Capítulo 27: Sin embargo, el dilema residía en la preferencia del equipo por Carrie para el papel principal. Elegir a Lise solo por beneficios económicos podría manchar su reputación, haciéndolo parecer tiránico. Después de mucha deliberación, el director decidió adoptar un enfoque discreto. Se puso en contacto con los agentes de Lise y Carrie, y les propuso otra audición. Esto nivelaría el campo de juego, permitiendo que la inyección de fondos se introdujera de forma más natural si el talento de las dos actrices resultaba indistinguible. Al amanecer del día de la crucial segunda audición, Kristopher y Lise estaban sentados juntos en el lujoso interior de un elegante Maybach negro. Lise, alegre y rebosante de confianza, se volvió hacia él. «Kristopher, cuando terminemos la audición, ¿qué tal si salimos a comer algo? Hace mucho tiempo que no nos ponemos al día», sugirió alegremente, segura de su inminente éxito con el apoyo de Kristopher. Al no recibir respuesta inmediata, levantó la vista, buscando su compromiso. Sin embargo, Kristopher parecía distante, su atención capturada por algo fuera de la ventana. Siguiendo su mirada, los ojos de Lise se posaron en Carrie. Carrie era una visión en la multitud, su presencia casi luminosa. Vestida con un sencillo jersey blanco combinado con unos vaqueros informales, desprendía una elegancia natural, transformando un conjunto sencillo en una declaración de estilo sofisticado. Parecía estar bañada en su propio resplandor, eclipsando sin esfuerzo a todos los que la rodeaban. Incluso el sol parecía desvanecerse un poco en su resplandor. Una tensión fugaz apretó los puños de Lise antes de suavizar su expresión en una astuta sonrisa. Había traído a Kristopher deliberadamente, con el objetivo de hacer alarde de su victoria. Lise quería restregarle en la cara a Carrie que no solo le había robado el hombre, sino que también le había arrebatado el papel protagonista que ella quería. Enmascarando rápidamente sus verdaderos sentimientos, Lise tiró de la manga de Kristopher y fingió asombro. «¿Por qué? ¿Qué hace aquí la Sra. Campbell?». Saliendo de su ensimismamiento, Kristopher respondió con una frialdad desdeñosa. «Ha pasado años disfrutando de la buena vida, pero este bache podría ser la toma de contacto con la realidad que necesita desesperadamente. Quizá ya no pueda soportarlo y esté pensando en arrastrarse de nuevo hacia mí». Su conocimiento de las circunstancias de Carrie siempre estaba actualizado. Había vivido en un hotel, dejando deliberadamente todas sus pertenencias en su casa compartida. Sus acciones hablaban más de un retraimiento petulante por falta de atención que de un movimiento serio hacia el divorcio. En su opinión, Carrie estaba tan acostumbrada a una vida de indulgencia que probablemente le resultaba difícil arreglárselas sola después de su separación. Para él, la inesperada aparición de Carrie no era más que una admisión de su incapacidad para afrontar sus desafíos sola, posiblemente incluso un indicio de una disculpa inminente. Dado que Carrie había intentado a menudo controlar su paradero a lo largo de su matrimonio, no le sorprendió que hubiera conseguido localizarlo aquí. En el vestíbulo, Carrie se detuvo junto a la máquina expendedora, mirando la Coca-Cola que había dentro.
