---- -No necesito favores. -Ie dije. -No son favores -respondié con calma-. Es un buen negocio. Tu trabajo es muy bueno. Cada cumpleafios, celebraba conmigo, presentandome los cristales mas exquisitos del territorio. Si alguno Ilamaba mi atencién, su rostro se iluminaba con orgullo y alegria, como un beta leal recibiendo elogios de su Alfa. En mi vigésimo quinto cumpleafios, me trajo una aguamarina cruda del tamafio de mi palma. -Me record a tus ojos -dijo suavemente. Traté de rehusarla, pero la puso en mis manos de todas formas. -No espero nada a cambio -me aseguré-. Témalo como un regalo por lo bien que trabajas. Cuando supo que me gustaba el océano, me llevaba cada mes hasta el dia de nuestra ceremonia de apareamiento. La primera vez que me llevé, me quedé parada en la orilla, muda del asombro. -iQué piensas? -me pregunto. No pude hablar y las lagrimas corrfan por mi cara. El entendié sin palabras y se quedé a mi lado mientras yo veta por primera vez lo que le habia prometido a mi madre que conoceriamos juntas Después de un largo silencio, susurré: -Gracias. Cuando tomé mi mano, fue la primera vez que dejé que me tocara. Después traté de convencerlo de que dejara de llevarme porque no ---- queria quitarle tiempo a sus deberes como Alfa, pero él se rio y me. dijo que nada era mas importante que mi felicidad. -Pero tu eres el Alfa -argumenté-. Tu manada te necesita. -Y yo te necesito a ti -respondié simplemente-. Mi lobo te eligid. Yo te elijo. Todos los dias. Esas palabras rompieron mis ultimas defensas. Bruno lleg6 a mi vida y trajo luz a toda mi oscuridad, me devolvié las ganas de vivir y me mostré que la vida podia ser hermosa. Nuestra ceremonia de apareamiento fue pequefia, solo con familia cercana de la manada y el Anciano. Cuando Bruno me mordié el cuello para sellarnos como pareja, por primera vez en mi vida me senti completa. -Eres mia -susurré en mi ofdo-. Para siempre. Le crei. Pero él también me entregé mi mayor decepcién amorosa, ensefiéndome cudn compleja es realmente la naturaleza lobuna. Por mas que amara a alguien, podia traicionarme Hasta hizo que me quitaran el Utero para que el hijo de otra mujer fuera su Unico heredero. Esta tarde una sanadora local me confirmé lo que ya sabia: ya no tenia titero. La sanadora, una loba anciana de ojos bondadosos, sostuvo mi mano mientras me daba la noticia. -Lo siento -dijo-. Quien te operd es muy habil. Ya no se puede hacer nada. ---- Aunque ya sabia la verdad, leer el reporte médico me partié el coraz6n otra vez. -Auin puedo...? -No pude terminar la pregunta. -Aun sentiras deseo -me aseguré-. Pero nunca podras tener cachorros. En nuestra primera noche como pareja, mientras estabamos abrazados en la cama, le dije a Bruno cuanto me gustaban los cachortos y cuanto queria tener hijos con él. -Quiero al menos tres -confes: casa esté siempre llena de alegria. . Una familia grande para que la Bruno sonrié tiernamente y me abraz6 mientras me confesaba que él también habia sofiado con formar una familia conmigo, pero temia que yo no quisiera lo mismo. -Ya me los imagino -habia dicho-. Van a ser fuertes como tu, testarudos como tu, hermosos como tu. Recordar cémo habia sido tan carifioso conmigo me dolia profundamente. Pero las cosas no salieron como esperaba. Tenia problemas para quedar embarazada, y durante cuatro afios después de la ceremonia no logré concebir a pesar de todo lo que intentamos. La culpa me consumfa. A menudo lloraba en las madrugadas y Bruno me abrazaba, diciéndome siempre que los hijos no importaban, que solo importaba que yo fuera feliz y estuviera con él -Nosotros somos suficientes -susurraba en mi cabello-. Tu eres suficiente para mi. Su tono era casual, aparentemente despreocupado, pero atin asi