Capítulo 6: Beverly llega con ella, Luna le cuenta lo ocurrido con Jack y su amiga no duda en levantar una ceja sorprendida con la vehemencia que Luna le cuenta del hombre, a pesar de la oferta tan particular que le hizo. “Te lo dije. Ese trabajo era demasiado raro… no puedo creer que quiera una mujer para tener un hijo de laboratorio… ¡Es que ni siquiera te conoce!”, dice Beverly. “Se lo dije, que yo podría ser peligrosa, ¿Y sabes qué me respondió? ¡Que el único peligro que corría conmigo era de tener se%o conmigo en el escritorio!”, exclama Luna. “¿Y está muy bueno como para que sea así de cabrón?”, pregunta Beverly. Luna saca su teléfono y encuentra un par de fotografías de Jack. Beverly se echa para atrás en gesto dramático, con el brazo en su frente y suspira “Yo sí lo dejo que me lo haga donde se le dé la gana”, comenta Beverly. “¡Beverly!”, la regaña Luna y terminan riéndose. “Sí, lo sé. Mira… yo creo que está loco. Lo mejor es que te olvides de él y que sigas con tu vida”, dice Beverly “Es fácil decirlo, pero no hacerlo, porque necesito dinero para eso”, dice Luna. “Yo te prestaré lo que necesites para salvar la casa de momento y te ayudaré a buscar trabajo. Es más, tengo un dato para ti y si quieres, puedes ir mañana por la tarde, a las cuatro”, le afirma Beverly. “¡Es perfecto! A esa hora estaré libre de la universidad”, comenta Luna. “Es para reponer mercancía, será pesado, pero es de medio tiempo y seguro que quedas, porque les viene bien alguien joven”, dice Beverly. “Gracias… no sé qué sería de mi sin ti en mi vida”, le dice ella lanzándose a sus brazos. “Te quiero como si fueras mi hermana pequeña y mientras pueda ayudarte, haré todo lo posible para hacerlo. Ahora cenemos, ya tengo hambre”, Beverly le acaricia el cabello como si fuera una niña pequeña. Las amigas se van a la cocina, entre las dos preparan la mesa mientras la comida se calienta en el horno, ya que es carne asada. Las dos se ríen de las anécdotas de Beverly en su trabajo, en donde no se molestó en salir a discutir con un cliente que dijo que su comida era basura. “‘Basura’, le grité y tomé el papelero de la caja, se lo vacié en el plato y ¿Me creerás que hasta la esposa aplaudió?”, le dice. “No…”. “Mi comida no es mala, sé lo que valgo y un hombre no vendrá a decirme esas cosas, mucho menos si se nota que jamás ha quebrado un huevo para freírlo”, dice riendo. Luna se ríe mientras comen relajadas. Beverly se queda una hora más luego de terminar de cenar, se despide de su amiga y sale de la casa diciéndole que por la mañana le tendrá el dinero. Luna se va a descansar, deja sus cosas listas para el día siguiente y sonríe pensando en que las cosas pueden comenzar a salir mejor para ella, sin saber del plan tan oscuro de Jack. Tras el informe de su jefe de seguridad buscó su mayor debilidad; la deuda con el banco. En ese momento ordenó que compraran la deuda y así hacerse el dueño de la casa. Se pasó el resto del día en sus asuntos, hasta que llegó el momento en que decidió subir a su departamento con el informe en su iPad. Se sienta en el sofá sólo con un pantalón de algodón, tal como le gusta disfrutar su espacio, En una mano sostiene una copa de vino blanco, mientras sonríe satisfecho por todas las cosas que está aprendiendo de la muchacha. “Así que estudia cocina… podría usar eso a mí favor, después de todo siempre me falta gente que sea experta en el área”, bebe un poco y levanta una ceja cuando dice allí que es soltera, pero que al parecer tuvo una relación hasta hace poco. “Claro, por eso dijo que le rompieron el corazón… eres una caja de sorpresas, Luna Walsh, nadie diría que una chica tan recatada como tú ya ha tenido lo suyo”, deja el iPad a un lado y se termina la copa de vino. Se pone de pie, camina hasta el ventanal y sonríe con maldad. A él nadie le dice que no, ya decidió que Luna será la madre de su hijo, la mujer que lo