---- Capítulo 5 Aiden se encontraba solo en la habitación vacía. Sobre la mesa yacía la insignia de Luna, un reloj de bolsillo de plata con la inscripción «Para mi querido Alfa. Por siempre tuya, Cloe», y un acuerdo de disolución del lazo de pareja firmado. Se había ido. Contempló los objetos, paralizado, mientras la verdad se asentaba sobre é| como una densa niebla. Entonces, explotó. Salió disparado por la puerta, atravesando el complejo como un poseso, buscando cualquier sefial de ella en cada calle, en cada rincón de la manada. La lluvia caía a cántaros, empapando su ropa, convirtiendo los caminos de tierra en lodo, pero no se detuvo. Fue entonces cuando vio una figura familiar deslizarse por el callejón detrás de la taberna; era Lana. Quizás ella sabía dónde había ido Cloe. La siguió... y lo que vio bajo la luz de la luna lo dejó helado... Lana estaba envuelta en los brazos de un hombre, conla ropa arrugada y los labios entreabiertos en un suspiro ---- entrecortado. El hombre tenía un brazo alrededor de su cintura, mientras trazaba un camino de besos por su hombro desnudo, dejando marcas amoratadas a su paso. Lana echó la cabeza hacia atrás, gimiendo con suavidad. -Eres increíble, Marcos - jadeó, desabrochando hábilmente su cinturón- . Darte información sobre la manada fue la mejor decisión que he tomado, no eres como ese idiota de Aiden, que todavía me trata como a una hermanita. Marcos soltó una risa baja y divertida. -éY dices que lo deja todo en cuanto tú te haces la damisela en apuros? No está capacitado ni para liderar una «manada» de pulgas. -iVerdad? -ronroneó Lana- . La última vez, lo Ilamé durante su aniversario con Cloe y le dije que me había torcido el tobillo. La abandonó en un abrir y cerrar de ojos. Dios, solo estaba jugando con ellos, pero, honestamente, ver a las dos personas más poderosas de la manada bailar en la palma de mi mano... se siente como una victoria. Todas esas «emergencias» a medianoche y las misteriosas heridas, no habían sido más que un juego de ---- ella, una trampa. Y Aiden... había creído cada palabra, y había lastimado a Cloe, una y otra vez, por ella. Sin poder creerlo, permaneció inmóvil en las sombras, sintiendo como si algo dentro de su pecho hubiera sido desgarrado. Siempre había tratado a Lana como si fuera su familia, la había protegido, confiado en ella, pero ella, todo ese tiempo, no había hecho más que burlarse de él, manipulándolo. Sin embargo, lo que más lo destrozó fue la repentina y devastadora comprensión de que Cloe había tenido razón todo el tiempo. Pero, en lugar de escucharla, la había aplastado y dudado de ella hasta el punto de alejarla. - Ese tonto realmente piensa que necesitas ser salvada -se burló Marcos - . Qué gracioso. -Exactamente. - Lana soltó una risita, claramente complacida consigo misma-. iSabes? He estado enviándole videos míos con Aiden a Cloe, en secreto, solo para molestarla. Imaginarla ardiendo de celos me excita tanto que tuve que venir corriendo a ti por un poco de... desahogo. ---- - Pequefia malvada -murmuró Marcos con una sonrisa - . Pero équé ganas tú con todo esto? - Eres tonto? -la voz de Lana adquirió un tono calculador - . Una vez que Cloe esté fuera del camino y yo me convierta en Luna, tendremos acceso completo a los recursos de la manada. He estado envenenando su té durante semanas, debilitando poco a poco sus habilidades curativas, así que, pronto, ni siquiera calificará como sanadora. Y, cuando eso suceda, Aiden no tendrá más remedio que disolver el vínculo. - Bueno, ahora se ha ido... - Exactamente, eso salió mejor de lo que planeé porque no va a volver. Cuando el polvo se asiente, seré la única que quede junto Aiden. Los puíios de Aiden se cerraron con tanta fuerza que sus ufias hicieron sangrar sus palmas. Pensó en la sonrisa cansada de Cloe, sus palabras vacilantes y la forma en que su cuerpo se había vuelto más delgado, más débil. Pero él lo había pasado todo por alto, ignorando su dolor y desestimado sus advertencias, mientras defendíia a una víbora. Su visión se nubló por la furia y sus ojos se enrojecieron. Recordó que uno de los colegas de Cloe había mencionado de pasada que ella no había sido la misma ---- últimamente, que siempre estaba cansada, luchando conlos tratamientos. Cloe nunca le había dicho ni una palabra, no lo culpó, ni le suplicó. Levantó una mano temblorosa y se abofeteó con fuerza, antes de salir de las sombras. - Fuera de mi manada -su voz fue mortalmente tranquila, como hielo quebrándose sobre aguas profundas. Lana se dio la vuelta, y su rostro se tornó tan pálido como el de un fantasma. -iAiden! Espera, escucha. Esto no es lo que parece... - A partir de este momento - dijo él con frialdad-, tu amante y tú están desterrados de manera permanente. Si vuelven a pisar nuestro territorio, no mostraré misericordia. -Su voz cortó el callejón como una cuchilla, afilada por la furia y el poder de un Alfa al límite - . Traicióname una vez -afiadió, con la voz convirtiéndose en un grufiido mortal- , y aprenderás lo que significa cruzarse con un Alfa. El viento aulló detrás de él, y Lana finalmente comprendió que Aiden ya no era su títere. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!