---- Capítulo 10 Era el atardecer cuando Diego llegó al hospital. -bDiego, qué bueno que Ilegaste, vamos a cenar juntos. Luciana, al ver sus mejillas algo hundidas, sintió compasión pero también una inevitable Ilama de celos. áPor qué Diego seguía tan preocupado por Sofía cuando ella ya era prácticamente una inválida? Pero no lo demostró. Ahora que Diego estaba deprimido, aprovecharía esta oportunidad para destacarse y hacer que Sofía desapareciera definitivamente de su vida. Con delicadeza, empujó a Diego hacia la mesa y colocó la comida frente a él: - bDiego, los guardaespaldas me dijeron que no has comido en todo el día, icómo puede ser eso? -Entiendo que estés preocupado por Sofía, pero no puedes descuidarte. Si Sofía te viera así, éno crees que se sentiría mal? - "Toma, este caldo de pollo lo estuve preparando toda la tarde, pruébalo a ver qué te parece. ---- Antelas atenciones de Luciana, Diego finalmente se relajó un poco. Tomó el tazón y le dirigió una sonrisa amable: - Está delicioso, Luci, cocinas muy bien. Luciana mostró una sonrisa de alegría: - De verdad? - Si te gusta, puedo preparártelo con frecuencia, équé te parece? Después de decir esto, se cubrió la boca inmediatamente: - Ay, si Sofía se enterara, seguramente se molestaría, mejor lo dejamos así. Diego miró a Sofía, inmóvil en la cama con los ojos cerrados, alimentada solo con suero, y sonrió con amargura mientras negaba con la cabeza: -Con tal de que despierte... no me importaría que se enojara conmigo. Diego apenas probó un par de bocados durante la cena. Al verlo decidido a pasar la noche junto a Sofía, Luciana se apresuró a levantarse: - PDiego, ve a descansar -dijo comprensivamente mientras apretaba su hombro-. Miguel y yo nos encargaremos de cuidar a Sofía. ---- -Has tenido un día agotador y estás herido, necesitas descansar bien. Diego quiso decir algo más, pero ante la insistencia de Luciana, finalmente accedió y regresó a su habitación. - No te preocupes, Sofía es mi prima al fin y al cabo, seguro que la cuidaré bien. Ya entrada la noche, Diego yacía en su cama, inquieto e incapaz de conciliar el suefo. Conla mente llena de preocupación por Sofía, finalmente no aguantó más, se levantó y decidióir a verla. Pero antes de llegar a la puerta de la habitación de Sofía, vio sombras moviéndose tras la puerta entreabierta. iEra Luciana o una enfermera haciendo su ronda? Una repentina sospecha surgió en su mente, se detuvo y. se ocultó en las sombras detrás de la puerta. Desde la habitación Ilegaban las voces de Luciana y Miguel hablando en voz baja. -íiCrees que así ya no despertará? -era la voz de Luciana- . En serio, épor qué no se murió de una vez? Miguel respondió con arrogancia: -Tranquila, hasta ---- yo, que no soy médico, puedo ver que probablemente nunca despertará. Soltó una risa lasciva y afiadió: - Ahora solo queda esperar a que te cases con Diego, jy viviremos como reyes! Luciana resopló con una risa, su tono era mezquino como Diego nunca había escuchado: - Por supuesto. -Tlncluso antes, cuando no era una inválida, tampoco pudo competir conmigo. - Mi Luci es realmente hábil -preguntó Miguel con . éCómo lograste dejarla en ese estado? curiosidad Luciana sonrió con desdén: - Fue muy simple. -Esa estúpida de Sofía, le dije que Diego queríair a esquiar, que había una estación natural de esquí muy popular en internet, y se lo creyó como una tonta. - Estuvo investigando y comprando equipo, y solo cuando Ilegamos se enteró de que Diego me había invitado también. Su cara se transformó al instante, me hizo reír muchísimo. - Durante el viaje la provoqué mencionando a sus padres muertos, y como era de esperar, se enfureció y comenzó a discutir conmigo. ---- - Deberías haber visto su expresión, parecía que quería devorarme. Los ojos de Luciana brillaban con malicia: -Además, no dije nada falso, sus padres tenían vidas sin valor, áúquién sacrifica su vida para salvar a otros? ;No merecían morir? - 2Y como si el cielo me favoreciera, justo cuando me preparaba para empujarla, ocurrió la avalancha, jasí que solo seguí el impulso! -/iAunque tiene mucha suerte, ni siquiera la avalancha acabó con ella! Al decir esto, Luciana sonrió con satisfacción: -Lo más importante es que cualquier explicación que diera después era inútil. - Porque sin importar lo que dijera, Diego nunca la creería. -íiCon qué podía enfrentarse a mií? Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
