Capítulo 14: “Sí, puede ser… pero no como tú lo crees, que será por una noche y ya. Luna es una mujer magnífica que está para esposa, para amarla y respetarla por el resto de su vida, ella no es para ser mujer de una noche”, responde Jack. El hombre se sirve el jugo y regresa a sentarse, coloca un vaso frente a Jack y este bebe sin dar las gracias. “Ya que estamos en una rueda de preguntas y respuestas, es mi turno”, espeta Zeus. Jack levanto sólo los ojos para ver a Zeus y se da cuenta de que su amigo está muy serio. “¿Cuáles son tus intenciones con Luna?”, pregunta Zeus. “Son personales”, responde Jack. “No me vengas con eso, porque es obvio que para trabajo no es. Tú no tienes alma de Madre Teresa, así que tampoco la tienes aquí por altruismo. Sólo me queda que la quieras para una relación y esa es tan imposible como las otras dos alternativas, así que no me digas que personales o creeré que enloqueciste”, dice Zeus. “Mi padre…”, comienza a decir mientras deja el aparato a un lado y ve a Zeus. “Me está obligando a que tenga un heredero. Como no quiero casarme y detesto a las mujeres, se me ocurrió que podría contratar a una mujer para que sea la madre de ese hijo”, confiesa Jack. “¡¿Quieres acostarte con Luna?!”, pregunta Zeus indignado. “¡Claro que no! Para eso está la inseminación artificial, eso es lo que quiero hacer, pero ella no quiere. Al inicio estaba dispuesta a aceptar el trabajo, porque en el anuncio decía que la paga es muy buena, pero cuando le dije para qué era, ya no quiso”, dice encogiéndose de hombros. “¡Por supuesto que diría que no! Ninguna mujer como ella querrá tener un hijo para dejárselo a un loco como tú, porque me imagino que luego de tenerlo debe dejártelo”, contesta Zeus. “Si, aunque luego de un año…”. “O sea… quieres que Luna se embarace, que pase todos los malestares por nueve meses, luego que sufra los dolores del parto, que críe a tu hijo por un año y luego se desaparezca de su vida como si fuera un animalito en lugar del bebé que cargó por casi dos años”, deduce Zeus cortándole. “Le ahorraría los dolores del parto”, dice Jack con seriedad y Zeus niega. “Puede ser que el momento sí, pero no antes ni después. Da lo mismo si es por parto natural o cesárea, las mujeres sufren. Luna es joven, tiene una enorme cantidad de sueños por cumplir y no me parece justo que la quieras para eso…”, dice Zeus. “Yo la vi primero”, sentencia Jack y Zeus aprieta los labios. “Haré lo que se me dé la gana con ella, porque a quiero como madre de mi hijo. No hay ninguna mujer que pueda darme un hijo más perfecto como el que ella tendría”, agrega. “Luna necesita amor, protección, comprensión, que alguien la impulse en sus sueños”, espeta Zeus. “Puedo darle todo, menos amor y la comprensión, no se me da, pero puedo intentarlo”, admite Jack. “No estás bien, eso no es justo para ella, ha perdido demasiado y ahora quieres quitarle una parte de ella. Mejor me voy a dormir, no logro entender lo que quieres hacer, de verdad que sí”, dice Zeus. Zeus apaga la televisión y se va a su cuarto, dejando a Jack pensativo. Él no le ve nada de malo a lo que quiere hacer, hay muchos hijos que se han traído al mundo de esa manera, incluso las parejas que no pueden tener bebés o del mismo se%o lo hacen. ¿Por qué él no puede tener la misma opción? Se pasa un buen rato en esas cavilaciones, hasta que decide ir a dormir. Pasa por fuera del cuarto de Luna, se queda allí sólo cinco segundos antes de comenzar a caminar de nuevo, pero los gritos de la chica lo hacen entrar allí. Está dormida, lo sabe, está teniendo una pesadilla en la que no deja de llamar a su madre. Se acerca a ella para despertarla, está sudorosa, con lágrimas en los ojos y el cuerpo tembloroso. Cuando consigue despertarla, ella se aferra a su cuerpo asustada, entierra su rostro en el pecho de Jack y sus manos se anclan en su espalda como su única tabla de salvación. Jack se queda muy quieto, ese tipo de acercamientos