Capítulo 28: “¿Algún problema para tenerlo con el método natural?”, dice colocándose los guantes. “No, sólo que no queremos”, dice Jack con seriedad y el médico asiente de nuevo. “Bien, primero vamos a revisar a la Señora y luego veremos el tratamiento que debe llevar de ahora en adelante. Tengo que pedirle que salga, porque debo hacerle un ultrasonido”, dice el doctor. “Hágalo”, dice Jack sin moverse, pero el doctor niega. “Es transvaginal. Necesita privacidad, porque puede ser incómodo”, le dice mostrando el transductor y los dos se espantan. “¡Usted no le meterá eso a mi mujer por ninguna parte!”, dice enojado y poniéndose de pie. Luna lo toma de una mano, intentando que se controle, “Señor Gosling, es el procedimiento básico para ver que el vientre de su mujer esté en condiciones de albergar un bebé. Si no lo hago, no podré…”, dice el doctor. “Yo no quiero que lo haga”, le dice Luna con suavidad y el doctor le frunce el ceño. “No crea que es por el cavernícola de mi… de mi esposo”, dice Luna. Jack la mira con los ojos muy abiertos, pero a pesar de sé que se sonroja, sigue hablando con el médico. “Soy virgen, doctor, me niego a que introduzca eso en mí”, agrega Luna. En sus veinte años de medicina jamás le tocó un caso tan extraño como aquel. Un matrimonio, donde la esposa es virgen aún y quieren concebir por inseminación… para el doctor es claro; o Jack es impotente o es gay. “Entiendo… bien, lo haremos en el vientre entonces”, dice el doctor al final. Cambia el transductor y comienza a evaluar a Luna, Jack se controla y vuelve a tomarle la mano a Luna. Para cuando salen de allí, Luna va con una serie de recomendaciones, con unas vitaminas especiales y varias cosas más que debe hacer. Jack parece contento, sigue sin soltarle la mano a Luna y ella siente que debe aclarar el asunto del estado civil. “Espero que no te molestara que dijera que eres mi esposo… no quise decir que no somos nada”, dice Luna. “¿Te preocupa lo que piensen de ti?”, pregunta él sin mirarla. “No, me preocupa más lo que puedan pensar de ti. Estoy casi segura de que ese doctor cree que eres gay”, comenta Luna. Jack la mira serio unos segundos, busca una puerta que abrir y se encuentra con la que da acceso a las escaleras. Se mete allí, tirando de Luna y la besa con intensidad, pero esta vez sus manos hacen algo que antes no; explorar. Recorren el cuerpo de Luna, encendiendo algo en ella que cada vez se vuelve más doloroso en su vientre. Lentamente una mano se mete bajo su suéter, tocando piel por primera vez. Un gruñido de pura excitación se le sale a Jack y se aparta de inmediato, porque de nuevo está sintiendo esa necesidad que jamás lo ha atacado, la de tener intimidad. “No era necesario, yo sé que no lo eres. Pero fue placentero”, dice ella con los ojos cerrados y tratando de tomar el control de su cuerpo nuevamente. Jack la obliga a abrir los ojos cuando la toma de la mano, se miran un momento y salen de allí para ir a casa. “Tal vez ahora, que tienes la tarde libre, podrías darte una vuelta por el laboratorio”, comenta Jack. “Jack, no creo…”. “Fansi ya no está. La despedí ese mismo día que desobedeció mi orden y te trato despectivamente”, dice Jack. Ella se detiene, estancando los pasos de Jack “Te lo dije, a ella también. Tú eres intocable y si ella no lo entendió, no es mi problema, así que puedes ir con toda confianza, supe de buena fuente que Lynda y tú se llevaron bien, así que llegamos a casa, te cambias si quieres y vas al laboratorio, seguro te encuentras con novedades”, añade. Siguen el camino, Luna está impactada por esa noticia, ella sólo tiene poco tiempo en la vida de Jack y esa mujer tenía mucho más peso, pero aun así le dio su lugar. Y si eso no se llama