Capítulo 24: “Di que sí y te puedo dar todo eso que te falta, menos el tamaño”, le dice acercándose a ella y atrayéndola a su cuerpo. “Eso es algo que jamás cambiaría en ti, es perfecto, ideal para abrazarte, cubrirte y protegerte”, dice Jack. “Demonios… ¿Me puedes decir en qué momento me cambiaron al ogro que conocí?”, le pregunta. “No he cambiado, Luna. Sigo siendo el mismo, pero tú no eres igual que los demás y por eso te trato de una manera diferente. Tal como lo hago con Zeus. Se ven unos segundos a los ojos y antes de que Jack logre asaltar su boca, Luna se va de allí dejándolo con miles de pensamientos y posibilidades. Ella se va a su cuarto, se encierra allí y se da una ducha para quitarse el olor de Jack que la está enloqueciendo. Bajo el agua llega a su mente el momento vivido en el auto y siente cómo su cuerpo reacciona sólo evocando ese recuerdo, Quita el agua caliente para que el agua fría le baje esos pensamientos y al salir parece un pollito remojado, pero definitivamente ya no piensa cosas indebidas. Un rato después su estómago ruge y recuerda que no almorzaron por irse de helados, como si fueran niños. Sale con rumbo a la cocina, en donde se mete a preparar algo delicioso, toma su móvil para tomar algunas fotografías y se las envía a Jack. En menos de dos minutos el hombre aparece por las escaleras, a Luna se le seca la boca al verlo con las mangas de la camisa a la altura de los codos, sin corbata y dos botones de la camisa libres. Camina con esa seguridad que lo destaca y no puede evitar morderse el labio antes de girar su atención a la comida que casi está lista. “Vengo por mi porción… aunque debería despedir a alguien, tú no deberías estar cocinando”, dice Jack. “Me distrae, no me vas a quitar algo que me hace bien, ¿Cierto?”, pregunta. “¿Estás intentando manipularme?”, pregunta Jack. “¿Está funcionando?”, pregunta. Él asiente y ella se ríe. “Entonces sí”, dice. “Quiero decirte que hoy me sorprendiste, eres una excelente alumna y eso me tiene realmente fascinado”, dice Jack. “¿Alguna vez quisiste tener una alumna?”, deja un plato con una generosa porción frente a él y lo mira. “No”, responde. “¿Has tenido novia?”, pregunta Luna. “Luna…”, dice. “Si quieres que considere el ser la madre de tu hijo, al menos déjame conocerte, quiero saber por qué no crees en las relaciones convencionales, por qué desprecias a las mujeres, necesito saber que sólo eres un hombre herido que no ha sanado y no otro misógino que quiere dominarme para que haga lo que quiere”, espeta Luna. “Sí, la tuve. Y esa mujer fue mi perdición, porque creí que era la mujer de mi vida, pero me engañó un poco antes de nuestra boda con mi hermanastro. Si tenía corazón, ella lo destrozó y no me molesté en reconstruirlo, porque no quiero pasar por algo así otra vez”, cuenta Jack. “Quiero dominarte, es verdad, pero como van las cosas… todo terminará siendo al revés, ¿Estás contenta ya con mi respuesta?”, añade Jack. “Jack, lo lamento, no pensé que fuera algo así…”, ella juega un poco con su comida y sonríe con tristeza. “Al parecer los dos tenemos más cosas en común de lo que creemos”, añade. Y en ese momento Jack se la queda viendo. Por la mañana Luna se levanta con más ánimo y lista para ir a la universidad, pero tanto Zeus como Jack se ponen de pie cuando la ven salir con su mochila al hombro y la carpeta con aquel trabajo que Jack tuvo la ‘amabilidad’ de imprimir de nuevo, aunque en la perspectiva de Luna fue más una orden de hacerlo. “¿A dónde crees que vas?”, sisea con cariño Jack mientras