Capítulo 9: “¿Acaso crees que no lo sé? Es más, ¡Estoy en la calle! No tengo a dónde ir, no tengo dinero para pagar nada, porque recién estoy trabajando con Zeus…”, dice Luna. “¿Zeus?”, pregunta Jack con el ojo saltándole. De todo lo que ella dice, sólo el que llame a su amigo por el nombre le importa. “¿No es Señor Messina para ti?”, pregunta Jack. “No, es Zeus, así me ha pedido que lo llame, somos muy cercanos, le estoy ayudando con algunas cosas”, dice ella tomando su bolso y las llaves. “Vamos a la estación de policía, en el camino veré si mi amiga puede recibirme en su casa, aunque lo dudo… su madre me detesta”, agrega ella. “Pensé que todos te aman”, le dice él con sarcasmo siguiéndola, Luna se detiene de golpe y se gira con violencia, haciendo que salte para apartarse de ella antes de chocar con su pequeño cuerpo. “Que te deba un favor no quiere decir que deba aguantar tu manera tan grosera de tratarme”, espeta Luna. “Así que, ¿Me debes un favor?”, pregunta Jack. “Si, diría que dos… después de todo me salvaste de ese asqueroso. Ahora vamos a la estación de policía…”, dice Luna. “Luna, quiero cobrarte uno de esos favores”, comenta Jack. Ella lo mira con incredulidad y Jack le dedica esa sonrisa entre seductora y siniestra. “No pierdes tu oportunidad, ¿Verdad? Sólo dime”, responde Luna. “Quiero te vayas conmigo a mi departamento”, pide Jack. Luna se lo queda viendo sin poder creer que le está pidiendo una cosa, así como favor. En ese preciso instante se arrepiente de haberle dicho que le debía algo, aunque para ser honesta no se imaginó jamás que el hombre se lo iba a cobrar de inmediato y con algo como eso. “Jack, yo no voy air a vivir a tu departamento”, le dice ella con firmeza. “¿Por qué no? Dijiste que me debes dos favores y ahora te estoy cobrando uno”, su mirada es oscura y perversa, lo que le produce a la chica un escalofrío. “Se supone que sean favores que yo deba hacer algo por ti. ¿De qué manera podría ayudarte que yo me vaya a vivir a tu departamento contigo? Eso no tiene sentido”, dice Luna. “Eso ayudaría bastante a mi causa de convencerte para que seas la madre de mi hijo”, inquiere Jack. Luna se para en seco y lo mira directamente a los ojos, está realmente furiosa. Ella no suele ser una persona que sea conflictiva, pero la verdad es que Jack es una de las pocas personas en su vida que ha logrado sacarle lo peor. Mientras él la mira con esa sonrisa burlona y fría, piensa en que si la muchacha es como él piensa, probablemente terminará cediendo ante su petición, lo que le facilita muchas cosas, entre ellas, alejarla de su amigo. Luna no le gusta, no le llama la atención como mujer, pero necesita alejarla del mundo y de otros hombres para que ella pueda aceptar finalmente su propuesta. “¡No puedo creer que aún después de todo lo que me ha pasado, sigas pensando en eso! ¿Por qué mejor buscas una mujer que sea mucho más hermosa, alta e inteligente que yo? Estoy segura de que más de alguna querría compartir los genes contigo”, comenta. “¿Y tú no quieres?”, intenta acercarse, pero ella se aleja. “Si quisiera, te habría dicho que sí en el primer instante… no soy de esas mujeres que se hace de rogar para hacerse la interesante. Conmigo es sí o no, no hay medios caminos”, dice. “Creo que así estoy aprendiendo… aunque eres bastante mala en cumplir tus promesas”, ella se queda con la boca abierta y niega con la cabeza. Sigue el camino hasta el auto y espera que él quite la alarma para poder subirse. En todo el trayecto a la estación de policía, los dos se mantienen en silencio. Luna va pensando en todas las consecuencias que podría haber en su vida de aceptar la propuesta de Jack. Aunque no es mucho lo que puede hacer, no es como que esté en posición de negarse y Jack acaba de tomar su oportunidad. La tiene acorralada, no tiene a dónde ir y tampoco puede negarse a ese ‘favor’. Al llegar a la estación