---- Capítulo 7 Me desmayé del dolor. Cuando volví en mí, sentía el cuerpo adolorido y la cabeza bastante pesada. Me di cuenta de que estaba enferma. Cuando Fabiola entró, intenté incorporarme un poco, pero el cuerpo no me respondió y volví a caer sobre la cama. Ella me miraba desde lo alto, con una sonrisa arrogante enlacara. -iCuándo vas a romper el vínculo con Ramón? Francisca, maté a tu hijo y él no me hizo nada. éTodavía no te queda claro que él solo me quiere a mí? Bajé la cabeza, respirando con dificultad, con un agudo dolor en el pecho. iEra verdad! Para Ramón, yo no significaba absolutamente nada; Fabiola, en cambio, era su amor y único verdadero. No importaba lo que Fabiola hiciera, é|] siempre la perdonaba. ---- - Para que no lo supieras, te dio una medicina que bloqueaba el vínculo mental. Yo me rompí la cabeza buscando el antídoto por todas partes para dártelo. No desperdicies mi buena voluntad -se inclinó y me susurró con malicia al oído. - Por qué haces todo esto? éDe veras es solo por amor a Ramón? - -No es solo por amor. También quiero ser la Luna. Quiero arrebatarte todo. Al escuchar eso, lo entendí. La expresión de orgullo en su rostro, el recuerdo aún fresco del profundo dolor que sufrí anoche... Todo me llenó de rabia y, por eso la empujé. No logró mantenerse en pie y cayó al suelo con un golpe seco. Justo entonces apareció Ramón, que había venido a buscarla. Corrió despavorido hacia Fabiola y la levantó del suelo. Ella se dejó caer en sus brazos, 1Ilorando como si realmente le hubieran hecho daão. - Me duele mucho el vientre -dijo. ---- Ramón me miró enfurecido y me regafió: -iFrancisca! Te vi empujarla. Si estás molesta por algo, desquítate conmigo, jpero no le hagas dafio a ella! Sonreí con amargura, sin ganas de responder, pero antes de que pudiera hablar, Fabiola comenzó a gritar desesperada, sefialando su abdomen: -IiAh! Estoy sangrando... el bebé... jmi bebé! Al verlo, Ramón lanzó una amenaza escalofriante antes de Ilevarla corriendo en brazos: -iSi le pasa algo a mi hijo, nunca te lo voy a perdonar! Sentí de nuevo un dolor punzante en el pecho, lo apreté con fuerza y respiré con gran dificultad. Ya no podía soportarlo más. Con las manos temblorosas, tomé el celular y marqué enseguida al servicio de emergencias. En el hospital, la empleada lamó varias veces a Ramón, pero él no respondió. Cuando desperté, ella era la única que estaba a mi lado. -Sefiora, Ilamé al sefior, pero no contesta -dijo con la cabeza agachada. ---- Tomé el celular con calma y vi que Fabiola me había enviado cantidad de fotos, todas mostrando a Ramón cuidándola con esmero. Fui yo quienlo contactó y le pedí que viniera al hospital. Una hora después llegó, y Fabiola estaba justo con él. Claramente, el bebé estaba bien. - Perdón, no sabía que estabas enferma. éCómo te sientes? - preguntó Ramón, haciendo mala cara, con un tono que parecía casi preocupado. - Se ha recuperado nuestro vínculo mental. Rompamos el vínculo. Tu traición me dolió como si me arrancaran el corazón. Lo dije con frialdad, mirando su rostro sin sentir ya nada por él. Me miró sorprendido, como si no pudiera creerlo. -iCómo puede ser? Si yo te di... -comenzó, pero al darse cuenta de que no debía decirlo, se calló de golpe. - No quiero criar al hijo que tienes con Fabiola. Lo mejor es que nos separemos -Tle dije con calma, ya sin importarme qué medicinas me hubiera dado, simplemente quería alejarme de él. ---- Sus manos se cerraron en pufios y me clavó la mirada enfurecido, sin decir nada durante un largo rato. Fabiola, temiendo que Ramón no aceptara, intervino: - Ramón, no quiero que nuestro hijo sea un hijo ilegítimo. Ramón guardó absoluto silencio. Fabiolale agarró fuerte del brazo y lo miró con ojos suplicantes. ÉI, sin moverse, negó con firmeza: - No estoy de acuerdo. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!