---- Capítulo 7 Pero durante esta, cuando Camila intentó tomar el brazo de Andrés, él se apartó, evitándola deliberadamente. Frente a tanta gente, dejar a Camila en evidencia fue un duro golpe para su orgullo, y sus ojos rápidamente se lIlenaron de lágrimas. -PQuisiera aclararles algo. Mi esposa, Verónica, no ha podido asistir hoy porque está enferma, espero que lo entiendan. En cuanto a los rumores sobre nuestro divorcio, son completamente falsos. Ver semejante farsa me provocó un profundo disgusto. Apagué la televisión y me dormí profundamente. Al día siguiente, después de recoger algunas cosas, me dirigí al hospital. Mientras limpiaba el cuerpo de mamá, escuché golpes urgentes en la puerta de la habitación. Era Andrés de nuevo. Cerré la puerta en su cara, pero él la detuvo con el brazo. - Verónica, escúchame -dijo con desesperación-. j Mateito ha tenido un accidente! Está en la habitación de al lado. ---- Fue entonces cuando me percaté de que las manos de Andrés estaban manchadas de sangre. Como madre, no pude ignorar la situación y lo seguí apresurada hasta la habitación de al lado. Nada más entrar, Mateito corrió hacia mí y me abrazó con fuerza. -iMamá, viniste a verme! Llevaba puesto un pijama de hospital, pero su rostro estaba radiante, sin ningún signo de enfermedad. Lo examiné rápidamente y luego miré hacia las manos de Andrés, que mantenía ocultas tras su espalda. -Enséfiamelas. Él titubeó y, nervioso, trató de cambiar de tema: -Mateito, éno habíamos quedado en que ibas a quedarte quieto en la cama? Entonces comprendí que los dos me habían engafiado. - Andrés, éte parece gracioso? Andrés bajó la cabeza, desesperado. -Verónica, ya no sé qué más hacer. Sabemos que ---- cometimos errores, pero tú todavía te preocupas por Mateito, y él no puede estar sin su mamá. Por primera vez, Andrés mostró vulnerabilidad, agachando la cabeza ante mí. La rabia me invadió y, sin contenerme, le di una bofetada con todas mis fuerzas. -íCrees que es divertido jugar con algo así? jQué asco me das, Andrés! Matito se quedó paralizado, asustado. - Papá... mamá... Andrés, ignorando el dolor, parecía perdido. -Verónica, sé que, si no te detengo ahora, todo terminará entre nosotros. Sonrió sarcásticamente. -Entre nosotros ya no queda nada, Andrés. fAcaso se te olvidó? Ya estamos divorciados. ; Qué clase de drama intentas montar ahora? --Lo siento, todo fue culpa mía, dime por favor qué puedo hacer para que me perdones. - PVete a la mierda, y tal vez te perdone. ---- Su rostro se llenó de dolor. -Por qué llegamos a este punto? éPor qué me odias tanto? Sonreí amargamente. -Esa es una pregunta que deberías hacerle a las mismísimas almas del infierno. Cuando salí de la habitación de Matito, vi a Camila esperando frente a la puerta de la habitación de mamá. -Verónica, hoy vine a hablar contigo -dijo, dejando de fingir, mientras una expresión desdefiosa se apoderaba de su cara- . Quiero que te vayas de Puerto Mar. Ni mamá ni Andrés te necesitan. Reí suavemente. - iAsí que por fin dejaste de fingir, Camila? Ella me fulminó conla mirada. - éPor qué apareciste en mi vida? Si no hubieras regresado, nada de esto habría pasado. Mamá lleva días preocupándose por ti y me envió para preguntarte cómo estabas. Andrés y yo hemos estado juntos desde pequetios, y ahora está completamente perdido por tu culpa. ---- Su rostro se torció en una mueca de frustración e incredulidad. -Verónica, le dije a mamá cosas horribles de ti para enemistarla contigo. Le hablé mal de ti a Matito para que no te quisiera. Pero al final, ícómo es posible que ambos sigan queriéndote? iQué les has hecho? -Camila, no quiero este hogar destrozado. No vale la pena pelear por él. -Sefialé detrás de ella - . Oh, y por cierto, Andrés también está aquí en el hospital. El rostro de Camila se puso pálido al instante. Se giró y vio a Andrés, que la miraba con una expresión sombria. -aAndrés, déjame explicarte. No es lo que parece... -iCamila, de verdad hay algo más que puedas decir? é Cuánto tiempo llevas engafiándome? Y encima, la última vez, todavía te defendí... Camila, desesperada, lo agarró por la manga mientras las lágrimas le brotaban. -No es cierto, Andrés, te lo juro, todo ha sido un malentendido... -TLárgate, no quiero volver a verte nunca jamás. ---- Su discusión rápidamente atrajo la atención del personal del hospital. Los guardias intervinieron para separarlos. Andrés, completamente derrotado, ya no tenía la actitud autoritaria de antes. -iSefiorita Verónica! jSu madre está muy grave! Una enfermera llegó corriendo hacia mí, visiblemente angustiada. Esa noticia hizo que el rostro de Andrés se frunciera. Se soltó de los guardias y corrió hacia mí. -iDoctor! jHaga usted lo que sea necesario para salvarla! -exclamó con urgencia. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!