---- Capítulo 12 -iCómo se atreve! Diego estrelló con fuerza el vaso de agua contra la pared, produciendo un estruendo antes de hacerse afiicos. Una furia incontenible ardía en sus ojos mientras apretaba fuertemente los pufios. Luciana, te haré pagar por esto. Regresó a la habitación de Sofía, donde Luciana y Miguel seguían hablando despreocupadamente detrás de la puerta: -Uf, las piernas de Sofía son repugnantes, esas heridas son horribles. Miguel soltó una risa despectiva: -Bah, équién iba a saber que quería morir? Desde el principio no tenía intención de curar sus piernas podridas. -"También es bastante resistente. Antes le pinchaba a propósito con las pinzas para ver cómo reaccionaba. - -Pero incluso cuando parecía que iba a morir de dolor, no gritaba. Qué aburrido. Diego no pudo soportarlo más. ---- Abrió la puerta de golpe, sobresaltando a los dos. -íiDiego? El rostro de Luciana mostró un instante de pánico, pero rápidamente se recompuso, esbozando una dulce sonrisa mientras se acercaba a él. -éQué haces aquíi? éNo podías dormir? -Eres demasiado blando de corazón, Sofía estará bien... iPLAF! Sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de una fuerte bofetada. Cayó al suelo, mirando incrédula a quien acababa de golpearla con tanta fuerza. -éDiego? -preguntó tumbada en el suelo con lágrimas enlos ojos-.iTe has equivocado? ;O he hecho algo que te molestara? Miguel frunció el cefio y extendió la mano para ayudar a Luciana: - PDiego, équé demonios te pasa? Luci... Pero al momento siguiente, también fue lanzado varios metros por una patada de los guardaespaldas de Diego. ---- Diego miró fríamente a Luciana, arrodillada a sus pies, con una expresión gélida y ojos que reflejaban una furia asesina. -éNo sabes perfectamente lo que has hecho a mis espaldas? Luciana sintió que se le helaba la sangre. iAcaso Diego lo habiía descubierto todo? No, imposible. Nadie lo vio en ese momento, Diego no tenía pruebas, no podía hacerle nada. Con este pensamiento, dejó caer dos lágrimas y agarró el dobladillo del pantalón de Diego: -PDiego, festás confundido? -éQué ha hecho Luci? Dímelo y Luci lo arreglará. - Por favor, no odies a Luci. Viendo su actitud de no admitir nada, Diego apartó la mirada con repugnancia, soltó su mano de un tirón y preguntó con dureza: -En la estación de esquí, la que insultó a Sofi ya sus padres, y se autolesionó para incriminarla, ifuiste tú, ---- verdad? El pánico y la culpa se reflejaron visiblemente en el rostro de Luciana. -iHabla! -exigió Diego furioso- . jHace un momento no parabas de hablar! - Durante la avalancha, Sofía habría estado a salvo. éPor qué tuviste que empujarla? - PTe atreviste a lastimar incluso a tu propia prima. Luciana, jeres una basura! iéCómo lo supo?! Luciana, aturdida, agarró el borde de su ropa, arrodillada en el suelo, tratando de explicarse incoherentemente: --No, no es así, Diego, déjame explicarte... -iQué hay que explicar? - Diego sacó su teléfono, la pantalla mostraba claramente la escena. - Aquí están las pruebas, jéhasta cuándo seguirás mintiendo?! -Y tú -dirigió su mirada siniestra hacia Miguel- . Ustedes dos, hermanos cómplices, pagarán por esto. ---- Al ver la situación, Miguel se levantó apresuradamente del suelo, balbuceando: -iEsto, esto fue idea de ella sola! -iElla me obligó a ocultártelo, no tengo nada que ver! Diego se acercó a la cama de Sofía y levantó su manga, revelando numerosas cicatrices viejas y nuevas en su pálida piel. Fulminó con la mirada a Miguel y lanzó con fuerza una silla hacia él. -iéY te atreves a decir que no tienes nada que ver?! j Bestias, los dos! - Atreverse a tratar así a mi Sofi delante de mis narices... Ignorando las súplicas de ambos, Ilamó a los guardaespaldas: - jSaquen a estos miserables de aquí y asegúrense de que nunca vuelvan a aparecer ante mí! Después de encargarse de ellos, Diego, aún insatisfecho, convocó esa misma noche al director y a todo el equipo directivo del hospital. Enfurecido, castigó a todos los que habían aceptado sobornos de los hermanos Mendoza. De repente, todos los médicos y enfermeras del hospital ---- lo trataban con extremo cuidado, trabajando con el doscientos por ciento de atención, temerosos de desagradarle y ser despedidos. Pero incluso así, Diego seguía intranquilo. -Trasladen a Sofía a mi habitación -ordenó a la enfermera- . Busquen más personal para que la cuiden minuciosamente todos los días. - Si ocurre cualquier problema, jlos haré responsables! Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!