---- Capítulo 5 Agusto regresó a casa conduciendo, Ileno de furia y arrepentimiento. Al entrar, golpeó la puerta con fuerza, consumido por el dolor ylaira. Tnés aún estaba allí. Al oír el ruido, se acercó rápidamente: -Agusto, jhas vuelto! ;Dónde está Celia? iNo regresa contigo? Preguntó fingiendo preocupación, pero con una sonrisa malévola escondida en su rostro. Agusto la miró fríamente sin responder. -Agusto, équé pasa? f/Acaso esa zorra se negó a volver? j Sabía que te abandonaría por pobre! Al ver que Agusto la ignoraba, Inés comenzó a difamarme sin filtro. Esperaba que Agusto, como antes, creyera sus mentiras. Pero entonces, Agusto estalló de rabia. De un golpe brutal, la abatió contra el suelo. -iCállate! - rugió entre dientes - é Qué derecho tienes ---- de hablar de Celia? Tnés, aturdida por el golpe, se tocó la mejilla hinchada con incredulidad. -Agusto... éme golpeaste? Agusto sacó su teléfono y reprodujo la grabación. Los Ilantos y maldiciones de Inés resonaron en la habitación, exponiendo su veneno. -ilnés, serpiente! - gritó Agusto - éCómo pude creerte ylastimar a Celia? Tnés, pálida, se arrastró hacia él y abrazó sus piernas, llorando: -iLo siento! jTe amo tanto que actué así! jNo soporto ser solo tu amiga! Agusto la apartó con asco, mirándola con ojos helados. -iAmor? jNo sabes lo que es! jPagarás por lo que hiciste! Marcó un número y ordenó con voz mortal: -Vengan. Hay alguien que "desaparecer". Tnés gritó aterrorizada: ---- -iSomos amigos de la infancia! -iNo mereces ese título! Entraron hombres brutales. Uno preguntó: - éEsa es la puta, jefe? Agusto asintió: -Rómpanle las piernas y arrójenla desnuda a la calle. Los gritos de Inés Ilenaron la casa, pero Agusto no sintió piedad. -iAmor? jEres una egoísta! Desesperada, Inés gritó: -iTú también perdiste a Celia por ignorar su dolor! Agusto, herido pero implacable, ordenó: -iHáganlo! Los hombres quebraron sus piernas y la arrojaron a la calle, desnuda y sangrando. Sin mirar atrás, Agusto movilizó a todos sus contactos para buscarme. Días sin comer, noches sin dormir. Cada rincón de la ---- ciudad fue rastreado. Pero yo había desaparecido. Enlas noches silenciosas, recordaba mi sonrisa y nuestro bebé perdido. El remordimiento lo destrozaba. Pero era demasiado tarde. Desaparecí como si me hubiera evaporado, sin dejar rastro alguno. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
