---- Capítulo 0007 Me pareció ridículo y pregunté con frialdad: -Si no estaban satisfechas, épor qué no rechazaronla propuesta?. -2Ya que tú aceptaste, si nosotras lo rechazamos, pareceremos problemáticas. - SÍí, jsomos una sola unidad! jDeberíamos resistir esta injusticia juntas!- . Parecían profundamente humilladas. -éQué injusticia? Exigenlas leyes terrestres en el espacio, como si después de emigrar, usaranlas leyes de su país en el país de inmigración. fEs posible?. -Somos refugiadas. Si el espacio no nos recibe, ja dónde podemos ir? Ni siquiera vieron que el rey sigue este sistema, facaso son más nobles que el rey de la alianza?. Me enfadé y les hice una pregunta tras otra. Los humanos que pudieron escapar de la Tierra en el Arca eranlos más poderosos del mundo antes del apocalipsis. Acostumbrados a dar órdenes desde arriba, écómo podían aceptar su situación actual de dependencia? Pero, después de todo, éramos compatriotas, y no quería verlas autodestruirse. ---- --Han estado en Tampos durante dos días, deberían saber que los interestelares son seres de dimensiones superiores, no los traten como inferiores. No solo viven quinientos afios, sino que también tienen tecnología superior y cerebros más inteligentes. - Por supuesto, no tienen que seguir mi sugerencia, entonces no acepten los beneficios que les ofrecenlos hombres interestelares. Busquen trabajo en el planeta y manténganse. No son tontos, no pueden soportar las consecuencias de jugar con ellos. En mi vida anterior, la mayoría de ellas, como Estrella, disfrutaron con demasiada arrogancia del halago de los hombres interestelares. Cuando fueron culpadas, ninguna quiso ceder. Todas fueron enviadas al centro de reproducción y sufrieron mucho. Pero si no hubieran aceptado tantos regalos, de acuerdo con las leyes interestelares, se les asignarían tutores al azar. Además, fue su comportamiento lúdico lo que hizo que la situación de los hombres terrestres, que ya tenían poca capacidad de trabajo, se volviera cada vez más difícil. Los interestelares se refirieron a los humanos como - humanos terrestres codiciosos y astutos. Las mujeres que me rodeaban mostraron una profunda vergienza. ---- -iDeja de asustarnos!. -Ella no está bromeando, si juegan conlos interestelares y los lastiman, incluso las mujeres más valiosas serán encarceladas en el centro de reproducción y se convertirán en herramientas de reproducción. De repente, se escuchó una voz burlona desde la ventana. Todas nos sobresaltamos. Vimos a un hombre con una gran cola roja y peluda sentado perezosamente en el alféizar de la ventana. Sus ojos de melocotón estaban entrecerrados, mirándome con brillo. Retrocedí inconscientemente dos pasos, pero saltó frente a mí. - Déjame presentarme, me llamo Enoch, tengo 115 afios, lo que equivale a 25 afios en la Tierra. Soy un zorro rojo en mi forma de bestia-. Me tendió la mano. Su gran cola se movía frenéticamente, casi dejando un rastro. Retrocedí dos pasos más, tratando de escapar. Aunque había decidido adaptarme, todavía me quedaba un afio y medio. No quería tener un segundo tutor tan pronto. Al instante, mi mufieca fue agarrada firmemente por su cola peluda. ---- - Por qué huyes? iNo te gustanlos zorros?. - -Porque eres un pervertido, équé macho alfa se esconde en el bafio de las hembras para escuchar a escondidas? -le grité enojada. Pero él seguía sonriendo. Sacó una piedra verde de su bolsillo y me la ofreció. - FEsta es una piedra verde, puede prolongar la vida de una hembra en cincuenta afios. Si me eliges como tutor, tela regalaré. -iNo necesito! Mi esposa me dará una. La voz fria y profunda de Aizer irrumpió repentinamente. Un destello de luz blanca, y la cola de zorro que me rodeaba se retiró al instante. La cálida y familiar sensación me envolvió de nuevo. -Almirante Aizer, no seas tan rudo, a la sefiora no le gustará-dijo Enoch con desdén. -iLuna es mi esposa! -dijo Aizer con más fuerza. Viendo que estaban a punto de pelear, rápidamente tomé su brazo, que me rodeaba, y lo consolé suavemente: - Tenemos un afio y medio, antes de eso, definitivamente no aceptaré un segundo tutor. ---- - No hay problema, puedo esperar un afio y medio-dijo Enoch descaradamente. Vi que le encantaba causar problemas, así que solté su brazo. - PoOlvídalo, mátalo. La expresión de Enoch cambió inmediatamente, suplicando miserablemente. -Luna, icómo puedes ser tan cruel? jSoy tu futuro tutor! -iNo lo eres! Aizer me soltó y se abalanzó directamente sobre Enoch.