Capítulo 10: Luna asiente he intenta caminar, pero él la detiene nuevamente. “Pero de algo puedes estar segura, Luna Walsh, por una extraña razón puedo ser así con todo el mundo… menos contigo” dice. Luna se queda boquiabierta por aquella declaración del hombre, mientras que Jack permanece serio y con la vista fija en ella. Por primera vez, parece que sus palabras no están cargadas de ese sarcasmo odioso y eso la hace pensar en que tal vez sí puede aceptar su ayuda, si es que en verdad será eso. Jack se ha largado la actuación de su vida, tiene que lograr que Luna confíe en él y la mejor manera es mintiendo descaradamente. Él nunca ha sido amable con y no comenzará con esa chiquilla insignificante, a la que sólo quiere para tener a su hijo. Pero ella le cree, lo sabe porque su mirada transparente se lo demuestra. La deja partir a casa en el autobús para simular que le da espacio, pero lo que menos hará es eso y para tales efectos, ya tiene un plan. Le marca a la única persona en la que medio confía para hacer preguntas del tipo social y en pocos minutos le responde. “Jack, por Dios…”, dice Zeus. “Está bien, no exageres. Te llamo porque tengo una pregunta”, dice Jack. “Claro, dime”, Zeus se sienta al intranquilo en su escritorio, porque sabe que Jack no le dirá nada referente a Luna. “¿Cómo le subes el ánimo a alguien que está triste?”, le pregunta. “¿Es hombre o mujer?”, le devuelve la pregunta. “¿Qué, no es lo mismo?”, pregunta Jack exasperado, ¿Por qué los humanos tienen que ser tan complicados? “Es mujer”, agrega Jack. “¿Joven o adulta?”, esa pregunta es innecesaria, pero sabe por quién pregunta y quiere asegurarse de que, si pretende animar a Luna, al menos lo hará bien. “Joven”, responde Jack con los dientes apretados y muy molesto. “Puedes llevarla al cine o ver una película en su casa. Si elijes la segunda opción, lleva pizza u otra cosa que le guste comer, refrescos. Trata de que se desahogue, que te cuente sus penas y si llora, debes abrazarla”, le comenta. Como sabe que es Luna a quien quiere intentar subirle el ánimo, le está poniendo la prueba. Sabe que Jack detesta el contacto físico y los abrazos no son lo suyo. “¡Me estás jodiendo, ¿Verdad?!”, exclama. “Pues… si quieres busca en internet o ve una película romántica, verás que así se hace”, dice. Con un gruñido corta la llamada, siente que se le achica el ojo, pero no le queda más remedio que hacer lo que Zeus le ha dicho, después de todo su amigo tiene dos hermanas bastante chillonas. Da un par de vueltas en la ciudad para darle espacio a Luna en sus pensamientos y luego pasa por una pizzería. Hace años que no entra a una, suele pedirlas o mandar a alguien para que las compre, pero esta ocasión amerita un poco de esfuerzo. “Piensa que es por tu empresa, Jack”, se dice respirando hondo antes de poner un pie dentro del local “Si no consuelas a esa mujer, no confiará en ti y si no lo hace, no tendrá a tu hijo…”, añade. Porque para Jack el resto de casi cuatro mil millones de mujeres han dejado de existir desde que esa muchachita cruzó la puerta de su edificio. Cuando le entregan la pizza, pasa a la tienda de al lado a comprar refrescos y alcohol, hasta que recuerda la edad de Luna, por lo cual desiste. Toma el rumbo a la casa de la chica, cuando llega en frente respira profundo y se decide a entrar. Justo cuando va a tocar, la puerta se abre y ve a Luna acompañada de una chica que se le parece un poco, sólo que tiene el cabello rubio oscuro y los ojos azules. “Jack”, Luna sólo puede decir su nombre con un susurro. “Vine… vine para animarte”, dice con el mismo tono de hombre frio y ella asiente. “Te veo mañana por la mañana, corazón”, dice Beverly y se va. Luna deja entrar a Jack, recibe la pizza que huele deliciosa, y camina a la sala. Jack la sigue sin quitarse la chaqueta, porque la casa está muy fría y se nota más con Luna vestida con un pijama enorme, grueso y feo… y eso la hace ver más hermosa. “¿Tú quieres animarme?”, toma asiento en el sofá, da unos golpecitos para que ella se siente a su lado y Jack no duda en hacerlo. “Si, aunque no sabía que pescaría una gripe en el proceso”, dice él. Ella lo ve a los ojos y se ríe. “Lo siento, la calefacción se dañó hace casi una semana”, se mira las manos y suspira para no llorar. “Pensaba pedir que la revisaran esta semana que empieza, pero ya no tiene sentido que gaste más dinero”, añade Luna. “Veamos una película”, dice Jack. “Ok, pero no tengo ninguna de esas plataformas de transmisión, así que deberás conformarte con el cable”, advierte Luna. “Qué remedio”, gruñe más y Luna se ríe más. Encuentran una película que a Luna le gusta mucho y comienzan a verla, Luna saca un trozo de pizza y comienza a comer así, mientras que Jack se pone de pie de malhumor, como siempre. Luna rueda los ojos cuando lo ve llegar con platos y cubiertos. “Come como una dama”, la regaña. “Mi casa, mis reglas… y comer la pizza con la mano no me hace menos dama, te lo puedo asegurar. Mi madre me enseñó modales”, dice Luna. “No se nota”, comenta él. “Jack, si querías animarme, estás consiguiendo que me moleste contigo en lugar de tu propósito… dime, ¿Qué quieres en realidad?”, pregunta Luna. “Animarte”, responde él. Ella lo mira incrédula y Jack deja su plato a un lado. “Quiero asegurarme de que estés lo suficientemente animada para que me digas que si “Jack, te lo dije y lo escuchaste, no es que tenga muchas opciones, así que creo que sí me iré contigo”, espeta Luna. Él abre la boca, emocionado, pero ella lo detiene. “Pero… con algunas muchas condiciones, Haré de cuentas de que eres un amigo que me está ayudando, no te venderé mi alma como las demás personas”, agrega Luna. “Con que quieras venir conmigo es más que suficiente”, dice Jack con esa mirada que a Luna le provoca tantas cosas que no puede explicar. “Sólo quiero ejercer la primera condición”, él levanta una ceja cuando ella deja su trozo de pizza en el plato que le llevó y se acerca a él más de lo que puede soportar. “¿Por qué quieres que yo sea la madre de tu hijo?”, pregunta Luna. Los ojos de Jack se entornan, Luna intenta no echarse atrás con la pregunta, pero es muy difícil con esa mirada oscura que la envuelve poco a poco. Luna está guardando las cosas de la universidad en una caja pensando en la respuesta a la pregunta que le hizo a Jack. No ha logrado quitársela de la cabeza en esos dos días y eso evita que pueda concentrarse del todo. “Quiero que tú seas la madre de mi hijo porque confío en ti. No eres como las demás mujeres”, le dijo Jack. “Pero a penas me conoces… ¿Cómo sabes que soy confiable?”, le respondió. “Eso no importa. Sólo importa que cargues mi hijo en tu vientre y yo te daré la mitad de mi fortuna”, comentó Jack. “¡No quiero tu dinero, por Dios, Jack!”, contestó ella. “Por eso quiero que seas tú, porque si fuera otra, me diría que sí en un segundo. Necesitas el dinero desesperadamente, pero aun así dijiste que no y eso te vuelve confiable, única y perfecta para ser la madre de mi hijo”, dijo al final Jack. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.
