---- Capítulo 0004 Su presencia era imponente y elegante, con hombros anchos y cintura estrecha, irradiaba una intensa masculinidad. No era de extrafiar que Estrella, en mi vida pasada, se hubiera sentido atraída por é| a primera vista. Una pena que el almirante fuera tan poco romántico y la rechazara. Si en mi vida pasada él le hubiera correspondido, quizás Estrella al menos habría tenido una pareja. Al notar mi mirada, el almirante me miró con frialdad. Pero sus orejas triangulares y peludas se movieron ligeramente. Así que el almirante también era un hombre-bestia. Ese contraste entre su severidad y sus orejas le daba un toque adorable. Era bastante mono. De repente, recordé la jerarquía racial en el espacio. Si bien la mayoría de la Federación Interestelar estaba compuesta por humanos normales, también había muchos hombres-bestia y otras especies. Pero los interestelares tenífan un prejuício innato contra los hombres-bestia. Porlo tanto, cualquier hombre-bestia que lograra una ---- posición de poder en el espacio era, sin duda, alguien excepcionalmente poderoso. Especialmente en el ejército, donde los hombres-bestia constituían una gran parte de las tropas. Supongo que este almirante era uno de los mejores entre los hombres-bestia. No pude evitar sonreírle. Sus delgados labios se apretaron aún más. - APAizer, ícrees que puedes lIlevarte a estos débiles terrícolas? Ya han bebido mi veneno genético, sin antídoto, morirán en tres días -dijo Drake desde detrás delos soldados. El rostro de Aizer se endureció. Se dio la vuelta y los soldados se abrieron paso. Drake, cargando a Estrella, estaba rodeado de piratas espaciales. - ê Qué quieres? - preguntó Aizer con frialdad. - Mil millones de créditos estelares, y estos terrícolas son suyos -dijo Drake con avaricia. - De acuerdo - respondió Aizer sin dudarlo. En ese momento, Estrella me miró con furia. ---- - Mi hermana se queda aquí, somos familia. Me quedé impactada. Nunca se me hubiera ocurrido que pediría eso. - Sefior Almirante, quiero irme con los demás humanos, a vivir en el planeta. Sin pensarlo mucho, di un paso adelante y tomé la mano de Aizer. El calor de su palma, a través de mis guantes, llegó hasta mis dedos. iCómo era posible que pudiera tocarlo? En mi vida pasada, cuando Estrella se cayó, él la esquivó. Me sorprendió, pero no tenía tiempo para pensar. - Sefior Almirante, por favor, Iléveme con usted. - De acuerdo - respondió sin volverse. Drake me miró y sonrió: -Si la dejo ir, estaré desobedeciendo a mi esposa. -éQuieres pelear conmigo? - preguntó Aizer, con un tono más frío y amenazante. - FClaro que no, solo te recuerdo que debes pagar más. Por ella, quinientos millones de créditos estelares. Sabía que quinientos millones de créditos estelares ---- equivalían a cincuenta mil millones de la Tierra. Agarré con fuerza la mano de Aizer. - De acuerdo-dijo Aizer sin más. Pero Estrella enloqueció. -iGastaste quinientos millones de créditos estelares en ella! jLa Alianza nunca lo aprobará!. -Toda hembra es la más preciada en la Alianza. Estos quinientos millones no necesitan la aprobación de la Alianza, se pagarán desde mi cuenta personal - respondió Aizer con indiferencia. Pero sus palabras enloquecieron aún más a Estrella. - Estás dispuesto a gastar tanto dinero en ella? ;Te gusta? jáCómo puedes gustarle?! La buena disposición de Drake tras el cobro de las dos grandes sumas se desvaneció por la reacción de Estrella. La agarró del cuello, apretándole con fuerza, y dijo con voz siniestra: - f Estás tan emocionada porque te gusta nuestro respetado almirante?. Estrella, asustada, recuperó la compostura y se apresuró a negarlo: -Solo creo que Luna no vale tanto dinero. De hecho, no es digna de ningún intergaláctico destacado. ---- Drake solo se burló con una sonrisa irónica. Esperóa que Aizer pagara el rescate antes de entregar el antídoto. Viendo que todo se resolvía, intenté retirar mi mano. Pero apenas la solté, su gran mano la volvió a sujetar con fuerza.
