---- Capítulo 7 Yo jamás permitiría que Damián siguiera ocupando el lugar de mi compafiero. Damián seguía negándose a aceptar la ruptura, pero eso ya no importaba. Yo no necesitaba su aprobación. Solo debia estar dispuesta a pagar el precio. Alguna vez fui una Hija de la Luna, pero los Hijos de la Luna no pueden casarse fuera de su linaje. Para estar con Damián, abandoné mi herencia, y por eso la Diosa Lunar me dio la espalda. Pero la Diosa Lunar es la deidad más misericordiosa. Mientras me arrepintiera sinceramente y ofreciera el precio justo, podía regresar a su lado. Solo necesitaba tiempo para reunir fuerzas. Pronto llegó el día del juício de Damián. Todos los hombres-lobo están sujetos a la autoridad del Consejo de Ancianos. Ni siquiera un alfa está exento. Bajo el interrogatorio del consejo, Damián confesó todo lo que había hecho. Matar a un Hijo de la Luna conllevaba la pena de muerte. Después de que el consejo anunciara su veredicto, me ---- presenté con túnicas ceremoniales, mirándolo desde lo alto. iDamián, mereces morir! Anoche me comuniqué con la Diosa Lunar. Ella dice que tus pecados son demasiado profundos, que la muerte sería un castigo demasiado indulgente. jHa ordenado que expíes tu culpa entre la manada, que sufras el tormento supremo! Damián había esperado que yo lo perdonara como madre de nuestro hijo, no que escuchara esas palabras. - Aria, somos compafieros. Maté a nuestro hijo, y sé por qué estás enojada conmigo, pero espero que tu furia tenga límites. Después de pagar mi castigo, ime perdonarás? iAún abrigaba semejantes ilusiones? Me quité las túnicas ceremoniales y me transformé en mi verdadera forma, revelando las cicatrices que cubrían mi cuerpo. Aquellos que han sido abandonados por la Diosa Lunar no son dignos de bafiarse en la luz de la luna. Lo que nadie sabía era que eso formaba parte de la prueba de la Diosa. Por desgracia, nadie había sobrevivido jamás a semejante sufrimiento. Yo fui la única excepción entre toda la raza de los ---- hombres-lobo. --Los Hijos de la Luna no se casan fuera de su linaje. Damián, jnuestro vínculo de compafieros fue inválido desde el principio! A partir de ahora, solo serás un criminal. Yo estaré más allá de tu alcance, como la diferencia entre las nubes y el lodo. Damián miraba incrédulo todo lo que ocurría, con lágrimas de arrepentimiento corriendo por su rostro. Finalmente, varios hombres-lobo lo arrastraron lejos. Nunca volví a mirarlo. A mis ojos, no era diferente de una mota de polvo. Los crímenes de Damián fueron anunciados a toda la manada. Cada lobo supo que él había asesinado al noble Hijo de la Luna. Cada día, incontables lobos venían exclusivamente a atormentarlo. Estaba encadenado en la calle, sin poder hacer más que cerrar los ojos y soportar en silencio. Pronto, los más astutos comenzaron a desentrafiar toda la verdad. Serena ya no podía esconderse en las sombras. Aunque intentó desesperadamente ocultarse en el bosque oscuro, alguien la sacó a rastras. ---- Ya no era reconocible como humana. Por haber matado a un Hijo de la Luna, aunque yo no buscara venganza, la Diosa Lunar no la perdonaría. Siempre que la luz de la luna tocaba la tierra y alcanzaba su piel, ardía como fuego. Nada podía aliviar ese tormento. Sin el linaje de un Hijo de la Luna, el castigo no tenía fin. Serena y Damián fueron encadenados en la calle como perros. Su única fuente de agua era la Iluvia o los escupitajos. Su comida consistía en sobras que dejaban los verdaderos perros. Todos los días, los dos se maldecían a gritos en la calle. é Dónde había quedado su antigua pasión y ternura? Damián rezaba a diario por una muerte rápida. Aquella tortura era más cruel que la muerte. Pero todos conocían sus crímenes. éQuién tendría piedad de é1? Con el paso de los días, el antafio orgulloso alfa bajó la cabeza y se convirtió en un perro callejero más. Serena estaba dispuesta a vender su cuerpo por un ---- simple bocado de comida. Pero salvo los lobos de más baja categoría, aquellos que no podían conseguir compafieras, nadie estaba dispuesto a pagarle. Cada día, Serena agitaba sus cadenas y retorcía su cuerpo hinchado intentando atraer clientes. En cuanto a sus dos hijos, habían huido en cuanto Serena fue capturada. Diez afios pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Pero para los hombres-lobo, que gozan de larga vida, el castigo apenas había comenzado. Mientras tanto, yo me uní al Consejo de Ancianos y ahora me encontraba en la cumbre del poder. éLa familia Monteverde? No eran más que perros bajo mis pies. Tras afios de mi presión, el clan Monteverde ya no merecía llamarse noble. Todos los hombres-lobo con ese apellido despreciabana Damián. Si no fuera por é|l, seguirían siendo alfas respetados y no objeto de burla para todos. En el día de mi coronación como líder del consejo, ---- caminé por las calles con mi corona. Todos los hombres-lobo me miraban con envidia y admiración. Damián y Serena no eran diferentes. Yo estaba en una posición inalcanzable. Pero nunca imaginé que Damián se atreviera a acercarse. - Aria, ya he expiado mis pecados durante diez afios. é No podrías perdonarme? - Ya he sido castigado suficiente. ; Podríamos volver a como éramos antes? No me digné a escuchar sus tonterías. No comprendía cómo alguna vez había podido amar a ese hombre. -iDamián! éTienes excremento de perro en el cerebro? Me di la vuelta y me marché. Naturalmente, alguien competente se encargaría de limpiarlo por mí. Damián fue expulsado con vergiienza. -4iTe atreves a codiciar a la Hija de la Luna? jConoce tu lugar! -iPerro de más bajo rango! éDe verdad te encanta sofiar? Si yo fuera la Hija de la Luna, jte habría matado ---- hace tiempo! Damián deambulaba por las calles con desesperación. Aunque había recuperado la libertad, ningún hombre- lobo lo respetaba. Todos sabían lo que había hecho ese rostro. Ya no podía soportar esas miradas de desprecio. Solo le quedaba esconderse en un basurero. Pero mientras escarbaba entre la basura buscando comida, se encontró por casualidad con Serena. Cuando los enemigos se encuentran, el odio arde aún más fuerte. Los antiguos amantes ahora se peleaban con fiereza por un solo pedazo de comida. -iDamián! Por los dos hijos que te di, jdéjamelo a mí! Serena no debió haber mencionado a los nifios. En cuanto lo hizo, Damián pensó en nuestro hijo. -iTú mataste a nuestro nifio! jTú eres la perra que lo provocó todo! jSi no fuera por ti, yo no habría caído tan bajo! Si no fuera porque su pelea fue tan escandalosa que atrajo al supervisor del basurero, Damián ---- probablemente habría matado a Serena en ese momento. Desde ese día, Damián estuvo cada vez más consumido por el remordimiento. Se odiaba a sí mismo por haber herido a la mujer que amaba por culpa de una omega mestiza. De no haber sido por eso, él estaría ahora en lo más alto. Pero... el destino tenía una forma cruel de burlarse. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!