---- Capítulo 19 En ese momento, la mirada que Diego le dirigió a Sofía estaba llena de tristeza y frustración, como si estuviera a punto de quebrarse. - De verdad no sientes nada? - sujetó con fuerza la mufieca de Sofía, insistiendo desesperadamente-. é Realmente no recuerdas nada de lo que vivimos juntos? Su acción asustó a Sofía, quien instintivamente negó con lacabeza. La mirada de Diego se fue transformando en una mezcla de dolor e ira, consumida por una locura creciente. -éY la avalancha? - para hacer que Sofía recordara, no dudó en revelar incluso los recuerdos más dolorosos-.àé Y cuando Luciana te hizo caer por el acantilado, cuando casi te amputan ambas piernas? ;También olvidaste todo eso? -iQué? - Sofía frunció el ceho y comenzó a forcejear, intentando liberarse de su agarre. -Luciana te empujó desde la montafia nevada para incriminarte, dejándote atrapada en la estación de esquí durante siete días enteros. Mientras hablaba, el rostro de Sofía se tornaba cada vez ---- más pálido. - 7Tus piernas sufrieron graves congelaciones. Después, ella y su hermano ocultaron tus lesiones, te maltrataron y planearon enviarte al extranjero. iRecuerdas algo de eso? La expresión de Sofía era una mezcla de confusión y angustia: -Entonces, écómo llegué aqui? Diego guardó silencio por un instante antes de responder con voz ronca: -Tú... te lanzaste por una ventana. - Saltaste desde un quinto piso, quedaste en estado vegetativo y luego desapareciste de repente... La expresión de Sofía pasó de la extrafieza al asombro, y finalmente alaira. Se liberó bruscamente de la mano de Diego: - éY tá qué? - Si todo lo que dices es verdad, épor qué tú, siendo mi prometido, no me protegiste? Miró a Diego con profunda decepción: ---- - Ninguna de estas cosas son insignificantes, pero nunca te importaron realmente, iverdad? - ZAhora entiendo -su voz se fue enfriando gradualmente - . Debí sentirme terriblemente decepcionada de ti para elegir saltar y perder la memoria. -Váyase, sefior Martínez. No voy a regresar con usted. - Abhora tengo un nuevo amor y somos felices. Mientras hablaba, Sofía tomó su bolso y se dirigió hacia la salida: - No nos veamos más. Espero que no venga a perturbar mivida. -iNo lo permitiré! La mirada de Diego se volvió sombría y desquiciada. Con un gesto de su mano, un grupo de guardaespaldas rodeó inmediatamente a Sofía. - Vuelve conmigo, Sofi. Los ojos de Diego estaban inyectados en sangre. Extendió la mano para acariciar el rostro de Sofía, pero ellalo esquivó indignada. - Sé que antes me equivoqué, pero cambiaré. ---- - No importa si ahora no quieres, solo ven conmigo y lo entenderás. -Vamos, nosotros... Antes de que pudiera terminar, una figura se abalanzó al lado de Sofía y le propinó un fuerte pufietazo en la cara. -4éTe atreves a secuestrar a alguien en mi territorio? Mateo se interpuso firmemente frente a Sofía, mirando a Diego con frialdad extrema: -bDiego, inténtalo si te atreves. Los hombres que Mateo había traído rodearon inmediatamente toda la cafetería. -éQuién te crees que eres? Un hilo de sangre resbaló por la comisura de Diego, quien se levantó fulminando a Mateo con la mirada antes de lanzarle un pufietazo. Ambos comenzaron a pelear rápidamente, mientras los clientes alrededor huían aterrorizados. Diego, con su dificultad para caminar, pronto quedó en desventaja. A pesar de ello, seguía contraatacando ferozmente a ---- Mateo, decidido a no rendirse hasta Ilevarse a Sofía. Sofía observaba angustiada, y por instinto, intentó sujetar a Mateo. -iDejen de pelear! jVoy a Ilamar a la policía! Mateo obedeció inmediatamente y bajó los pufios, pero no sin antes darle un último golpe contundente a Diego. Soltó una risa fría mientras miraba desde arriba a Diego tendido en el suelo: -REsto es solo una pequefia lección, Diego. - Si te atreves a seguir interfiriendo en la vida mia y de Sofi, no puedo garantizar que logres regresar en buen estado a Nueva Aurora. Diego, con el rostro amoratado, se levantó del suelo con dificultad. - No me rendiré, Sofi, yo... Antes de que pudiera terminar, el jefe de los guardaespaldas se acercó. - Sefior, el sefior Martínez nos ha ordenado llevarlo de regreso inmediatamente. -iQué? -Diego frunció el cefio al instante-. jNo, dile ---- que no voy a regresar! Pero los guardaespaldas ya lo estaban sujetando sin contemplaciones y arrastrándolo hacia el vehículo estacionado afuera. -iSofi! Diego gritaba desesperado mientras giraba la cabeza hacia ella: -iSofi! jMírame! iMe darías otra oportunidad? -iSofi! jsofi! Sofía volteó la cabeza, negándose a mirarlo más, respondiendo con frialdad y silencio. Después de haber vivido todo aquello, jamás volvería conél. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
