Capítulo 38: “Son muchas las cosas que puedo decir de ti, John Gosling… porque después de todo, ese era tu apellido, ¿Verdad? Seguramente usabas ese nombre falso para sacarle dinero a muchachas ingenuas como yo. Quién sabe a cuántas le hiciste lo mismo”, termina de decir Luna. Pero si John va a decir algo, se calla en cuanto Jack entra con una mirada furiosa. Se pone de pie rápidamente, Jack dirige la mirada a Luna y ve que está tranquila, aunque con un tenedor en la mano. Internamente, sonríe pensando en lo que pudo haber sucedido si tan sólo John se hubiese atrevido para pasarse de listo. Pero esta vez él no va a dejar pasar la situación. Se acerca con fiereza a su hermano y le estampa un puñetazo en la cara que lo manda al suelo. “Eso es por haberla dejado sola cuando más te necesitó…”, sus manos se estampan en su pecho y lo toma por la ropa para levantarlo, para darle otro puñetazo que vuelve a hacerlo rebotar en el piso. “Y esa es por haber intentado forzarla a la semana pasada imbécil”, espeta Jack. “Espero que les quede claro. Luna Walsh es mi novia, es mi mujer, nadie la mira ni nadie la toca, ni mucho menos nadie va a cuestionar su integridad. Porque les puedo asegurar, que la dignidad e integridad de mi mujer es mucho mayor a la que todos nosotros juntos podemos llegar a tener siquiera alguna vez en nuestra vida”, dice pasando su mirada entre su padre y John. Jack le ofrece su mano a Luna para que se ponga de pie y salen de allí con una sonrisa de suficiencia ambos en el rostro. Al llegar a la puerta Jack puede escuchar el escándalo que Sabrina está armando por tener a su hijo en el piso y golpeado. “¿Si te sientes mejor ahora, Jack Gosling? Esa no es la manera de comportarse de un caballero”, parece una reprimenda, pero en los ojos de esa mujer sólo hay diversión y admiración. “Nena…”, le dice ayudándole a subir al auto y dándole un beso bota bragas. “Yo nunca he sido un caballero y eso tú lo sabes”, dice Jack. Luna sólo deja escapar una carcajada y luego él rodea el auto. Salen de la mansión y Jack toma camino hacia un lugar desconocido para Luna. “¿A dónde me estás llevando? Este no es el camino al departamento”, pregunta. “Sigue siendo mi cumpleaños y quiero celebrarlo”, responde. “No sé tú, pero esa cena a mí me sabía asquerosa, Sabrina se encargó de preparar precisamente la comida que no me gusta”, añade. “Y sin sal…”, agrega Luna con dramatismo y Jack sólo se ríe porque aquella mujer está relajada y la está siguiendo todo el juego. En pocos minutos se detiene frente a un local de comida rápida donde venden hamburguesas, Luna lo mira como si tuviera dos cabezas y él sólo se ríe. “Esta es una de mis comidas preferidas, así que ven, vamos a disfrutar un par de hamburguesas y luego nos iremos a casa”, comenta. Y así lo hacen. Jack pide dos hamburguesas para cada uno y por supuesto que las disfrutan. Terminan llenísimos, pero usan todo ese tiempo para conversar, para reírse de las reacciones de la familia de Jack sobre que ella es su novia y que pensaban tener un hijo. “¡En serio creo que todo el mundo piensa que tú eres gay!”, se burla Luna. “Pero tú ya lo has comprobado bastante bien que no es así, ¿Verdad?”, ella asiente un poco sonrojada y Jack sólo se ríe. Deciden regresar al departamento y en el camino Jack comienza a pensar muchas cosas. Mientras suben en el ascensor, comienza a besarla de una manera diferente, para cuando las puertas se abren, Jack mira a la cara a Luna y le hace una invitación que la sorprende. “Ven a dormir conmigo”, ordena Jack. “Pensé que te gustaba dormir solo”, le dice ella, con cautela, sin dejar de mirarlo a los ojos. “No es precisamente para dormir”, le dice él con voz ronca y ella abre mucho los ojos. “Lo que ellos saben y creen es que tú y yo tendremos ese hijo por inseminación… pero se me ha ocurrido una mejor venganza para el estúpido de mi hermano, y es que lo tengamos por el método natural”, comenta Jack. “Jack, en verdad no te entiendo. Hasta ayer todavía seguíamos teniendo esta misma conversación de que sería por inseminación y yo ya estaba clara con eso. Es más, incluso fuiste a dejar tus muestras al laboratorio y sólo