Capítulo 17: Se acomoda en uno alejado de todo, se coloca sus audífonos y se pone a lo suyo. Se llega la hora de cierre y el encargado le dice que debe retirarse. Guarda todo, lo envía a su correo y sale con rumbo a un ciber café que está muy cerca de allí, al que siempre va cuando debe hacer ese tipo de trabajos. Luna es de las que empieza algo y no se detiene hasta que lo termina y, afortunadamente, ese local permanece abierto hasta muy tarde, ya que recibe principalmente a estudiantes. Al entrar pregunta por un cubículo, el encargado le indica uno al final y ella agradece que así sea, porque le gusta pasar desapercibida lo más posible. Paga por adelantado hasta la hora de cierre, se va a su lugar y se pone a trabajar, al menos lleva la mitad de la tarea lista, así que con el tiempo que tiene disponible seguro lo termina. Se pone a teclear como loca, busca información y se pierde en el tiempo, olvidando que ya no vive con su madre, que siempre comprendía que llegara tarde de la universidad, sino que ahora vive con don Posesivo, quien se pasa miles de situaciones en su mente. Jack sube a su departamento y camina por allí buscando a Luna. Ese día se ha quedado hasta tarde trabajando y pensó que tal vez la chica llegaría temprano, pero no es así. “Zeus sólo la explota… tendré que hablar con él”, dice Jack. La Señora del servicio le sirve la cena en la enorme mesa, allí donde siempre ha comido, pero sin ella se le hace enorme, así que se pone de pie con el plato para terminar comiendo en la barra del desayuno, que es menos grande y solitario. La hora comienza a pasar, él permanece en la sala y cada nueva vista a la hora sin que ella aparezca se le vuelve un martirio. Estar sentado ya no es suficiente, por lo que comienza a caminar por el departamento. Ve la hora, es martes y Zeus suele cerrar a medianoche. “Seguro que él la trae…”, comenta. Pero cuando Zeus llega pasada la medianoche sin ella, su instinto sólo lo lleva a caminar hasta su amigo y tomarlo por los hombros desesperado. “¡¿Dónde está Luna?!”, pregunta Jack. “Hoy no fue a trabajar, me dijo que debía quedarse en la universidad por un trabajo”, dice Zeus. “¡Pero es obvio que la universidad está cerrada a esta hora!”, dice. “¿Estás seguro de que no ha llegado? ¿Ya viste su cuarto…?”, pero Jack sólo gruñe cuando toma su abrigo y camina a la salida hecho un energúmeno. “¿A dónde vas?”, pregunta Zeus. “¡A buscar a mi mujer!”, responde Jack. Zeus se queda impactado con esas palabras que le dejan claro lo que Jack siente por Luna y se niega a reconocerlo sólo por sus traumas del pasado. Antes de que las puertas se cierren, Zeus entra con él y Jack le pregunta con los dientes apretados. “¿A dónde vas?”, pregunta Jack. “A buscarla contigo, soy responsable de preguntarle dónde estaría después y con quién”, Jack no dice nada, sólo se suben a su auto y parten al lugar donde deben iniciar, la universidad. Al llegar allí se acercan a la puerta para preguntarle al guardia si queda alguien en la universidad, pero el hombre les dice que no, sólo cuatro guardias que custodian el edificio. “¡Maldición!”, grita Jack. Zeus se acerca al hombre con una foto de ella y se la muestra. “¿Vio salir a esta chica en algún momento?, pregunta. “Si, ella salió a la hora del cierre de la biblioteca”, responde. “¿Iba sola?”, pregunta más desesperado. “Si, la vi irse en esa dirección. Los chicos suelen ir a un ciber café cuando no logran terminar sus trabajos en el tiempo de la biblioteca, tal vez la encuentran allí”, les señala hacia la izquierda y se queda pensando. “¡Muchas gracias!”, le responde. Los dos corren por donde el hombre les ha indicado y comienzan a buscar por dónde queda el bendito lugar. “¡Juro que le pondré un GPS! ¡Y le compraré una p%ta batería para que cargue su teléfono!”, espeta. Porque sí, Luna tenía el teléfono apagado, supuestamente, cuando en realidad sólo lo había dejado en modo avión para que nadie la interrumpiera. En ese momento la chica se acerca a la barra del encargado para pedirle que imprima el documento y este lo hace de inmediato. Luna busca el cambio para pagar la impresión y la carpeta, sin darse cuenta de que alguien la observa muy de cerca. Le agradece al chico y sale de allí a la fría noche, se acurruca en su chaqueta y se para en un lugar iluminado para detener un taxi, sin embargo, una mano le cubre la boca y la arrastra a un callejón. Luna patalea y trata de gritar, pero no consigue nada para ser liberada. El hombre la azota contra la pared, dejándola algo aturdida, y comienza a revisarla por todos lados para robarle. “¡Dame todo lo que tienes!”, le exige. “¡No tengo nada de valor, lo juro, sólo el teléfono!”, dice Luna. “¡Te vi sacar dinero!”, espeta. Ella abre los ojos asustada, ese hombre la estuvo siguiendo y ella no se dio cuenta antes. Con las manos temblorosas comienza a buscar en su mochila el dinero que carga, mientras que Jack y Zeus salen molestos del lugar porque Luna ya no está. “¡Corres demasiado lento!”, regaña Jack a su amigo, mirando a todos lados para ver si hay rastros de ella. De pronto Zeus ve algo tirado en el piso y corre hacia el objeto, se espanta cuando ve que es el trabajo de Luna. “¡Es de Luna, algo le pasó!”, Jack siente que todos los músculos se le tensan más y comienza a gritar desesperado. “¡Luna! ¡Luna!”, grita. Luna siente que le tiembla todo, tal vez por eso no puede encontrar su billetera, lo que desespera al hombre aún más “¡Rápido, no tengo toda la noche!”, dice. “Sí… no la encuentro…”, en ese momento en que el hombre está a punto de perder la paciencia, oyen unos gritos muy cerca de allí. “¡Luna!! ¡Luna!”, la chica reconoce la voz de Jack y no duda en responder con todo lo que sus pulmones pueden. “¡Jack!!”, el hombre le cubre la boca, pero ese grito fue suficiente para que Jack y Zeus sepan de dónde viene aquel grito. Jack corre sin detenerse hasta llegar al callejón, ve al hombre que la mantiene prisionera y con una mano que la mantiene silenciada, lo agarra por el cuello de la chaqueta y lo lanza lejos. En lugar de darle la paliza que se merece, rodea a Luna con sus brazos en gesto protector y la saca de allí. “¡Es todo tuyo ese infeliz!”, le dice a Zeus que va golpeando el puño derecho contra su palma izquierda. La mirada de Zeus al hombre le provoca un terror descomunal, porque es la de un hombre que está más que furioso. Intenta correr, pero no consigue ganarle a la velocidad de Zeus, quien lo estampa en la pared y le da la paliza de su vida. Luna y Jack no ven nada de eso, en cambio Jack pide a uno de sus hombres que se acerque al lugar en donde están, se sienta en la parada del bus con ella en su regazo como si fuera una niña desamparada, y de cierta manera sí lo es. “Él… él quería mi dinero, Jack… quería mis cosas y yo… yo no tengo nada, no tengo a nadie”, comenta Luna. “Shhh… tranquila”, le dice acariciando su cabello. “No estás sola, me tienes a mí, recuerda, mírame… Luna, mírame”, dice Jack. Ella lo ve a los ojos y a Jack se le remueve algo cuando ve su expresión desolada. “No estás sola, ¿Te quitó algo?”, pregunta. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.
