Capítulo 34: “Quiero grabaciones, nombres, ese hijo de p%ta no se va a quedar así”, añade Jack. “Sí, Señor”, le responde. Mientras Luna llora desconsolada, tratando de respirar, sus compañeros y profesor la contienen. El hombre vuelve a levantarla para llevarla hasta el auto y hacer lo que Jack le ha ordenado, pero en el trayecto Luna se va sintiendo mejor y les pide que la lleven a casa. “Señorita, si no la llevamos, el Señor…”. “Yo llamaré al Señor Gosling, sólo lléveme a casa”, le marca a Jack y este le responde enseguida medio agitado. “Jack, me iré a casa”, le dice. “¡Luna, no, quiero que vayas al hospital!”, espeta Jack. “Jack, no le quitaré la atención a una persona que está peor que yo. Ya me siento mejor, sólo quiero meterme a la cama, tal vez un chocolate caliente y el abrazo de mi novio”, dice Luna. “Luna, deja de ser tan terca, no tiene gracia… espera, ¿Cómo me llamaste?”, pregunta Jack. “Eso eres, ¿O no? Al menos en mi mundo, eres mi novio, no me contradigas… sé que es demasiado compromiso para ti, pero ahora mismo necesito algo parecido a un novio que me abrace, me contenga y diga que ya pasó… ¿Serás tú o debo buscar a mi amiga para que lo haga?”, contesta Luna. Jack se queda de una pieza, se detiene y se baja del auto mirando a todos lados, no sabe qué hacer no qué decir. Luna tiene todo el derecho a pedirle algo como eso, es mínimo para todo lo que él le está sacando de beneficio. “¿Dónde están?”, pregunta. “Vamos por la 1-5, casi llegando a Bellevue”, responde. “Yo estoy en la intersección de Pike con la Novena, los espero allí”, ordena. “Pero…”. “Sólo hazme caso, Luna… no quiero esperar a que llegues a casa, tú necesitas de mí y yo quiero estar ahora para ti… déjame protegerte…”, quiere decir algo más, lucha contra ese nudo que no lo deja hablar, hasta que esas palabras salen al fin. “Déjame quererte, Luna… por favor”, dice Jack al final. Esas palabras la desarman. No quiere presionarlo, pero siendo honesta necesita saber qué demonios es ella en la vida de Jack Gosling, porque todos esos besos y atenciones ya la tienen mareada por la confusión. “Creo que es hora de que tú y yo nos sentemos a hablar, Jack… porque de verdad ya no sé qué demonios es lo que pasa entre los dos y eso…”, un sollozo se le escapa y Jack aprieta los labios. “Lo sé, nena, lo sé. Ya lo hablaremos”, dice Jack. Corta la llamada, se queda en la calle esperando, caminando de un lado a otro deseando sólo abrazarla. Cuando ve el auto doblar y detenerse, corre hacia él sin importar que los autos pasen por allí, ella se baja buscándolo y Jack la estrecha con fuerza. “Jack…”, dice ella. “Shhh… ya estás conmigo, preciosa… conmigo no te pasará nada, te lo prometo. Ahora dime, ¿Qué pasó?”, pregunta Jack. “Mi exnovio… no sé qué estaba haciendo allí, apareció de la nada mientras caminaba hacia la cafetería, me escuchó hablar contigo y se molestó porque estoy con alguien más… y él… él intentó besarme”, le explica. Luna puede sentir cómo su cuerpo se tensa, sabe que quiere matar a John, pero nada de lo que haga ahora es más importante que ese abrazo protector, Jack ordena que se lleven su auto y se sube con Luna, sin dejar de abrazarla. Al llegar al edificio, la mantiene contra su cuerpo y una vez que se abren las puertas del ascensor, Jack la toma entre sus brazos y la lleva a su propia habitación. Por supuesto que Luna se queda sorprendida, porque no esperaba ese gesto y porque nunca antes había entrado allí. “Aquí estarás más cómoda, yo mismo me encargaré de atenderte, pero ahora sólo quiero que descanses mientras ordeno que preparen algo de comer, debes tener hambre”, comenta Jack. “Un poco, sí…”, responde Luna. Jack sale de allí para pedir la comida y regresa para meterse en la cama al lado de Luna. Y ahora entiende que, quién estará más cómodo allí es él, porque la cama es mucho más grande que la suya. Jack sólo la abraza y atrae a su cuerpo, Luna aprovecha la intimidad y se deja querer… después de todo, eso es lo que él le pidió, quererla. Treinta minutos después llega la comida, algo sencillo, pero delicioso. Los dos comen animados, pero en silencio y cuando terminan, recién Jack se permite decirle aquello que tiene atragantado. “Quiero su nombre”, ordena él. “No levantaré cargos, no quiero verlo más y estoy segura de que no volverá a molestarme. Sabe que no estoy sola, que tengo seguridad y te prometo que desde ahora no