---- Capítulo 8 Del otro lado de la línea, la voz de Gerardo sonaba incrédula y Ilena de tensión: -El embrión... tiene un 99.99% de relación biológica con Diana. Eliseo se quedó inmóvil. Lo vi claramente. Su mirada se llenó de confusión, como si no pudiera procesar lo que había escuchado. -iQué... qué dijiste? -preguntó, con un hilo de voz. -Te lo repito, Eliseo. La fallecida es Diana García. La misma que, hace cinco afios, huyó con los datos del proyecto. Tu esposa. Fue como si un rayo lo partiera en dos. El teléfono se le resbaló de las manos y cayó al suelo con un ruido seco. Lo observé, completamente perdido, su mirada vagando sin rumbo, como un animal asustado en un lugar extrafio. Nunca lo habia visto así. Y por primera vez en mucho tiempo, me hizo gracia. -Eliseo? -Dominga notó que algo andaba mal y se acercó preocupada-. ; Quién te Ilamó? Intentó agacharse para recoger el teléfono, pero Eliseo reaccionó de inmediato, tomándolo antes que ella. Su sonrisa era forzada, tensa. -Nada... solo un viejo amigo, diciêndome que un conocido de hace mucho tiempo.. falleció. ---- -Fue tan repentino que me dejó un poco... descolocado. -Así es la vida, Eliseo -intervino José, con un suspiro-. La muerte nos recuerda que debemos aprovechar el tiempo que tenemos. Vivan intensamente. Miró su reloj y sonrió. -Es hora. La boda debe continuar. -Sí, claro -respondió Dominga, asintiendo mientras tomaba a Eliseo del brazo, lista para caminar hacia el altar. Pero Eliseo no se movió. Yolovi. Sus manos temblaban, apretadas con tal fuerza que los nudillos se le pusieron blancos. El crujir de la funda del teléfono en su mano rompíia el silencio. Ese sonido... hizo sentirse escalofrios. Dominga lo miró con desconcierto y lo jaló suavemente. -gEliseo? É! giró lentamente la cabeza hacia ella, como si quisiera desentrafiar cada uno de sus secretos. Sus ojos, cargados de una intensidad que desbordaba duda, parecían cuestionar no solo a Dominga, sino a todo el mundo. Esa mirada... la conocia demasiado bien. Era la misma con la que me habia mirado cuando intenté defenderme, cuando le dije que yo no habia empujado a Dominga. La misma que no creyó en mí. ---- Dominga forzó una sonrisa nerviosa, incómoda, -eQué... qué pasa, Eliseo? Eliseo la observaba fijamente, mientras retiraba con calma su brazo del agarre de ella. -No me siento bien, Dominga -dijo, su tono frío-. Necesito descansar. -La boda... se suspende por ahora. iSuspendia la boda? iPor qué? iNo deberia estar celebrando al saber que la muerta era yo? « Qué le preocupaba tanto? Dominga lo miraba con incredulidad. -Eliseo, 4 qué acabas de decir? Sin darle una respuesta, Eliseo se dio la vuelta y empezó a caminar. -Voy a descansar. José, indignado, se interpuso en su camino. liseo! ; Qué demonios signífica esto? --exclamó furioso- Dominga es como una hija para mi! ;De verdad piensas dejarla sola frente a todos estos invitados? jEs un insulto para mi! Pero Eliseo, sin siquiera mirarlo, lo apartó con una mano y siguió adelante. No volteó ni una sola vez. ---- -iEliseo, z qué estás haciendo?! -gritó Yago, su voz cargada de confusión. Dominga, con los ojos Ilenos de lágrimas, levantó la falda de su vestido y corrió tras él, pero tropezó y cayó al suelo. -iEliseo! A pesar de todo, Eliseo no se detuvo. Siguió caminando, firme, sin mirar atrás, abandonando la boda sin remordimientos.