lo alteran un poco, pero entiende que la chica lo necesita. “Tranquila. Sólo fue un sueño, ya se terminó”, le dice con voz ronca y baja. “No… porque en mi sueño veía morir a mi madre y la realidad no es distinta a mi sueño, ella ya no está”, comenta Luna. Jack no tiene idea de dónde salen aquellas palabras, pero no piensa retractarse, sabe que para ganarse la confianza de Luna debe demostrarle que ella le importa y, luego de la conversación con Zeus se ha dado cuenta de que ella sí le importa, más allá de que sea sólo por motivos específicos, pero le importa. Ella se aparta de él y lo ve a los ojos, Jack no tiene esa expresión de hombre cruel ni mucho menos de sarcasmo, así que se queda así, entre sus fuertes brazos, los que le dan una sensación de estar en el lugar correcto, aunque sea peligroso. “¿En verdad puedo contar contigo?”, pregunta. “Por supuesto, por algo estás aquí, en mi casa. De otra manera habría dejado que terminaras donde fuera”, responde. ‘¿Incluso si ese lugar fuera el departamento de Zeus?’, le pregunta su consciencia, pero ahora no quiere pensar en eso. “Es que contigo no sé a qué atenerme, eres extremadamente raro… y creo que un poco bipolar”, confiesa Luna. “Yo no soy bipolar”, sisea y Luna se separa de él. “Dejaste que Zeus se quedara sin decirle nada, sin oponerte. Pudiste mandarlo a un hotel u otro lugar, pero lo dejaste quedarse y eso no es propio de tu carácter”, añade Luna. “Hay cosas que no entiendes”, Jack se pone de pie y camina a la salida. “Ya estás mejor, que descanses”, agrega. Sale de allí cerrando la puerta y dejando a Luna con más interrogantes de ese hombre, pero también con su olor. Se acerca el pijama para olerlo y se deja caer en la cama, vuelve a abrazar la almohada, pero esta vez no se duerme de inmediato, pensando en la actitud de Jack. Mientras tanto, Jack se encierra en su cuarto, se quita la camisa y no puede evitar olerla, el aroma a cítrico y fresas de la chica se quedado allí, impregnado, Pero no sólo eso, también esa deliciosa sensación de tenerla entre sus brazos, que le abrió esa necesidad de hacerla suya y marcarla como su mujer para siempre. “No”, dice con firmeza ante el rumbo de sus pensamientos, deja la camisa en la ropa sucia y se mete a la ducha para borrar todo rastro de Luna. Sin embargo, el rastro que le dejó en el corazón frio y duro, ese ni el agua más caliente se lo puede quitar. Se mete a la cama pensando muchas cosas, al final se duerme algo intranquilo, por primera vez una mujer se quedará en su casa y eso no lo había notado antes, por eso ahora se siente extraño de haberla invitado. Por la mañana, los tres se reúnen en la cocina, Luna está vestida como lo que es, una chica joven y universitaria, mientras que Zeus está listo para ir a trabajar al bar. Por supuesto, Jack llega con su traje negro impecable, ese que a Luna le seca la boca, de pronto se ve en medio de esos dos dioses y si Beverly estuviera allí, seguro le diría que debe compartir. “¿Café?”, le pregunta Zeus y ella asiente. “Jack ¿Tú quieres?”, le pregunta también. “Sí, por favor”, responde Jack. Luna levanta la mirada del batido para hotcakes y lo ve como si tuviera una cabeza y dos brazos nuevos. “¿Por qué me miras así?”, Jack frunce el ceño y le gruñe. “¡Dijiste por favor!”, responde. “Sólo a él, no es mi empleado y no hay algo que quiera de él, somos amigos, ¿Lo recuerdas?”, dice. “Vaya, vaya… esto es muy extraño. En fin, me apresuraré con el desayuno”, comenta Luna. En pocos minutos Luna tiene la comida sobre la mesa, comen en silencio un momento, hasta que Zeus lo rompe. “Luna, ¿Quieres que te lleve a la universidad?”, pregunta Zeus. “No es necesario, gracias, me iré en autobús”, responde ella mirando de reojo a Jack, quien se ha quedado con la comida a medio camino ante la pregunta de su amigo. “No quiero molestar”, agrega ella. “No es molestia, lo haré con gusto”, asegura Zeus. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.