me opondré a que me acompañen a donde sea”, confiesa Luna. “Luna, no me quedaré tranquilo…”, espeta Jack. “Jack… independiente de lo que tú quieras, yo no haré nada en contra de él, porque no quiero verlo”, afirma Luna. “¿O es porque todavía sientes cosas por él?”, sisea Jack enojado. Luna sale de la cama e intenta irse, peor de un salto Jack llega a su lado y la detiene. “No puedo creer que me digas algo así. Entiende que yo no quiero nada con ese idiota…”, dice ella. “¡Pero no es lo que me estás demostrando con tu negativa de denunciarlo! ¡Es obvio que sientes algo por él!”, espeta Jack. “¡¿Y cómo podrías sentir algo por alguien más si todo mi corazón te pertenece a ti?!”, responde Luna. Él se echa hacia atrás, pero Luna sigue arremetiendo. “Créeme, me basta con estar enamorada de Jack Gosling, el hombre más complicado del mundo, ¿Tú de verdad crees que podría agregar a alguien más a mi vida? ¡Me volvería loca, si es que ya no lo estoy!”, le dice a Jack alejándose de ella e intentando ordenar sus ideas. “No, Luna, tú no puedes enamorarte de mí”, le contesta Jack. “Para tu pesar, no gobiernas mis sentimientos, ni siquiera yo lo hago. Creo que es momento de que los dos arreglemos todo esto, porque en verdad cada día que paso a tu lado me siento con más temor a ser rechazada”, ella se deja caer en una silla y entierra su rostro entre sus manos. “Sé que no quieres una relación, me lo dejaste claro el día que te conocí, pero todo esto que estamos haciendo… si no es una relación, no tengo idea de lo que es, Jack”, exclama Luna. “Es que no quiero… no puedo”, la ve allí, frágil y perdida, intenta acercarse, pero se detiene porque él también tiene miedo. “Luna, sabes que me hirieron en el pasado”, añade. “Y a mí también, muchas veces, pero aquí estoy… enamorada del hombre que tal vez me hará más daño en toda mi vida, pero aun así estoy dispuesta a amarte, a darte todo de mí para que seas feliz y tengas tu heredero”, dice Luna. “¿Crees que John es el único antes de ti que me pisoteó? Pues no, fueron muchos rechazos, burlas, menosprecios desagradables porque soy yo, así. No soy una modelo, no tengo nada que a los demás les pueda llamar la atención”, dice ella, se pone de pie y le señala el cuerpo entero. “Sé perfectamente que físicamente no tengo nada que atraiga a un hombre, pero así es como tú me quieres en tu vida, entonces quieres algo de mí que va más allá, Sí, que sea la madre de tus hijos, porque te has proyectado mucho más allá conmigo. Pero te digo, si no defines esto, ahora… no me quedaré”, amenaza Luna. “Me lo prometiste”, le recuerda Jack. “Sí, pero si no me dices de una vez qué quieres de mí, no me quedaré. Podemos volver al inicio, cuando no me habías besado, ni dicho que soy tu mujer y mucho menos habías hecho todas esas cosas lindas que sólo me dicen que tú también me quieres… ¡Me pediste que te dejara quererme y ahora estás huyendo! Ya no puedo más… no puedo, Jack”, espeta Luna. Luna se deja caer en el suelo y un sollozo desolado sale de sus labios. Esta vez Jack se acerca a ella y la abraza, la estrecha contra su cuerpo mientras intenta pensar qué quiere. Title: A Match Made in Heaven In "A Match Made in Heaven" by CrushReels, a spontaneous decision leads to an unexpected twist of fate. What begins as a flash marriage to a street vendor unravels into the revelation that he is, in fact, a billionaire CEO. The story follows a wealthy heiress who finds herself lost and betrayed by those closest to her, navigating through deceit and the dark intentions of others. As she grapples with the aftermath of betrayal by her boyfriend and the unsettling proposition from her foster parents to be sold off to an older man, our protagonist faces challenges that test her resilience and character. Amidst the chaos of her circumstances, she discovers an unlikely connection with the street vendor turned CEO, leading to a journey of self-discovery and unexpected romance. Set against the backdrop of modern romance, this ongoing tale delves into themes of trust, redemption, and the complexities of human relationships. "A Match Made in Heaven" stands out for its unique blend of serendipity and intrigue, offering readers a captivating narrative that defies conventional expectations. Experience the unfolding saga online at CrushReel and delve into a world where chance encounters pave the way for extraordinary love stories.
