---- Capítulo 7 -Lucas, écómo puedes decir eso? Eva lleva tantos afios casada contigo, ni siquiera puedes distinguir su voz, feh? Lucas reprimió su ira y se levantó del suelo, palmeándose la ropa con expresión indiferente. - Mamá, quieres que yo lo descubra todo y avergiience a todo el mundo, ésí? Bien, les satisfaré hoy. jEspero que Eva no llore y me pida perdón! Lucas tomó su teléfono móvil y marcó directamente mi número. Tras una breve sefial de ocupado, se respondió alallamada. Pero nadie hablaba al otro lado, y sólo se ofa el débil sonido de la respiración. El rostro de Lucas estaba un poco torcido por laira, y dijo con voz fria: -Eva García, basta. Mi madre ha sido muy mayor, pero tiene que pasar por esta farsa infantil contigo. Naturalmente, nadie respondió, y sólo se oyeron algunas risas suaves. Lucas apretó los dientes y casi rompió el móvil en su mano. -Eva, ite ríes? jVen a pedir perdón en media hora, o me divorciaré de ti cuando vuelvo a casa! ---- No pude evitar reírme. iDivorcio? Lo siento mucho, pero me temía que esta vez no podía hacer lo que tú querías. Al fin y al cabo, ma había fallecido, ibas a ser viudo. La suegra estaba tan enfadada que casi se desmayó otra vez, y no cayó al suelo gracias a Diego. Le temblaban las manos e intentó varias veces para sacar el certificado de defunción del bolso. Le dio el fino papel sobre la cara de su hijo. -iLucas, abre tus ojos de mierda y ve claramente cómo murió tu mujer! Lucas recibió el certificado de defunción, lo revisó una y otra vez, casi rasgó el papel. Habló con expresión escéptica: -Esto es una falsificación, iverdad? Lógicamente, están preparados para engafiarme, y es difícil hacerlo de formatanreal. Diego se enfadó tanto que lo agarró por el cuello y lo arrastró hasta la morgue. -éêNo lo crees? Vamos, te Ilevaré a ver lo trágica que fue la muerte de Eva. Lucas no se resistió, dejando que le arrastrara. ---- Nada más acercarse a la puerta de la morgue, Tatiana, que se había escondido en un rincón, gimió de repente. -PLucas, parece que se me ha pasado la hipoglucemia, no puedo respirar. Cuando terminó, cayó al suelo y se hizo un ovillo por dolor. Aunque la actuación era muy pobre, Lucas la creía. Corrió hacia Tatiana con pánico, la abrazó y le acarició dulcemente el pelo. - Tati, écómo estás? No me asustes. Se me surgió una sonrisa amarga en la comisura de los labios. Mi muerte no pudo provocarle preocupación, pero Tatiana podía hacer que se desconcertara con sólo fruncir el cefio. Resultaba que él iba a ponerse nervioso también en algúón momento, la tranquilidad ante mí se debia a la despreocupación. La suegra, indignada, levantó el pie y le dio una patada enla espalda, pero él no respondió y sólo se concentró en Tatiana. -Lucas, me haces decepcionada, jespero que no te arrepientas! Con decepción, la suegra dejó que Diego la ayudara y salieron del hospital. Desde el principio hasta el final, Lucas no levantó la cabeza ni una sola vez. ---- Cuando los dos se marcharon, Tatiana abrió lentamente los ojos. Miró a Lucas con sus ojos inocentes: - PDLo siento mucho por entretenerte, no he desayunado esta mafiana. Déjame aquí, ve y explícaselo, no dejes que nos malinterprete. Lucas parecía hosco. - PBasta, no tengo nada que explicarle a esa mujer. Cuando te mejores, iré a verla, esta vez tengo que divorciarme. No debía ser blando en ese momento y aceptar casarme con ella, me arrepiento de verdad. Cada palabra, como una hoja afilada, me hacía agujeros en el corazón. Lucas Rodríguez, yo también me arrepentía. Si hubiera sabido que eras una persona tan despiadada, no me habría dejado enamorar de ti. Que no nos volviéramos a ver dondequiera que estábamos.
