Capítulo 19: Con renovada determinación, Carrie decidió volver a dedicarse tanto a su carrera como actriz como a sus esfuerzos como escritora. Por suerte, había vuelto a contactar con su antigua agente, Ruby Curtis, la noche anterior. Ruby, aunque algo reservada, no la había rechazado y había propuesto reunirse hoy. «¿Carrie?». Mientras Carrie daba los últimos toques a su rutina matutina, la voz de Ruby, acompañada de un suave golpe, se filtró en el aire. Carrie se acercó a la puerta y la abrió, revelando a Ruby de pie allí con un aire de profesionalismo sereno. Ruby, vestida con un traje gris de negocios impecablemente confeccionado, se había transformado de la novata de mejillas regordetas que Carrie conoció una vez en una mujer de carrera aguda y formidable. Cuando Carrie estaba bajo el ala de Ruby, Ruby todavía era una desvalida en la industria, a menudo pasada por alto porque su lista carecía de celebridades notables. Al dar la bienvenida a Carrie a su círculo, Ruby no pudo ocultar su alegría y anunció que por fin había encontrado una protegida a la que enseñar y ayudar. Sin embargo, con el paso del tiempo… En apenas dos años, Ruby se había hecho un hueco en la industria, catapultando a varias estrellas en ciernes a la fama. Todo el mundo parecía ascender, todos excepto Carrie, que había detenido su ascenso por amor, anclándose firmemente en una época pasada. —Ruby —llamó Carrie mientras la acompañaba a la habitación y le indicaba una silla. Ruby se sentó sin dudarlo, con una voz llena de sarcasmo mordaz—. Tenía la impresión de que te habías echado a la bolsa a un marido rico y habías abandonado esta industria caótica para siempre. Y, sin embargo, aquí estás. ¿Se derrumbó el sueño de una vida lujosa y tranquila como ama de casa, y eso te hizo volver corriendo hacia mí? En su día, Carrie no había pasado mucho tiempo bajo la tutela de Ruby antes de empezar a dejar de lado sus propias aspiraciones profesionales. Como resultado, su conexión había sido, en el mejor de los casos, tenue. Cuando Carrie anunció su intención de dejar la industria, solo habló de un nuevo amor en su vida y de sus planes de casarse. El hombre en cuestión procedía de una familia acomodada y detestaba el resplandor de la atención pública. Ruby, aunque reacia, no pudo disuadir a Carrie de convertirse en una esposa trofeo y tuvo que dejarla ir, aunque de mala gana. Sin embargo, ¿quién podría haber predicho que en solo dos cortos años, Carrie estaría al teléfono, con la voz teñida de derrota, confesando que sus esfuerzos románticos habían fracasado y que anhelaba recuperar su lugar en el centro de atención, suplicando la orientación de Ruby una vez más? Al oír esto, Ruby se quedó estupefacta. Si no fuera por la innegable belleza de Carrie y su talento, en otro tiempo fascinante, en la pantalla, Ruby ni siquiera habría considerado esta reunión. Carrie, muy consciente de sus propios errores, permaneció en silencio mientras las mordaces palabras de Ruby llenaban el aire.