Capítulo 12: “¡Por supuesto que me lo como! La comida no se tira”, responde ella. “Entonces, quiero probar cada receta que prepares, porque se me hace que tendré una chef de primera en casa y sólo por dejarla en una de mis habitaciones”, esa risa maliciosa y seductora vuelve a aparecer, dejando la boca seca de Luna. Continúan el recorrido hacia el cuarto y al llegar a la puerta, la chica se da cuenta de que es tan grande como dos habitaciones, tal vez tres, de la casa en la que creció. La cama es enorme, con dosel, pero al igual que el resto de la casa, con tonos oscuros. Revisa su bolso, luego se acerca a la cama y quita toda la ropa que la cubre. “¡¿Qué demonios estás haciendo?!”, Jack se queda impactado, es una clara muestra de que a ella no le gusta y se le hace una ofensa. “Pues… cambiaré esto. A mí no me gustan los colores oscuros, menos en la cama. Es deprimente”, responde Luna. “No puedes quejarte…”, dice Jack. “No me estoy quejando, sólo la estoy quitando y ahora iré a comprar ropa nueva”, comenta Luna. “Mandaré a que lo hagan, eres mi invitada y mi deber es tenerte agradada y cómoda, aunque seas una grosera malagradecida” Luna abre la boca para protestar, pero el teléfono de Jack los interrumpe, Cuando contesta su expresión cambia a una que Luna no había visto, como cosa rara. Es de odio puro, un hastío que deja claro el hecho de que no le gusta su interlocutor. “No tengo tiempo ahora, estoy ocupado. Sí, es más importante que una cena familiar. No me interesa, ese idiota no es nada mío. ¡Pues no me interesa que compartamos la mitad de la sangre! No es mi hermano, no me interesa que sea su cumpleaños y no pienso ir a una fiesta en su honor”; espeta Jack al final. Cuelga el teléfono, lo mete en su pantalón y Luna lo mira como preguntando quién era la persona que lo llamó, pero él sólo niega. “Parece que los dos tenemos a alguien que detestamos y que cumple años hoy”, dice ella en un suspiro y camina hacia la ventana para admirar la vista. “Mi exnovio, para que no te hagas ideas locas”, añade Luna. “¿Cuánto tiempo estuviste con él?”, pregunta Jack. “Dos años. Lo di todo por él, hasta que mi madre enfermó. No sé si lo entiendes, pero una madre es sagrada, al menos para mí lo era. Esa mujer… ella me lo dio todo, lo menos que podía hacer era cuidarla”, comenta Luna. “Sé lo que me dices, la única persona que me importó en la vida fue mi madre y murió hace años”, le dice Jack. Luna lo mira y le dedica una sonrisa triste. “Él terminó porque dejé de prestarle atención por cuidar a mi madre y porque no me acosté con él”, dice ella. Jack levanta las cejas por la sorpresa, esa es información muy personal, pero parece que ella no se ha dado cuenta de que lo dijo. “Pero no puedes tener mucho deseo si tu madre agoniza en el cuarto de enfrente. O sea, que ni siquiera se dignó a llevarte a otro lugar, es un idiota”, dice Jack. “Nunca tenía dinero, aunque tenía dos trabajos además de la universidad. Le presté una fuerte cantidad para que pudiera pagarla, pero ahora que me terminó dudo que me la regrese”, “Dame su nombre, puedo obligarlo a que te pague”, espeta Jack. Déjalo, el karma siempre se regresa, Jack”, la intensidad de su mirada le dice que esas palabras también van para él “Cuando actúas mal, se te regresa el doble de mal. Ya será su turno, que le tenga miedo a la próxima mujer que se le cruce, porque esa lo dejará en la calle”, agrega Luna. Jack se ríe y asiente. Él sabe un poco acerca de eso, sólo que en las personas que lo ha visto no es precisamente el karma lo que los ha dejado mal parados, sino que Jack Gosling. Le dice que la dejará descansar mientras llega la ropa de cama nueva, cuando el hombre sale Luna se queda pensando en la última semana, en las personas que han intentado ayudarla, pero sobre todo en Jack. Vuelve a mirar el cuarto y se da cuenta de que algo muy malo debió ocurrirle para que sea un ser tan oscuro, porque de otra manera no se explica que alguien pueda ser así de lúgubre. “Un día sabré que pasa contigo, Jack Gosling… y veremos si puedo traerte a la luz”, dice ella. Y así, sin darse cuenta, Luna ha aceptado que Jack le interesa más de lo que quisiera admitir mientras se deja ir en un sueño tranquilo, uno que no tenía desde hace días. Unos toques en la puerta la despiertan y ella se levanta para abrir, un hombre joven le sonríe y le entrega tres bolsas enormes. “Soy el asistente del Señor Gosling, Anish Muller”, él le extiende la mano y ella se la acepta con una sonrisa. “Esta es su nueva ropa de cama, sólo necesito que la revise para saber si es de su agrado”, dice. “¿Y si no me gusta ninguna?”, pregunta ella abriendo una de las bolsas. “No pasa nada, sólo debo ir a cambiarlas”, ella lo ve justo cuando se encoge de hombros y siente lástima por su trabajo. Pero no será necesario, porque los colores son precisamente los que le gustan a ella, una Señora del servicio llega para arreglar el cuarto, aunque Luna se opone porque no está acostumbrada a que alguien haga esas cosas por ella, no le queda más alternativa. Se va a la cocina para ver qué prepara de cena y allí se encuentra a Zeus con una maleta, su enorme sonrisa y al verla sus ojos brillan más. “Zeus…”, dice ella acercándose. “¿Qué haces aquí?”, gruñe Jack. “Pues… me vengo a quedar aquí unos días”, dice con su enorme sonrisa. Luna se queda con la boca abierta, mientras que Jack sólo gruñe más como si fuera un enorme orangután a punto de explotar. Luna trata de salir de su asombro, especialmente porque si nunca creyó que un hombre tan imponente como Jack llegaría a su vida, mucho menos que estaría en medio de dos dioses del Olimpo y en la misma casa que ella. “¿Ah sí?”, pregunta ella casi sin aire. “Sí, le estaba explicando a mi amigo del alma que necesito que me aloje aquí unos días, mi departamento se convirtió en una piscina de un momento a otro. El plomero llegó para hacer la reparación, pero me dijo que se tardará porque se rompió una tubería importante y requiere ciertos permisos para hacer la reparación”, explica Zeus. “Oh, que mal…”, dice ella inocentemente y se acerca a él. “¿Hubo muchos daños?”, pregunta ella. “Sí, deberé reemplazar el piso de mi cuarto, la sala, la cocina, porque todo eso era de madera, además de mobiliario nuevo… por eso tomará tantos días”, responde Zeus “Lo lamento mucho”, dice ella con sinceridad y Jack está sacando vapor por las orejas como si fuera una tetera hirviendo. “Llegaste justo a tiempo, salí para hacer la cena”, añade. “Te acompaño a la cocina, quiero ver cómo preparas la cena… ¡Qué emoción! Es la primera vez que probaré tus manjares”, exclama Zeus. Jack se aclara la garganta en un claro gesto de enfado y los dos se giran. “En primer lugar, ‘amigo del alma’, no te he dicho si puedes quedarte…”, dice Jack. “Pero sí me dejarás, no es la primera vez que me das refugio, por eso no tengo duda de que esta vez será así”, dice Zeus. Jack lo mira con los ojos entornados. Es que, si pudiera matarlo con la mirada, Zeus yacería en el piso desde que llegó. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.