---- Capítulo 8 El día en que se finalizó el divorcio amaneció claro y luminoso, con la luz del sol atravesando las nubes y calentando nuestra piel. Todo transcurrió sin contratiempos. Yo había dejado la división de bienes completamente en manos de mis abogados. En cuanto a las pertenencias de la villa, mi organizadora personal las manejó bajo una única instrucción: vender todo lo que Tomás me hubiera regalado, joyas, propiedades, lo que fuera, y depositar el dinero en mi cuenta. Guardé el acta de divorcio en mi bolso y me giré para marcharme tras una breve despedida. Tomás intentó alcanzarme; su mano se quedó suspendida en el aire antes de caer. -SGraciela, tenemos que hablar. Aquel día en el hospital... no quise dejarte esperando. Había reporteros; no era el momento para que nos vieran juntos. Sus palabras salieron atropelladas. -iSigues enojada? He estado saturado... El embarazo de Beatriz ha sido difícil para ella. Los rumores en línea la tienen deprimida, y está aterrada de que la deje por ti. ---- -2Graciela. Estoy agotado, entre ella, la manada... todo. Tú entiendes, iverdad? Sí, lo entendía. Lo que no entendía era cómo seguía creyendo que me importaba. Agradecí que mi corazón ya estuviera entumecido, sin espacio para la esperanza. Cruzando los brazos, respondí: -Entonces, si ese día me hubiera quedado bajo la Iluvia, si hubiera seguido esperando, éme habría quedado sin ti y sin explicación alguna? Se estremeció. Avancé un paso, con voz baja y firme. - De verdad necesitabas borrarme por completo para demostrar que la amabas? -4Graciela, yo... -éAlguna vez te detuviste a pensar por qué estaba en el hospital? éQue tal vez no estaba allí por gusto? éQue quizás me empapé bajo la Iluvia y esperé porque te necesitaba? Se encogió. ---- -Yo... tenía la intención de preguntarte. Pero Beatriz no se sentía bien, y cuando por fin estuve libre... ella dijo que te veías bien. Que probablemente solo visitabas a una amiga. No quise molestar... Negué con la cabeza. - Tomás, las explicaciones ya no importan. -Esto no ha terminado. - Dijo con desesperación en la voz. - Prometiste que esto era temporal. Vuelve a la Manada Colmillo Dorado por un tiempo. Cuando Beatriz tenga al bebé... no, cuando se calme la prensa, iré por ti. -éTodavía crees que esto es temporal? -iPor supueslo! Prometiste... - No. - Interrumpí con voz serena. -Lo prometí porque aún te amaba. Porque no me había dado cuenta de cuán desechable me había vuelto parati. Lo miré a los ojos. Mi loba quiso mostrar los colmillos, no por rabia, sino por tristeza. - REl divorcio es real. Mi dolor es real. éY sabes por qué dejé de buscarte? No respondió. - Porque para mí, divorcio significa exactamente lo que ---- dice. El fin. Sin pausa. Sin "lo arreglamos después". Solo fin. - Después de hoy, tomemos caminos separados. Limpios. Completos. Abrió la boca, pero lo interrumpí. - PYo, Graciela Valdez, te rechazo, Tomás Alvarado, como mi pareja destinada. Revisé el celular. Era casi hora de ir al aeropuerto. Pero Tomás parecía como si el suelo se le hubiera desmoronado bajo los pies. Todas esas veces que eligió a Beatriz, todas las veces que lo perdoné, habían distorsionado su percepción. Asumió que mi amor era infinito. Inquebrantable. Sele Ilenaron los ojos de lágrimas, y conlos labios temblorosos, me abrazó con fuerza, ignorando mi resistencia. -iGraciela... de verdad me dejas? - Su voz se quebró. - Dijiste que entendías. Sabes que no la amo... Siempre has sido tú, iverdad? - Si el divorcio te duele, lo anulamos. Nos volvemos a ---- casar hoy mismo... - Pero cuando yo no quería esto, tú tenías todas las respuestas. - Dije en voz baja. - Todas las soluciones. Solo que ninguna sin sacrificarme. Por encima de su hombro, vi a Beatriz acercándose - lentes de sol de disefiador, tacones altísimos a pesar de sus cuatro meses de embarazo. Su cutis radiante no mostraba ni rastro de la "depresión" que él había descrito. Ella tiró de su manga, sus ojos inseguros fijos en mí. Empujé a Tomás suavemente. - Tu prometida está aquí. Yluego, mirándolo una última vez: - Durante todos nuestros afios juntos, nunca te pedí nada. Pero hoy tengo una petición. -Lo que sea. -Susurró. - De ahora en adelante, a menos que sea absolutamente necesario... yo no pondré un pie en la Manada Fuego Solar, y tá no vendrás a la Manada Colmillo Dorado. Una última pausa. ---- - No volvamos a vernos nunca más. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
