---- Capitulo 8 De repente, senti una tristeza profunda invadir mi ser. Con los afios, la distancia entre mi hermano y yo se habia vuelto enorme. Desde la tragedia de mis padres, no nos habiamos sentado a nunca a platicar como antes. Después de un largo silencio, Cristian ajusté mi cobija y dijo: -Un mal suefio, gverdad? Duerme tranquila. Yo me quedo aqui cuidandote. Mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, y obedeci, volviendo a acostarme. -Cristian, Saqué la cabeza de debajo de la cobija y pregunté con cuidado: -{Todavia me culpas? Con la luz apagada, en la oscuridad, escuché su respuesta: Nunca te culpé, todo fue mi culpa. Todos estos ajios, te he hecho pasar por muchas penas. Me tapé la cabeza con la cobija y lloré en silencio. Senti como si todas las cargas y el dolor de estos afios se desvanecieran en ese instante. Después de un rato, me asomé de nuevo y lo vi sentado tranquilamente al lado de mi cama, velando por mi. Recordé las vendas blancas en su mano izquierda y le pregunté con voz ronca: ---- -Cristian, {qué te paso en la mano? Ala luz de la luna, lo vi bajar la mano rapidamente, sin decir nada. Nunca ha sido de los que explican mucho, y como apenas estabamos arreglando nuestra relacién, no quise insistir para no molestarlo. Asi que me quedé callada y fingi dormir. Parece que noté lo cuidadosa que estaba siendo con él, porque después de un rato, hablo de nuevo: -Si tienes tiempo estos dias, vamos a ver a mamé y papa. Nunca hemos ido juntos. Si seguimos esperando, nos van a reclamar. Respondi suavemente: -Estd bien, iremos. Poco después, sacé su tarjeta de crédito de su cartera y la dejé en mi mesa de noche. "El dinero que me mandaste para las deudas todavia sobré. Esta todo aqui. Cuando el juicio termine y nos den la compensacién, guérdalo todo en esta tarjeta. En la oscuridad no podia ver su expresién, asi que pregunté: -{Pero no queda mucho que pagar todavia? Le devolvi la tarjeta -Mejor usa esto para pagar las deudas primero, me la das después. Cristian apreté la tarjeta con fuerza, su voz quebrandose. -La empresa ya no existe. Se liquidé, y vendi la casa. No te ---- preocupes, todo esta pagado. Contuve las ldgrimas y esbocé una pequefia sonrisa. -De acuerdo. A partir de ahora, estaré contigo siempre. Donde vayas, ahi estaré. El suspiré y me dio un pequefio golpe en la frente con un gesto de ternura. -Vale. Ala mafiana siguiente, cuando desperté, Cristian ya se habia marchado. Recordando nuestro plan de visitar juntos a nuestros padres, me levanté répido a lavarme y alistarme. Tomé mi celular para llamarlo y concretar la hora, pero la llamada de Henry Novak llegé primero. Quise colgar, pero por accidente no contesté. Hubo un silencio al otro lado, como si no esperara que atendiera tan rapido. {Qué es lo que quieres? -le pregunté. Henry hablé con frialdad: -Nola, gcudndo vas a terminar de una vez con el divorcio? Me quedé congelada un momento, recordando de golpe que no habiamos terminado los tramites. Pero estaba apurada por llamar a mi hermano, asi que lo rechacé répidamente. -Hoy no puedo. Mejor en un par de dias hacemos eso.