están esperando por las mías”, dice ella. “Créeme, será un mejor golpe para ese idiota y para toda mi familia si saben cómo lo concebimos. Tú misma acabas de decirlo, todos creen que soy gay, pero, además, sólo quiero… eres mi novia y no tiene sentido que hagamos esto en un laboratorio”, espeta Jack. Sin contenerse más Jack la besa y ella se deja llevar por ese sentimiento que la embarga cada vez que sus labios se unen. La mano del hombre comienza a recorrerla lentamente y ella entra en una especie de nubla pasional, que la deja por completo vulnerable. Los labios de Jack descienden a su cuello y Luna deja escapar un jadeo que no puede controlar. Se siente tan abrumada por lo que la está envolviendo que, sin pensarlo mucho, deja salir de su boca aquella respuesta, aquella que Jack espera con ansias y la presión en su pantalón. “Sí… acepto que sea de esa manera Jack”, afirma. “¿Estás segura? No vas a arrepentirte de esto”, la mira directo a los ojos para saber si miente o no. “No lo creo… porque, aunque tú no quieras aceptarlo, me deseas… y yo a ti también”, dice. Jack sonríe con suficiencia y ella se derrite por completo, La levanta haciendo la que rodee su cuerpo con sus piernas y camina con ella así hasta la habitación. Luna se deja envolver por las palabras y caricias de Jack. Lo que no está viendo es que el propio Jack busca su venganza con ese hijo y el método que usará para concebirlo, porque no podemos olvidar que hace años atrás, John le quitó su novia, a la mujer que en ese momento amaba y que sería su esposa. Y ahora él le iba a quitar a la mujer que su hermano deseaba para él, independiente para qué… pero Luna sería suya en todas las formas posibles. Cuando llegan al cuarto de Jack, la suave iluminación de las lámparas le da al espacio un clima acogedor, pero eso es lo último en lo que ellos se fijan. Jack se detiene al lado de la cama, la deja en el suelo y la mira con una intensidad abrumadora, mientras que Luna siente que su cuerpo le duele, es como si todo ese calor que se lleva acumulando desde hace tanto ya quisiera salir de una vez por cada poro de su cuerpo. “Luna, sólo quiero advertirte… esto lo hago por venganza, porque sabes que el se%o no me gusta”, dice. “Lo sé”, sonríe ella y le acaricia el rostro. “Pero me deseas, lo veo en tus ojos, lo siento en tus besos. No me puedes mentir…”, agrega Luna. “Nunca he deseado a una mujer”, dice algo contrariado y Luna sólo baja su mano para unirse a la otra en la tarea de quitarle el saco del traje. “De hecho… las últimas dos veces que lo hice ni siquiera acabé”, agrega. “Bueno, si quieres concebir a tu hijo, deberás hacerlo”, le dice ella calmada por fuera. “Pero quiero que te dejes llevar, tal como yo estoy dispuesta… Jack, no tengo idea de cómo hacerlo, me tienes que enseñar”, añade Luna. Y en ese instante Jack abre los ojos asustados. Es cierto, es la primera vez de ella… en realidad, es la primera vez para los dos. Nunca tuvo a una mujer en su cama, esto que pasará ahora es nuevo para los dos y se supone que él es el experimentado, si es que a sus fracasos íntimos se le puede llamar experiencia. Mientras se pierde en sus pensamientos, Luna lo atrae a ella para besarlo y Jack lo acepta, porque por algo se debe comenzar. Hace lo mismo que las veces anteriores en que su pantalón comenzó a apretar, recorrer con sus manos el cuerpo de su mujer. Sus dedos van a la cremallera del vestido y lo baja con delicadeza, pasando el pulgar por toda la espalda desnuda de Luna, ella se estremece y siente una calidez perfecta, abre los ojos y al verlo sabe que eso va a pasar de una manera muy diferente a lo que Jack siempre ha pensado. Ella abre los botones de la camisa y pasa sus manos por el torso desnudo de Jack, él cierra los ojos y echa la cabeza hacia atrás, los labios de Luna dejan un beso húmedo y cálido a la altura de su corazón, el que late con una prisa desbocada sin precedentes. Un gruñido se le escapa de sus labios, pero esta vez no es de enojo, sino de un placer absoluto. “Jack…”, le dice ella dejando otro beso en su pectoral derecho y quitándole la camisa. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.