---- Capítulo 8 Si aún no estuviera muerta, probablemente me habría quedado sin aliento del susto al ver la cara de Emma. Pero ahora... hace mucho que dejé de querer vivir. Estoy cansada. Emma se acercaba paso a paso, y pude ver claramente el filo afilado de la daga de plata en su mano. La mayor parte de mi cuerpo ya se había convertido en espuma, lo que la hizo sonreír con satisfacción. Extendió la mano y me sacó del tanque de agua salada. Apenas entré en contacto con el aire, mi cuerpo comenzó a deshacerse aún más rápido. -iMuérete, Marina! La daga se lanzó directo a mi corazón con violencia, pero antes de que pudiera atravesarme, una mano la detuvo con la palma desnuda. Esa mano se desgarró al instante, la sangre goteó en el tanque y tihó el agua de rojo. ---- Antes de que Emma pudiera reaccionar, alguien la pateó con fuerza, tirándola al suelo. -RiéCarlos?! ;Qué haces aquí? Carlos miraba cómo mi cuerpo se desvanecía aún más, con tristeza profunda en los ojos. Pero cuando volvió a mirar a Emma, sus ojos se llenaron de odio. - Por qué quieres matar a Marina, Emma? jElla nunca te hizo nada! Emma lloró con un tono lastimero: -iLo hice por ti! Yo sabía que odiabas a Marina, así que quise matarla por ti, para que no tuvieras que ensuciarte las manos. Además, Marina es un monstruo. jMatarla es lo correcto! jElla debería haber muerto hace mucho! Carlos soltó una risa fría, y la miró como solía mirarme a mí: con absoluta frialdad. -íiDices que lo hiciste por mí? jAhora me doy cuenta de que fuiste tú quien la obligó a vivir en ese sótano sucio y estrecho! jFuiste tú quien pintaba usando su sangre! jEres cruel, Emma! jNunca soportaste verla ---- feliz! Sonreí con amargura. Carlos al fin había visto todo lo que Emma me había hecho... pero ya era demasiado tarde. Estoy muerta. Aunque se le pidan cuentas a Emma, é qué sentido tiene? Emma gritó incrédula: -iCruel? ijTú me estás Ilamando cruel!? Si yo soy una mujer cruel, jáentonces tú qué eres?! - -No olvides que tú también la maltrataste. |Y no fue menos que yo! ;Dónde estabas tú cuando Marina sufria y se desangraba? iAhora ya está muerta! Hagas lo que hagas, ella ya no puede verte. Carlos, a partir de ahora, solo yo te amaré. ;No podemos ser felices juntos? Justo cuando terminó de hablar, los padres de Carlos entraron con los guardias y esposaron a Emma. Emma se quedó paralizada un segundo, luego empezó a forcejear con desesperación: ---- -iéQuién les dio permiso para arrestarme?! jYo soy la futura reina luna! Carlos le dio una bofetada sin dudar y arrojó sobre ella un fajo de pergaminos. -iSigue sofiando! jMarina es mi verdadera reina luna! éY tú? No eres más que una traidora. La tiraron al suelo, y su cara, antes pálida y delicada, se manchó de polvo y ceniza. Aun después de ver las pruebas, Emma no reconocia su culpa: -iSí, soy una traidora! ;Y qué? jLas sirenas son monstruos! jEllas no son de nuestra raza! jjamás nos ayudarán de verdad! jNo se dejen engafiar por las sirenas! - iRey alpha, vas a castigarme por culpa de esos monstruos? Carlos respiró hondo varias veces, pero no pudo contener el dolor en su pecho. Todos estos afios, había actuado con terquedad, ---- hiriendo a quien lo amaba de verdad, mientras trataba con tanta ternura a una mujer cruel como Emma. Se había equivocado... -Emma... en realidad tú eres descendiente de brujos oscuros, icierto? i Te infiltraste en la manada Moonshadow para sabotear el tratado con el clan de las sirenas? -iéCómo lo sabes?! jáQuién te lo dijo?! Todos en la sala la miraban horrorizados. Ahora sí... ahora parecía un verdadero monstruo. El padre de Carlos le dio una palmada en el hombro: -iAhora lo crees? Emma se acercó a ti por una conspiración. -iPero también te amo de verdad, Carlos! Emma rompió a Ilorar, pero Carlos la miraba con un desprecio absoluto, como si fuera basura. No se sabe de dónde sacó fuerzas, pero de pronto logró liberarse de los guardias y lanzó un hechizo oscuro contra el tanque donde yo me encontraba. ---- -iCarlos! jSi no me amas, entonces no te dejaré en paz! -iNo, no lo hagas! Mi cuerpo fue destrozado por la magia negra, convertido en pedazos irreconocibles. -iiMarina!! Carlos se volvió loco intentando lanzarse al tanque para salvarme, pero los guardias lo sujetaron con todas sus fuerzas. Cualquiera que toque un hechizo oscuro... está condenado a morir. Emma se desplomó en el suelo, con sangre brotando por la nariz. Sonreía de forma siniestra. El hechizo claramente la estaba destruyendo desde dentro. Cuando la magia se disipó por completo y mi cuerpo fue totalmente destruido, Carlos seguía gritando con rabia. -iéQuién les dijo que me detuvieran?! jjYa no queda ni el cuerpo de Marina!! Nadie se atrevía a decir una palabra. ---- En ese momento, Carlos alzó la cabeza... y fijó la mirada con precisión en mi alma. Me estremecí. iáCarlos... puede verme? Con los ojos rojos, me suplicó con una voz que nunca había escuchado en él, tan vulnerable y desgarradora: - Marina... por favor... no te vayas. Quédate conmigo.
