---- Capítulo 7 Mi alma flotaba en el aire, ya sin capacidad de sentir emoción alguna ante las acciones de Carlos. Todos estos afios, se mostró sumiso y complaciente con Emma, pero tras mi muerte, revelaba ahora un rostro frio e implacable. Su corazón... realmente es insondable. Emma acababa de dar a luz. Quiso recostarse sobre el hombro de Carlos con coquetería, pero él se apartó sin dudar. Todavía sentía en su pecho el rastro de mi cuerpo, y no deseaba que nadie más lo perturbara. Emma soltó una risa incómoda, fingiendo que no había pasado nada. -PCarlos, escuché que tus padres han vuelto. ;Es cierto? -SÍí. Carlos respondió con lentitud, mientras escrutaba con atención la expresión de Emma: ---- - Sí, volvieron. Dijeron que todos estos afios malinterpretamos a Marina... y que su desaparición fue parte de un acuerdo... Yo escuchaba en silencio, pero pronto noté que Carlos no mencionó nada sobre el traidor. Emma se 1levó la mano a la boca, fingiendo asombro. - Un acuerdo? ;Por qué yo no sabía nada? Intentó seguir indagando, pero Carlos cortó la conversación de inmediato. - Descansa, necesitas recuperar fuerzas. Marina está muy mal, tengo que ocuparme de ella. -Esta noche dormirás sola. Carlos jamás le había hablado así de tajante a Emma. Incluso yo me sentí sorprendida. Salió de la habitación sin mirar atrás. Emma, por su parte, dejó ver una mueca de furia y, con un grito ahogado, barrió con todo lo que había sobre la mesa. Carlos, por su parte, reunió a todos los hechiceros en el laboratorio. Quería discutir cómo traerme de vuelta. ---- Los rostros de los hechiceros se llenaron de incomodidad; se miraban entre sí, sin saber cómo responder. Porque sabían la verdad: era imposible resucitarme. Uno de ellos, más sincero que prudente, se atrevió a hablar: - Mi rey, debe entender que la muerte es un viaje sin retorno. La perla vital de Marina ya casi se ha disuelto ... es imposible revivirla. Sería mejor que eligiera un lugar digno para enterrarla- iBang! Carlos, consumido por la rabia, lo golpeó de un pufetazo y lo mandó al suelo. - iiTodos ustedes son inútiles!? jLos traje aquí a cambio de una fortuna, no para escuchar palabras derrotistas! - Si no pueden salvar a Marina, entonces nadie saldrá de aquí. jiTodos morirán con ella! Los hechiceros pensaron en resistirse, pero retrocedieron al ver las garras afiladas que Carlos dejó al descubierto. ---- Cuando la tensión estaba a punto de estallar en sangre, el beta de Carlos se interpuso, y finalmente soltó lo que Ilevaba tiempo guardando: -iRey! ;Y de qué sirve ahora todo esto? jFuiste tú quien torturó a Marina durante afios! - "Todo su sufrimiento viene de ti. Esta muestra de dolor tuya solo te hace parecer un hipócrita. Sus palabras tocaron algo profundo en mí. Cuando estaba viva, Carlos nunca me valoró. Solo ahora que estoy muerta, se atreve a lamentarse como si me hubiese amado siempre. Carlos, épor qué no lo hiciste antes? No necesito este tipo de amor tardío. Al escuchar al beta, Carlos sintió cómo la sangre se le subía a la cabeza. Con un rugido, salió corriendo del laboratorio. El caos reinó en el tribu hasta pasada la medianoche. Aprovechando que todos estaban distraídos, Emma entró en silencio al laboratorio. ---- Su rostro estaba tenso. En la mano sostenía con firmeza una daga de plata. Al mirar mi cuerpo en el tanque, esbozó una sonrisa escalofriante. -Marin: deja de resistirte. Vengo a ayudarte... a terminar con todo esto.