---- para avisarme que el juicio seria en unos dias. Era la noticia que habia estado esperando. No podia esperar para contarselo a Cristian. El celular soné por un buen rato antes de que él contestara. El silencio del otro lado era inquietante. Escuché un goteo, como si algo cayera lentamente al agua No pensé mucho en ello y, emocionada, le di la noticia. Pero Cristian no parecia contento. Solo respondié con desgano: ~Ya lo sé. De repente, senti muchas ganas de verlo. Después de pasar tanto tiempo en el hospital, ni siquiera le habia llamado, Sabia que estaria molesto conmigo. Me mando una direccion, y como me sentia mejor, decidi hornearle su pastel favorito. Aunque ahora era frio conmigo, antes era capaz de ir a las fauces. de un le6n solo para traerme comida Solia protegerme, y ahora era mi turno de ser atenta con él. Cuando llegué con el pastel, ya estaba sentado, habiendo pedido la comida, la que mas me gustaba. Dejé el pastel y quise bromear con él, pero no senti que fuera el momento. En su lugar, le empujé la comida hacia su lado. Noté que mantenia su mano izquierda debajo de la mesa y nunca la levanté. Durante nuestro encuentro, fue tan indiferente como siempre, pero ---- al menos acepté el pastel. Aunque no lo probé, su gesto me hizo sentir que no estaba tan molesto conmigo Al despedirnos, me miré fijamente y, con un toque de preocupacién, pregunté: -{Por qué has perdido tanto peso? Me sentia mal al escuchar esa pregunta. Aun con mi abrigo grueso, mi bufanda, gorro y mascarilla, habia notado el cambio. Rapidamente bajé la cabeza y ajusté mi abrigo, tratando de ocultar mi cara. -Sencillamente porque estoy a dieta Menti. Y por suerte, no insistié y se fue con el pastel Mientras lo vefa alejarse, noté que su mano izquierda estaba envuelta en un grueso vendaje blanco. Cuando regresé al hospital, el doctor Babic me regafié por haber estado fuera tanto tiempo. Aun asi, me sentia feliz. Todo lo que habia esperado parecia finalmente estar avanzando en la direccién correcta. Viéndome tan contenta, Babic no pudo evitar sonreir. Pero después de un rato, su expresion se apago nuevamente. Ultimamente, aunque mi dnimo habfa mejorado, mis noches estaban llenas de pesadillas. Cada vez que cerraba los ojos, veia a mis padres saltando desde aquel edificio, su desesperacién y desamparo me envolvian. ---- La ira y frialdad de Cristian, la venganza de Henry, y el desprecio de todos los que me rodeaban, todo pasaba por mi mente como una pelicula de terror que no podia darle pausa, Me desperté en medio de la noche empapada en sudor. Cuando abri los ojos, estaba de nuevo en mi habitacién del hospital, rodeada del olor a desinfectante. Me movi un poco, intentando levantarme para tomar agua, pero entonces noté a alguien dormido junto a mi cama. Encendi la lampara, me froté los ojos, y me di cuenta de que era Cristian Cuando vio que estaba despierta, se levanté y me acomods la manta con cuidado, murmurando: -Nena, ya estas grande, y alin sigues dando patadas bajo la cobija. -Cristian. Lo Ilamé, temiendo que fuera un suefio. Habia pasado tanto tiempo desde que lo escuchaba llamarme asi. Sus manos se detuvieron por un instante. Después de un largo silencio, finalmente hablo con ese tono familiar: -Tu amigo el doctor me dijo que estabas enferma, vine a verte. Su voz no solo transmitia preocupacién, sino también un toque de desesperacién que apenas percibi
