---- Capítulo 7 Javier nunca creyó que yo estuviera muerta. Dejó atrás a toda su manada y, como loco, se lanzó a buscarme. Recorrió todos los bosques cercanos, interrogó a cada caravana que pasaba, incluso se atrevió a cruzar en territorio enemigo. Él no podía creer que esa mujer fuerte que siempre estuvo firme frente a él, pudiera morir así como así. Tres meses después, siguiendo un rastro casi imperceptible, Ilegó hasta los límites del territorio del clan Noche-vViento. Cuando me vio, bajo el sol, tendiendo hierbas medicinales, sintió que su corazón casi se detenía. Yo no lo había notado. Vestía una camisa tosca del clan, con el cabello recogido de forma simple, el rostro tranquilo, con una sonrisa que él jamás me había visto. Mi lobezno jugaba felizmente entre mis tobillos. Miguel, el alfa del clan, se acercó con una sonrisa y, con ternura, me acomodó un mechón suelto detrás de la ---- oreja. -iZzulema! La voz de Javier era ronca, con una mezcla de alegría desesperada y emoción temblorosa. Me giré al escucharlo, y al verlo, mi sonrisa se congeló. Instintivamente protegí al lobezno detrás de mí. En mis ojos no había sorpresa ni alegría, solo una calma distante, como quien ve a un extrafio. Miguel dio un paso al frente, colocándose delante de mí, conla mirada alerta sobre Javier: -iQuién eres tú? éQué haces aqui? -iSoy su compafiero! Javier se lanzó hacia mí, intentando tomarme la mano, pero me aparté con un movimiento suave. -iCompafiero? Solté una pequefiarisa. Había burla en mi voz, pero más aún, una profunda liberación: - Alpha Javier... lo nuestro terminó hace mucho. ---- Terminó el día que elegiste creer en María y me hiciste donar sangre para ella. Terminó cuando tu madre me obligó a cazar ese jabalí y tú... tá no dijiste nada. Javier vio en mis ojos una frialdad firme y definitiva. Sintió como si una mano invisible le apretara el pecho. Dolía. Dolia respirar. -Zulema, sé que me equivoqué. Ya eché a Elizabeth y María. Pagaron por lo que hicieron, tal vez ya estén muertas en la oscuridad... iYa no hay nadie que nos impida estar juntos! Te busqué por todos lados. Incluso... puedo aceptar al lobezno que adoptaste, hacerlo mi heredero. Vuelve conmigo. Podemos empezar de nuevo, ivale? - Eso ya no es posible, Javier. Negué con la cabeza, y mi mirada se dirigió a Miguel, que guardaba silencio a unos pasos. - Ahora estoy bien. Tengo una familia, un hogar. Un ---- lugar donde no necesito complacer a nadie, donde no tengo que derramar sangre para demostrar mi valor. Mi voz era clara y firme: -TJavier, te amé, de verdad. Pero ese amor murió poco a poco, con cada traición, con cada silencio tuyo. --La antigua Zulema... murió peleando contra el Jabalí. La que está aquí ahora, solo me pertenece a mí, a mi hijo, y a esta manada que me ha acogido. -iNo! jNo puede ser! Javier negaba con fuerza, desesperado. Quiso sujetar mi mano de nuevo, pero Miguel lo detuvo con el cefio fruncido. Tomándome de la mano, Miguel le dijo con firmeza: - 2Yo soy su nueva familia. Aquí está segura, está feliz. Si de verdad la amas, vete. No vuelvas a perturbar nuestra vida. Sin darle tiempo a responder, Miguel me llevó de la ---- mano hacia nuestro hogar. Javier los observó -a nosotros dos - abrazados, caminando juntos. Y finalmente entendió. Hay cosas que, una vez rotas, jamás se pueden volver a reparar. Lo que perdió no fue solo a una mujer que lo amó. Perdió a la única versión de sí mismo que alguna vez fue digna de ser amado. Pero ya era tarde. Y todo eso... ya no tenía nada que ver conmigo. Cuando nos alejamos, Javier se giró con los ojos rojos, el alma vacia, y se marchó tambaleándose del territorio de miclan. Antes de cruzar la frontera, miró por última vez la cabafia de piedra alo lejos. Ese era mi nuevo hogar, junto a Miguel. Desde dentro, se oían risas, y los ladridos alegres de mi lobezno. ---- En el fin del desierto, de Elizabeth y María no se volvióa saber nada. Y yo, finalmente, después de tantas tormentas... encontré mi renacer, mi futuro. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