que ella sólo saca un pocillo para su cereal, porque se ha quedado dormida y no tiene tiempo de hacer nada elaborado. “Pensé que era más inteligente y observador, Señor Gosling”, se burla ella y la mirada de Jack se oscurece. “Pero ya que no se dio cuenta, voy a estudiar, algunos tenemos que seguir batallando para un día sostenernos solos”, añade. “Luna…”, Intenta advertirle, pero Luna lo interrumpe. “Jack, no estoy para tus sermones matutinos, estoy bien y eso gracias a que los dos ayer se tomaron el tiempo para hacerme sentir mejor”, los ojos de Luna se posan en los de Jack y él sólo le dedica media sonrisa, la que, por supuesto la derrite. Tal parece que Jack se está acostumbrando a hacer eso, sonreírle para derretirla y no es algo que a Luna le moleste para nada. “Deja que alguien de mi seguridad te lleve, ¿Sí, preciosa?”, dice Jack. Zeus da un respingo y lo ve como si tuviera otra cabeza, porque eso es lo más parecido a un tono dulce y ha salido de su amigo. Jack lo mira de regreso. “¿Tengo monos en la cara o qué?”, gruñe Jack. “¡No! Es que ese tonito meloso no te lo conocía”, comenta. “Sólo es para ella, ¿O estás celoso porque no te hablo así?”, Zeus se lleva una mano en gesto dramático al pecho y Luna se ríe de ellos. “¡Por supuesto que sí! Ya veo que me cambiaste… sólo espero que valga la pena”, pero al decir aquellas últimas palabras mira a Luna y ella asiente. “Está bien”, dice Luna, porque no tiene caso que le siga rechazando las atenciones a Jack, eso sólo provoca peleas y ya no quiere pelear más, al menos no con él. Si se está tomando la molestia de ser más accesible, puede otorgarle eso al menos. “Está bien qué”, le gruñe Jack. “Dejaré que me lleve alguien de tu equipo”, añade. “Ok, y si por alguna razón debes hacer algún deber escrito, ven a casa y lo solucionamos, hay cuatro equipos que puedes ocupar”, dice. “Lo pensaré”, Jack rueda los ojos y gruñe. Zeus sabe que allí ya pasó algo porque los dos están relajados, se tratan mejor que antes, y por más que quiera dar la pelea, él la perdió por ese algo que pasó entre Jack y Luna. “Bien, ya que están de buen humor, les cuento que en dos días me iré. Mi departamento está listo, sólo quedan unos detalles”, comenta. “¿Cuánto te costó tu gracia?”, le pregunta Jack con sarcasmo. “Trescientos mil dólares”, contesta Zeus reconociendo sin darse cuenta de que él fue quien dañó la tubería. “¡¿Qué?! Eso es casi lo que cuesta mi carrera completa… muchas veces ¡por Dios!”, exclama Luna. “Pero ya aprendió la lección, romper tuberías no le dará lo que quiere”, Zeus ve a Jack y se ahoga. Luna lo ayuda con unas palmaditas en la espalda. Jack se pone de pie, saca su teléfono y marca a su asistente. “Anish, seguridad y transporte para Luna en quince minutos, a la entrada del edificio. Sí, para todo el día y a dónde necesite ir”, ordena Jack. “Oye, sólo para que me lleven…”, pero la mirada de Jack le dice que no hay discusiones, así que levanta las manos. “Ok, lo que tú digas… hasta donde yo quiera”, responde. Termina de comer su cereal, luego se va al cuarto para lavarse los dientes y al salir Jack está en su cuarto, se siente algo nerviosa, pero de todas maneras se acerca a él con una sonrisa. “¿Pasa algo?”, pregunta. “No vuelvas a llamarme Señor Gosling porque creeré que quieres poner distancia entre los dos o estás molesta, aunque para ambos tengo la misma solución “¿Y cuál sería esa solución?”, le dice ella al descuido, por respuesta Jack la atrae a su cuerpo y la besa. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.