de policía, hay tres hombres de traje que los están esperando. Luna descubre que son los abogados de Jack y los cuatro entran escoltándola, por supuesto que a la gente de la estación no le pasa desapercibido a eso. Ella se siente algo avergonzada porque es casi como si fueran sus niñeros. En pocos minutos le toman la declaración y además entregan las pruebas del caso. Con eso se aseguran de que el hombre no saldrá de allí hasta que no se inicie el juicio, porque han logrado que el fiscal ordene el mantenerlo detenido por ser un peligro para la sociedad y gracias a eso Luna respira un poco más aliviada. Cuando salen de la estación Luna recibe una llamada, al darse cuenta de que es de Beverly, le responde de inmediato. “Hola querida”, le dice la chica a Luna con bastante ánimo. “Fui a verte a casa, pero no te encontré ¿Todo bien?”, añade. “Para nada. Hoy me ocurrió algo bastante horrible, aunque en realidad sí lo pienso bien, no es tan terrible como que me acabo de quedar sin casa”, responde Luna. “¡Pero eso no es posible! Yo te di el dinero para que pagaras parte de la deuda”, dice Beverly. “Bueno, con tu dinero se iban a alcanzar a pagar al menos tres cuotas de lo que debía. Sin embargo, al banco muy poco lo importó y decidieron venderle mi casa a un extraño”, dice Luna. “¡Infelices! Pero ahora mismo eso no importa, ya veremos cómo lo solucionamos, tenemos que buscar un lugar para que puedas vivir. Si quieres puedo hablar con mi madre y ver la posibilidad…”, espeta Beverly. “No, Beverly, no quiero que pelees con ella, sé muy bien que tu mamá no me quiere”, dice Luna. “Entonces, ¿Qué es lo que harás?”, pregunta Beverly. “No lo sé, aunque me ha surgido una propuesta hace muy poco… estoy dudando si aceptarla”, Jack está parado al lado de ella chismeando su conversación, Luna no puede evitar mirarlo a los ojos y hacerle saber que está pensándose muy seriamente su propuesta de ir a vivir con él a su departamento. Por supuesto que él sonríe con satisfacción. Las amigas hablan un poco más y quedan de verse esa noche. Cuando al fin corta la llamada, Luna camina lejos del auto de Jack y comienza a tomar el rumbo hacia la parada de autobús. El hombre la sigue, la toma del brazo y la gira con violencia. “¿A dónde crees que vas?”, gruñe como siempre. “Pues a mi casa, ¿No es obvio? ¿A dónde más iría?”, pregunta. “Primero, te recuerdo que esa ya no es tu casa. Y segundo, fui yo quien te trajo acá. ¿Acaso estoy pintado?”, dice. “Creo que pintado te verías mucho más bonito que así en persona, porque no tendría que oír tus palabras tan hirientes y tu altanería”, le comenta. “Sólo te digo la verdad, esa ya no es tu casa”, le recuerda Jack. “¡¿Quieres dejar de repetirlo, por favor?! No es algo que me haga sentir bien y ahora mismo toda yo estoy por el suelo. Sólo quiero ir a casa, pedir una pizza y no pensar en nada más hasta el lunes”, dice Luna. “Yo te llevaré”, ofrece Jack. “No, quiero irme sola”, sentencia Luna con un suspiro cansado. “Necesito pensar tu propuesta y contigo al lado, es muy difícil hacerlo”, añade. “¿Por qué, acaso te confundo? ¿Te pongo nerviosa? ¿Te provoco algo que no te permite pensar?”, pregunta con intensidad, con esa expresión de burla que suele tener cuando habla con ella, “Por supuesto que me provocas cosas”, levanta una ceja ante la sinceridad de Luna y sonríe más. “¿Ah sí, y qué sería?”, pregunta. “Miedo, rechazo, desconfianza”, cada una de ellas le parecen una bofetada. Eso es lo que normalmente provoca en las personas, pero algo le dice que no es eso lo que quiere provocarle a Luna. “Unas profundas ganas de correr, muy lejos de ti. Algo en mi interior me dice que eres peligroso, cruel, despiadado, que debo mantenerme alejada de ti…”, admite Luna. “Pues ese, algo en tu interior tiene muchísima razón acerca de mi… así es como soy”, dice Jack. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.