Capítulo 40: Jack corta la llamada, sonríe como bobo, lo comprueba al verse al espejo, pero no puede sentirse de otra manera. Deja el teléfono en silencio, dejando de lado los mensajes de su padre y madrastra, regresa a la cama para seguir durmiendo, pero Luna se gira con una sonrisa y se aferra a su pecho. “Buenos días, mi Luna hermosa ¿Pasa algo?”, le dice con dulzura y ella lo mira algo confundida. “¿Eres mi Jack, ese hombre gruñón y serio?”, dice ella. Él se ríe y la besa con suavidad. “Si, sigo siendo ese mismo, pero no para mi novia, ella se merece que saque esa versión linda. “Pero sin ser caballero…”. “Y usted no es precisamente una dama”, ella se hace la ofendida y Jack se mueve para dejarla bajo su cuerpo. “Alguien dijo un par de groserías mientras le hacía el amor desenfrenadamente”, agrega Jack. “Se me escaparon, lo juro…”, dice ella con un jadeo mientras Jack tantea con su nariz su rostro, su cuello, sin llegar a tocarla si quiera, como un depredador que evalúa a su presa antes de atacar. “Si te llevo a la ducha y te hago el amor allí ¿Volverán a salir sin querer?”, pregunta él. “Eso depende”, Jack la mira a los ojos y ella sonríe maliciosa. “Depende de que te guste y de qué me harás para se me vuelvan a escapar”, agrega. “Reto aceptado”, responde. La obliga a que lo rodee por la cintura, la levanta y se la lleva a la ducha. Sin bajarla, la deja con la espalda pegada a la pared, se acomoda en su entrada y lo que allí se desata es una ola de gritos, gruñidos y una amplia gama de groserías que no sólo salen de Luna. Cuando ella está parada, descansando la mayor parte de su cuerpo en el de Jack, mientras él la va limpiando, deja salir un suspiro. “¿Y ese suspiro?”, pregunta Jack. “Es de felicidad pura, Jack. Luego de todo lo que he viví, cuando creí que mi vida no tenía sentido, tú apareciste como un huracán que lo destrozaría todo, pero en realidad sólo limpiaste para que pudiera reconstruirme”, Luna lo mira a la cara y con sus manos lo acaricia. “Por mucho tiempo pensé si alguna vez me enamoraría como mi madre lo hizo de mi padre”, añade Luna. “No tienes idea de las veces que la vi llorar por su ausencia, algo que nunca me pasó cuando supuestamente John se iba a visitar a sus padres y se perdía por semanas. Pero por ti… sólo pensar que pueda perderte me genera una angustia que no podría manejar”, dice él. “Sé lo que sientes… me pasa igual y te juro que haré todo lo que esté en mis manos para que seas feliz”, la abraza y cierra el agua. “Tú eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, te amo, mi Luna hermosa”, agrega Jack. “Anoche… cuando me dijiste que me amas, lo sentí raro, como forzado porque yo te lo dije, pero luego recordé que tú dices lo que se te viene en gana y cuando se te da la gana”, Jack se rie y ella lo abraza fuerte. “Te amo, Jack, el gruñón de mi vida”, dice Luna. Salen de allí, Jack la envuelve en una toalla y luego se van al cuarto para vestirse. Salen a comer algo, Luna prepara un desayuno digno de dos personas que hicieron el amor toda la noche y cuando al fin se sientan a comer, se le escapa un bostezo. “Alguien aún tiene sueño”, dice. “No sólo sueño, sino un dolor en todo el cuerpo”, Jack le guiña un ojo y ella rueda los ojos. “Eres un bruto, te olvidaste de que era mi primera vez”, recuerda Luna. “No me olvidé, lo recordé en todo momento”, ella abre la boca escandalizada y Jack sólo se ríe más. “Quería asegurarme que no se te olvide que desataste una bestia que estuvo dormida por mucho tiempo”, agrega. “Con ella, con tu ex…”, empieza Luna algo nerviosa. “¿Te sentiste así alguna vez?”, pregunta Luna. “No”, responde. Jack deja sus cubiertos en el plato y