llevará a tener el control total de la empresa y así dejar a su medio hermano en la calle, porque es un vago de primera que no merece nada de su esfuerzo. Camina con dirección al gimnasio para ver si el ejercicio lo ayuda a quitarse esa extraña energía que le dejó la muchacha… pero lo cierto es que no podrá quitársela con nada hasta que no sea suya en la forma que la desea. Luego de salir de la universidad, Luna va a la tienda a la que Beverly le recomendó, pero al llegar uno de los chicos le dice que han contratado ya a un muchacho. “Pero me dijeron que recién a esta hora verían a los candidatos…”, le dice ella desanimada. “Lo siento, se lo dieron al sobrino del gerente…”, el chico rueda los ojos, es claro de que es un favoritismo. “Pero si quieres un dato confiable, necesitan gente en un bar exclusivo, dame unos segundos y te anoto la dirección”, agrega. Ve que el chico revisa su teléfono y se mensajea con alguien, sonríe cuando le llega un último mensaje y luego anota todo muy rápido en un papel. “Te estarán esperando, les dije que eres una amiga, el puesto es sencillo, pagan el mínimo de entrada, pero si lo haces bien, puedes optar por algo mejor”, le comenta. “En serio, muchas gracias”, le dice Luna con una enorme sonrisa. “No me agradezcas, yo también estudio”, le dice apuntando a su mochila. “Y sé lo difícil que es encontrar algo que nos sirva. Suerte”, añade. Luna sale de allí y corre para conseguir un taxi porque le queda algo retirado, en el camino ruega para que la dejen y así poder tener algo seguro para trabajar. Al llegar se da cuenta de que el lugar es elegante y vistoso, al entrar le preguntan para qué va y le piden su identificación, pero al decir que sólo va a trabajar la dejan pasar sin problemas. Se acerca a la barra, le pregunta al chico y él llama por un intercomunicador a alguien. En pocos minutos llega un hombre algo, de cabello castaño claro, ojos verdes intensos, de un metro noventa y que se ve imponente. Por alguna razón Luna se siente algo intimidada, pero no tanto como con Jack… ni mucho menos atraída. Él se acerca para darle la mano, ella se la da con seguridad y no siente esa corriente especial como cuando hizo lo mismo con el siniestro hombre. “Sígame por aquí, Señorita…”. “Walsh, Luna Walsh”, termina Luna de decir. “Yo soy Zeus Messina, el dueño de esta preciosura y de varias más, pero este es mi bebé recién nacido”, se presenta Zeus. Luna sonríe al oírlo hablar del lugar así. Llegan a una oficina de decoración moderna y minimalista, él la invita a sentarse en un pequeño sofá y él toma asiento en una silla con el respaldo en frente para apoyar las manos. “Y dígame, ¿Por qué quiere trabajar?”, pregunta Zeus. “Porque lo necesito urgentemente y no quieren contratarme porque soy estudiante”, responde Luna. “¿Qué estudias, Luna?”, vuelve a preguntar. “Cocina internacional”, le dice. “¡Maravilloso! En un par de meses quiero ampliar el lugar para servir comida también, si trabajas con nosotros no te faltará trabajo en eso, te lo aseguro… por ahora necesito a alguien que se haga cargo de apoyar en la barra”, dice Zeus. “Debes lavar vasos y copas, apoyar con algunos ingredientes, como extraer el zumo de limón entre otros, ir a la bodega por más licores, entregar las bebidas en la barra… y todo eso”, agrega. “¿Debo atender mesas?, pregunta Luna. Sin ánimo de ofender, no tienes la apariencia para eso, te ves más como una niña”, dice Zeus. Ella sonríe y asiente. “Y no me gustaría exponerte a que los mañosos quieran propasarse. Las chicas que se encargan de eso son duras, con mucha experiencia en esto y saben cómo lidiar con esas cosas”, añade. Así es como Zeus le va indicando todas las labores y Luna queda encantada. Quedan que ese mismo día comenzará como prueba y ya que su turno está casi por empezar, Zeus la lleva para que se cambie. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.
