---- Capítulo 5 Llegamos a la morgue y el empleado abrió dos compartimentos refrigerados. Vi mi cuerpo y el de mi madre yaciendo allí, en silencio. Como después de morir había estado sepultada bajo hielo y nieve, mi cuerpo no estaba hinchado ni descompuesto. Pero el cuerpo de mi madre no se veía tan bien, había sido desgarrado por lobos salvajes y solo quedaba la cabeza. - Vanesa, no mires -ella me abrazó suavemente y cubrió mis ojos con sus manos. No sé por qué, pero parecía poder sentir la temperatura que emanaba de su alma. Claudio miraba fijamente mi cara, completamente petrificado. Sus emociones estaban un poco fuera de control. -iCómo es posible? Cuando me fui estaba bien. Solo había pasado media hora. El empleado se sintió mal, pero continuó con su trabajo. - Sefior Claudio, estas son las pertenencias personales ---- de la sefiora Vanesa, por favor, revíselas. Él abrazó mi mochila y comenzó a llorar. Mamá me cargó y se sentó en una mesa en el rincón, cantándome las canciones de cuna de mi infancia. -HNifia, no estés triste. Mamá nunca se ha arrepentido de ser tu madre. En tu próxima vida, cuando estés en el cielo eligiendo madre, asegúrate de reconocerme. Quiero seguir siendo tu mamá. Su voz era suave, sus manos delgadas me acariciaban la espalda una y otra vez. Sentí que mi alma se calentaba, mi conciencia se volvía borrosa y casi me quedó dormida. Claudio se arrodilló en el suelo, sus hombros comenzaron a temblar, y dos lágrimas cayeron sobre mi Cara. Rápidamente, se congelaron por el aire frío del refrigerador. El empleado le pidió que nos llevara. Sus manos temblaban. Miró al empleado sin saber qué hacer. - FElla se llama Vanesa Rivas, es mi esposa. ---- El empleado asintió, sonriendo. - Sí, sefior, toda esta información la hemos verificado, efectivamente, es Vanesa Rivas. Su esposa. Por más que no quisiera creerlo, mi cuerpo estaba frente a él, no tenía más remedio que aceptarlo. Se sentó a mi lado esperando el carro del crematorio. Abrió el cierre de la mochila y lo primero que vio fue un reporte médico. Era mi examen prenatal del mes pasado, con la foto de ultrasonido 4D del bebé en mi vientre. Recordé el día del examen prenatal, cuando el doctor me elogió: si mi bebé nacía, sería un nifio muy hermoso. Instintivamente, toqué mi vientre, pero ya no podía sentir su presencia. Querido nifio, la próxima vez que estés en el cielo eligiendo madre, por favor, no me elijas a mí. Me disté dos oportunidades y no pude cuidarte bien en ninguna de las dos. No soy una madre competente. El auto del crematorio llegó muy rápido, y tres horas ---- después me convertí en cenizas, guardadas en una urna. Claudio no me enterró, sino que me lIlevó a casa. Se quedó sentado en el estudio, viendo esa foto que tomé enla montafia. Cuando se cansaba de verla, tomaba el papel del ultrasonido 4D. Mientras lo miraba, se cubria la cara con ese papel y sollozaba. Después de Ilorar suficiente, abrazaba mi urna y se acostaba en la cama, mirando fijamente la foto de boda enla pared. En ese momento, sonó el celular, sobresaltándome. Me acerqué a ver la pantalla de la Ilamada entrante, era Nadia. -Claudio, idónde estás? Creo que me enfermé otra vez, épuedes venir a verme? Pensé que, como antes, se iría sin pensarlo dos veces. Pero dijo con indiferencia: - Si estás enferma, busca un doctor. Luego, apagó el celular y lo tiró por la ventana. ---- Temprano, al día siguiente, él manejó al supermercado y compró muchos artículos para el hogar. Comenzó a cocinar. Y preparó todo lo que me gustaba comer. Antes, cuando estábamos casados, lo que más le gustaba hacer era cocinarme. Decía que verme comer lo que él preparaba lo hacía muy feliz. Después, ambos estábamos muy ocupados, ya tenía mucho tiempo sin cocinar para mí. Llevó la comida al comedor, puso dos platos. - Vanesa, a comer. Enla casa solo se escuchaba su voz. Bajó la cabeza y no volvió a hablar. Pero vi que estaba Nlorando otra vez. En estos días siempre lloraba, no sabía por qué estaba tantriste. Cuando terminó de comer, se arremangó y comenzó a lavar los platos. Cuando nuestra relación era buena, yo no tenía que hacer los quehaceres domésticos. É] preparaba comida deliciosa y, después de comer, lavaba los platos. ---- Y yo solo necesitaba estar parada a su lado mientras lavaba los platos, compartiendo con él cosas que me parecían interesantes. Ahora la casa se sentía fría y vacía. -Vanesa... Dijo mi nombre, queriendo decir algo, pero no dijo nada. También era cierto, que todo en su vida tenía que ver con Nadia. Ylos asuntos de Nadia, para mí, no eran muy hermosos. Mira, en realidad, él lo entendía. Solo que antes pensaba que no era algo muy importante. Pensaba que solo era donar médula ósea, que nadie se iba a morir por eso. Pero yo estaba embarazada, quería esperar a que naciera el bebé para hablar del tema de la donación. Él simplemente no escuchaba mis explicaciones, no tenía paciencia para oírme hablar. Suponía que todo lo relacionado conmigo era mentira. In the latest episode titled "ReelTalk EP24-Surviving Bullying & Navigating Mental Health" by CrushReel, a poignant narrative unfolds between Autumn Noel and her confidante Amanda Liguori as they delve into the depths of mental health struggles. Autumn bravely shares her journey of overcoming bullying, shedding light on the impact of online harassment and the resilience needed to navigate such challenges. This raw and authentic conversation not only resonates with those facing similar adversities but also highlights the importance of seeking support during vulnerable times. As the story unfolds in this ongoing romance series, the bond between Autumn and Amanda deepens, showcasing the power of friendship in confronting personal battles. Through their candid exchange, themes of courage, empathy, and self-discovery resonate strongly, adding layers of depth to this heartwarming narrative. The unique blend of vulnerability and strength portrayed by the characters sets this episode apart, offering a refreshing take on mental health awareness within the romance genre. What sets this episode apart is its genuine portrayal of complex emotions and its unwavering commitment to authenticity. Available to read at CrushReel, this compelling exploration of resilience and friendship serves as a beacon of hope for readers navigating their own struggles.