amor, entonces no tiene idea de lo que es. Luna comenzó a seguir cada una de las indicaciones que el doctor le dio, se tomó muy en serio eso de preparar su cuerpo y ahora los ejercicios sencillos son parte de su rutina. Pero esta mañana no quiere hacer nada, se ha reportado enferma en la universidad y le ha escrito a Zeus que le dé el día libre porque no se siente bien. Y aunque no está imposibilitada de moverse, el alma le pesa más de la cuenta. Le entra una llamada de Beverly y sonríe con tristeza, es la única persona que la saludará, porque no le ha dicho a nadie qué sucede ese día. “¡Feliz cumpleaños, amiga mía! Quiero que sepas lo mucho que te adoro, eres la hermana que la vida me dio y muero de ganas por estar contigo”, exclama Beverly. “Gracias, Beverly. Es triste saber que eres la única persona que me saludará hoy…”, un sollozo se le sale y su amiga se angustia. “Nena… por favor no llores ahora, que me dan ganas de dejar a la gente con hambre e ir contigo”, dice Beverly. “No te preocupes, se me pasará, te lo prometo. Sólo tengo que acostumbrarme”, dice. Pero Beverly no está convencida de eso, así que decide que irá a verla. Sabe que está en el departamento sobre la oficina de Jack, ella misma se lo ha contado, así que no debería tener problemas para hacerlo. Las amigas se despiden, Beverly le promete que el domingo irán a pasear, a comer algo delicioso por allí y se reirán de cómo camina la gente. Luna se queda viendo el techo unos segundos, se tapa hasta la cabeza y se vuelve a dormir. Jack llama a su habitación, como no contesta, se preocupa y entra a verla. Nota que estuvo llorando, pero como está profundamente dormida, no la molesta y la deja allí, Zeus le escribe para preguntarle por ella, le responde que está bien, pero Zeus le cuenta que no irá a trabajar porque se siente mal “Y te lo callaste, muchachita… pero ya verás”, comenta. Baja a trabajar, pensando cómo podría subirle el ánimo. Pero cerca del mediodía lo llaman de recepción, porque alguien está buscando a Luna y no se irá hasta verla. Por supuesto que baja con toda la actitud de ogro, pero en cuanto la chica se presenta como la amiga de Luna y la ve con un regalo, él frunce el ceño. “Buenas tardes, Señor Gosling. Beverly Williams, la mejor amiga de Luna, he venido a verla y no me iré hasta que no le dé yo misma su regalo de cumpleaños”, dice ella extendiendo su mano. “¿Cumpleaños?”, dice él desencajado y Beverly rueda los ojos. “No le dijo… Luna hoy está de cumpleaños y está deprimida porque soy la única que lo sabe y que la saludará”, comenta Beverly. “Beverly… necesito que hablemos a solas”, ordena Jack. Ella no se niega y mantiene la compostura, pero ese hombre pone nerviosa hasta la mujer más segura del mundo. Entran en una oficina ocupada por un par de vigilantes, los que se van en cuanto entra Jack. La invita a tomar asiento y él hace lo mismo tras el escritorio. “Dígame, ¿Qué planea para ella?”, pregunta él. “Pues… quería llevarla a pasear el domingo, que tengo libre de mi trabajo. Ahora le traje un regalo, un gato de peluche. Le encantan”, dice ella. “¿Hay algo que ella hubiese deseado más en la vida y que no pudo tener?”, pregunta Jack. Ella levanta una ceja y él se pone serio. “Planeo darle lo que sea, así que sólo hable”, espeta Jack. “Bueno, los unicornios no existen, pero un gato estaría bien… una gata, su madre era alérgica, por eso nunca pudo tener una. Siempre quiso tener una gata y llamarla Estela, no sé por qué. Y viajar a París, a conocer al mejor chef y aprender de él”, le comenta Beverly. “Creo que la gata es lo más sencillo e inmediato que puedo darle, pero no dude que lo del chef también se lo daré”, dice Jack. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.
