---- Capítulo 11 Detrás de la puerta, Diego tenía los ojos inyectados en sangre, rechinando los dientes de rabia. iAsÍ que todo este tiempo había sido engafiado como un idiota por Luciana! Esta mujer con corazón de víbora, jy él la había tratado con carifio como a una hermana mientras ella casi mataba a su prometida! Sofía se había defendido tantas veces, pero é| siempre la ignoró, pensando que solo estaba siendo irracional y acusando falsamente a otros. Pero ella era quien había sido incriminada todo el tiempo. Con este pensamiento, Diego golpeó su pierna con furia. éPor qué, por qué no pudo calmarse y escuchar lo que Sofía tenía que decir? Si tan solo hubiera confiado en Sofía una vez, jellano estaría ahora inconsciente en esa cama de hospital! Laira y el remordimiento atormentaban a Diego. Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta para confrontar alos hermanos, el jefe de seguridad se acercó ---- rápidamente y le entregó una memoria USB. - Sefior, este es el video de la cámara que Ilevaba la sefiorita Jiménez el día de la avalancha. -Ya ha sido restaurado. Diego se detuvo en seco. Sí, ahora lo recordaba. Cuando fueron a esquiar, el personal de la estación, por seguridad, había instalado una pequefia cámara en cada traje de esquí para monitorear en tiempo real el estado de cada persona. Fue solo después de la avalancha que la cámara de Sofía perdió la sefial, por lo que no pudieron localizar su posición. Después de encontrar a Sofía, los datos de la cámara estaban dafiados y necesitaban ser restaurados antes de poder recuperarlos. Diego regresó a su habitación y reprodujo el video en su computadora. Enla pantalla solo aparecía Luciana, de pie junto a Sofía, conuntono agudo y venenoso: -Sofía, ésabes que eres realmente un estorbo? Si no ---- fuera por ti, yo sería la prometida de Diego. - Deberías haber muerto hace tiempo, igual que tus padres de vida corta. Al ser una perspectiva en primera persona, no se podía ver la expresión de Sofía. Pero Diego podía oír claramente cómo la voz de Sofía temblaba de ira: -PLuciana, jno te permitiré calumniar a mis padres! -HEllos ayudaron a otros en peligro, équién eres tú para hablar de ellos? - Además, desde pequefia he estado junto a Diego, jtú solo eres una intrusa! Apenas terminó de hablar Sofía, varios compafieros aparecieron alo lejos. Luciana claramente tambiénlos vio y mostró una sonrisa desafiante: -iEn serio? La que no es amada es la intrusa. -PbDiego ni siquiera te ama, si no lo crees, ya lo verás. Dicho esto, golpeó con fuerza su mufieca contra una roca cercana. ---- La zona lesionada se hinchó inmediatamente, volviéndose morada. Se dio la vuelta y, entre sollozos, dijo a los compaíieros que se acercaban: -éPueden llamar a rescate, por favor? -Sofía y yo discutimos... ella, ella me empujó. - Mi mano golpeó contra una roca, duele mucho... Al oír esto, los compafieros corrieron a buscar ayuda, dejando a Sofía y Luciana solas. Diego recordaba este incidente. Cuando escuchó el informe de los otros miembros del equipo, su primera reacción fue culpar a Sofía: -éQué? iLastimó a Luci? -TÍElla solo sabe causarme problemas! Y para cuando llegó, la avalancha ya había ocurrido, la nieve había arrastrado a Sofi por el acantilado, cubriendo todo rastro. Recordó que cuando encontraron a Luciana, también había pensado en usar la cámara de Luciana para rastrear la posición de Sofía. Pero Luciana dijo que Sofi se había ido a otro lugar, que no estaba allí. ---- Así, la última pista para encontrar a Sofía se perdió. Enla pantalla, el video continuaba reproduciéndose. La voz de Sofía ya tenía un tono lloroso. Cada vez que se sentía injustamente tratada, enojada y triste, usaba ese tono. Desde que apareció Luciana, Diego había escuchado ese tono innumerables veces. Sofía preguntó, palabra por palabra: - Por qué siempre estás en mi contra? j|Nunca te he hecho dafio! - éNo puedes enamorarte de alguien más? éPor qué tienes que disputarme a Diego? Pero apenas terminó de hablar, un estruendo como de trueno comenzó a acercarse desde la distancia. Luego, la imagen comenzó a temblar, y la cámara giró para mostrar una ola de nieve que bajaba ferozmente por la ladera. -iAvalancha! jEs una avalancha! Sofía gritó alarmada, pero antes de que pudiera reaccionar, Luciana a su lado extendió la mano y la empujó con fuerza. ---- Cayó inesperadamente por el acantilado, y junto al silbido del viento en sus oídos, escuchó la maldición venenosa de Luciana: - Mejor muérete aquí mismo y ahórrale problemas a los demás. - No faltan bestias salvajes en estas montafias, al menos podrías alimentarlas, sería tu única buena acción. -iMuérete, Sofía! Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
