---- Capítulo1o Pronto llegó la hora de la boda. Mi tía Ilegó justo en el último minuto. Me dio un abrazo de oso y me metió apresuradamente un fajo de billetes en la mano. -PCariíito, me alegra de veras mucho por ti, espero que seas feliz de ahora en adelante, aprovecha al máximo ahora que tienes un verdadero galán a tu lado. Después de unas palabras con mi tía, la boda comenzó oficialmente. Pero desde el momento en que comenzó la ceremonia, sentí que algo andaba mal. Mi lobo también estaba algo inquieto, sin saber por qué. Cuando la ceremonia llegó al punto de intercambiar los anillos, de repente, desde afuera, se oyó un rugido furioso de un hombre: -IiAlto! jQué rayos está pasando aquí! En ese preciso instante, la figura erguida de Carlos apareció frente a todos. Mis padres se pusieron serios y ordenaron a los guardias que lo echaran como un perro a patadas. ---- Pero Carlos, como siempre tan terco, comenzó a pelear enloquecido con todos los guardias que se le acercaban. Un solo hombre mandó al piso a una decena. Corrió desesperado a grandes pasos hacia el altar, Extendió la mano hacia mí. -Natalia, no puedes casarte con él, jsolo puedes ser mi esposa! jMi futura Luna! - Sé que lo que hice antes estuvo mal, reconozco que fui un patán y un imbécil contigo, éáme das otra oportunidad? iTe lo ruego, por favor? - A partir de ahora, cuando sea tu cumpleafios, lo pasaré siempre contigo, jprometo que jamás dejaré que el desgraciado mango se cruce en nuestra vida! jCuando sea el alfa de la Tribu del Valle, prohibiré el mango y todos sus derivados! Pero por amor a la diosa del cielo, é me perdonas? Regresa conmigo, si hoy vienes conmigo, te prometo que te daré todo lo que quieras hasta el sol... Escuchar esas palabras lIlenas de súplica y humillación, tan parecidas a las de mis suefios, no me causó nada en mis adentros. Mateo, al ver que no reaccionaba, se puso firme frente a mí, bloqueando con ímpetu la mirada de Carlos. ---- Luego, les ordenó a los guardias que lo sacaran de la ceremonia. En unos momentos, lo arrastraron afuera. Yo solo observaba atenta y como si nada, viendo cómo se arrastraba sin ningún remordimiento. Me di la vuelta, sin vacilar, y cambié enseguidalos anillos con Mateo. Bajo el testimonio de la diosa lunar, completamos el ritual más sagrado de nuestras vidas: el Mark. Mateo bajó la cabeza, acercándose cuidadoso a mi cuello. El calor de su aliento y la leve sensación de dolor en mi piel provocaron una resonancia en mi lobo. Cuando su aliento me marcó, mi lobo emitió un bajo gemido, un sonido de aceptación y pertenencia total. Cuando me llegó el turno, me acerqué despacio y dejé mi marca indeleble en el cuello de Mateo. En ese instante, una conexión sin igual surgió de repente en mi corazón. Nuestros alientos se entrelazaron, y nuestras almas parecían tocarse en los rincones más salvajes de nuestro ser. Al finalizar el ritual, el lobo de Mateo emergió enseguida de las sombras, uniéndose de inmediato al mío. Los dos ---- lobos se miraron bajo la luz de la luna, con sus ojos llenos de profundo amor. Sus gemidos suaves eran una promesa a la diosa y una inmensa aceptación de nuestro destino. Cuando terminó la boda, después de saludar a todos los familiares y amigos, Mateo me pidió que aclararalas cosas con Carlos. Observando la calma con la que él se comportaba, acepté ylevanté mi vestido para salir del hotel. Carlos estaba sentado en la acera, con la cara cubierta de sangre. Al verme, saltó y corrió como loco hacia mí. Se arrodilló de inmediato tembloroso frente a mí. -bNatalia, escúchame, fui un idiota, ahora sé que lo hice mal, por favor, dame una oportunidad, déjame arreglar las cosas contigo, ipuedes? jSi te vas, me voy a morir! - De verdad, perdón, lo entiendo ahora, después de que te fuiste, miré las cámaras de seguridad en casa. Ese día, tú no le hiciste nada a ella, todo fue planeado por ella. Fue mi culpa, no confié en ti y me engafió, todo el tiempo, todo fue mi error. Puedes darme una cachetada, pero por favor, dame una oportunidad. ---- -Han pasado diez afios, crecimos juntos, jhabíamos dicho que íbamos a casarnos! iLo has olvidado por completo? j;Somos el uno para el otro! Al escuchar esto, sonreí sin decir nada. -FCarlos, digamos que olvidé todo. Tal vez fui yo quien cambió hace mucho, feso te sirve? Haz lo que quieras. -Como puedes ver, ya soy una mujer casada. Te lo dije, se acabó todo. No necesitamos vernos. Cuando terminé de hablar, Carlos sacó a toda prisa un álbum de fotos de su chaqueta. Dentro, las 9998 fotos estaban impresas con gran detalle, como una versión en miniatura de la que yo quemé. Antes de que pudiera hablar, se lo quité de las manos y lo lancé furiosa hacia la piscina más cercana. Se sorprendió al verme, y muy ágil trató de recuperarlo. Saltó a toda prisa al agua de un clavado. Pero el álbum ya había desaparecido. Al igual que nuestra relación, que ya no podía ser salvada. ---- Lo vi, empapado y humillado, salir de la piscina. Con una expresión algo impasible, le dije las últimas palabras: --Carlos, creo que ambos sabíamos muy bien lo que querías cuando estuviste conmigo. Nunca estuvimos de veras juntos, pero hoy te doy una despedida formal. No sigas, no me hagas odiarte. Los últimos diez afios ahora no son más que un simple recuerdo. - -No arruines lo último que queda de ti en mi corazón. Después de decir esto, me di la vuelta y me fui. Mateo estaba esperándome justo en la puerta del hotel. Subí al lujoso automóvil Maybach, el mismo que Carlos siempre había deseado, y salimos a toda velocidad, alejándonos por completo bajo la mirada impotente de Carlos. Adiós, diez afios. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