mira a Luna, pero no está molesto ni incómodo. “Si quiere que eso sea lo más verdadero en su vida, tiene que ser honesto con sus sentimientos”, añade Luna. “Con Fiona todo era distinto, era como esas relaciones lindas, relajadas, donde disfrutábamos de hacer cosas juntos y de vez en cuando tener intimidad”, dice Jack. “Yo quería hacer todo por ella, darle todo y ella lo aceptaba sin poner objeciones. Ella recibía de mí todo lo que le ofrecía y me pedía también hasta lo que no podía darle, porque no sabía cómo. Pero tú… tú sólo quieres lo que tengo aquí”, se lleva la mano de Luna su pecho y allí la aprisiona con las suyas”, agrega Jack. “Es lo único que me interesa de ti, Jack”, dice ella. “Lo sé… y eso me hace pensar en todo el tiempo que la amé, aunque de una manera menos intensa que a ti, no sentí ese fuego que siento contigo y tal vez por eso fue más fácil odiarla. Pero en el proceso me volví alguien oscuro”, comenta Jack. “Así me gustas. Al principio me dio algo de miedo, luego sentí nervios… pero después te acepté así, te hace único y lo mejor de todo es que gracias a ese carácter tuyo las brujas no se te acercan”, le dice ella con sinceridad. Jack estalla en risas y tira de ella para besarla, se quedan así unos segundos y luego continúan con su plato. Tras dejar todo en el fregadero, bajo las protestas de Luna por no limpiar, Jack le recuerda que hay gente que se puede encargar de eso, se la echa al hombro y le da una nalgada que hace chillar a Luna. “¡Oye!”, reclama ella y Jack le acaricia el lugar donde le dio el golpe. “No tienes idea de lo que me gustó ese sonido. Se me ocurre una manera que tú disfrutes de mis nalgadas y yo disfrute de ese sonido delicioso de tu piel”, le dice dejando un beso allí y Luna se estremece. “Jack… déjame dormir un poquito, por favor”, le suplica ella y Jack la deja en la cama con cuidado. “Te prometo que te dejaré dormir… luego de que yo te ayude a hacerlo”, le dice con voz ronca y quitándose la playera. Luna sólo se muerde el labio, Jack la gira para dejarla de espaldas a él y le levanta el trasero, donde vuelve a dejar una sonora nalgada, pero esta vez ella no protesta. De más está decir que cuando la Señora del servicio se acerca a la cocina para limpiar, decide salir de allí en cuanto oye los sonidos del cuarto. Baste decir los g$midos de Luna y los gruñidos de Jack son bastante escandalosos, tal vez oír a Jack de esa manera hace que a Luna se le disparen hasta las malas intenciones, pero no pone en duda que así es como le gusta, muy gruñón y satisfecho. Aquellos días, Jack y Luna permanecieron encerrados en el apartamento sin hacer nada más que eso que ustedes saben. Pero cuando llega nuevamente el lunes, los dos se levantan muy temprano y se alistan para hacer cada uno las cosas que deben. Jack se pone su traje impecable de color negro para bajar a trabajar, mientras que Luna se quita la playera de Jack y vuelve a sus jeans, sudadera y zapatillas para ir a la universidad. Cuando la chica sale de su habitación, se encuentra con que ya la está esperando allí y camina en el corto trayecto hacia la cocina de la mano. “Como sé que no tendrás problema en mandarme al fondo del Sound si te pido esto, por eso te lo pregunto… ¿Quieres que ordene que pasen tus cosas a mi cuarto hoy?”, Luna se para en seco y se lo queda viendo con los ojos y la boca abiertos. “Entonces no quieres”, dice él. “Jack… lo que quiero saber es si tú estás seguro de lo que me estás pidiendo”, le dice ella aclarándose la garganta. “Sabes que no te lo pediría si no estuviera seguro, pero tal parece que a ti no te agrada la idea”, dice Jack. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.