarte? j Malagradecida! ---- - Nos culpas por ayudarte? iMaldita! jcuando te metiste con Mario tampoco nos beneficiamos! -iNo nos echarás la culpa! jiTodo esto fue porque temías no poder casarte con un millonario! Era un espectáculo ver cómo se atacaban entre ellos. Mario y yo observábamos cómo todos se volvían contra Fabiola. Desesperada, Fabiola se abrió paso entre la multitud y corrió hacia nosotros. - Hermanita, reconozco mi error. éPodrías perdonarme? Mario la detuvo antes de que llegara a mí. -iPerdonarte? ;Pensaste en el perdón cuando me obligaste a arrodillarme usando la herencia de mis padres? iPensaste en el perdón cuando me arrastraste medio desnuda por la calle? Mario se quedó atónito al oír mis palabras y luego agarró a Fabiola por el cuello. -Fabiola, eres valiente. No dudé que Mario quería matarla allí mismo, pero estábamos en la estación de policía. ---- Le recordé que dejara que la ley se encargara de ellas. Solo entonces Mario la soltó. Fabiola, Ilorando desconsoladamente, se frotaba el cuello. Los demás se dieron cuenta de que su única esperanza de clemencia era yo. Una mujer de mediana edad se arrodilló: - Sefiorita Souza, me equivoqué. Fabiola me engafió. Por favor, sea generosa y perdóneme. Los demás siguieron su ejemplo y se arrodillaron también. -Somos familias comunes, no solo dos millones, jni siquiera podríamos ganar doscientos mil en toda nuestra vida! -iPor favor, sefiorita Souza, tenga piedad! Solo quedaban de pie algunos jóvenes, demasiado orgullosos para arrodillarse. Pero yo no tenía ningún interés en ver gente arrodillada. - REl departamento tenía cámaras de seguridad. Todo lo que hicieron quedó grabado. Suplicarme es inútil; cada uno pagará por sus acciones. Antes de irnos, Mario instruyó específicamente a los ---- policías: no aceptaríamos ninguna conciliación y exigíamos el castigo más severo posible. Preocupado por mi estado, Mario insistió en que me mudara con él. Para evitar que se sintiera más culpable, acepté vivir en sucasa. Aunque no crecimos juntos, Mario y yo teníamos una excelente relación. Cuando no estaba en la empresa, pasaba todo su tiempo conmigo. Me esforcé por mantenerme ocupada, sumergiéndome en mis estudios para no pensar en nada más. Mario se encargaría de manejar las consecuencias de la transmisión en vivo y las difamaciones en la red universitaria. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
