---- Capítulo 5 Javier sintió una punzada aguda en el pecho. Retrocedió unos pasos, apenas logrando mantenerse en pie. Incluso su voz temblaba sin control: -éQué... dijiste? El patrullero miró con incomodidad el rostro pálido del Alfa, dudando si debía repetir sus palabras. Pero antes de decidirse, fue brutalmente empujado por una fuerza imparable. Javier salió corriendo del cuarto médico sin mirar atrás, ignorando los chillidos histéricos de Elizabeth: -iJavier, éa dónde vas?! No respondió. Corrió como un loco, sin preocuparse por la dignidad ni la compostura que se esperaban de un Alfa. No se detuvo hasta Ilegar al bosque profundo, donde aún quedaban rastros de la lucha entre Zulema y el jabalí. Javier cayó de rodillas al suelo, completamente derrotado. Había un gran charco de sangre, aterrador. Y ese olor... ese era el aroma de Zulema. ---- Todo cazador con experiencia sabía que una loba que perdía tanta sangre tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir. -iZulema! -gritó Javier con desesperación. Su aullido desgarró el silencio del bosque. Pero yo... ya había sido 1levada fuera del bosque, al campamento de Miguel. Cuando abrí los ojos nuevamente, un aroma desconocido a hierbas medicinales me envolvía. Estaba cubierta por pieles ásperas pero limpias, y sentía una frescura calmante en la herida de mi hombro, que ya había sido cuidadosamente tratada. Me incorporé con dificultad. A mi lado, dormía mi pequefio lobezno- su patita estaba bien vendada de nuevo, y su colita se movia inconscientemente mientras dormía tranquilo. -iDespertaste? Una voz grave y suave l1legó desde la puerta. El atractivo Alfa Miguel estaba apoyado en el marco, sosteniendo un cuenco de caldo humeante en las manos. - El colmillo del jabalí casi te perfora una arteria. Por ---- suerte te encontramos a tiempo. Agradecida, tomé el cuenco. Fue por Miguel que supe que mi lobezno se había perdido accidentalmente del clan Ilamado Noche-Viento. Ellos lo habían estado buscando... y fue así como me encontraron a mí, malherida. Miguel miró mi rostro pálido, hizo una pausa y dijo con tono amable: - Si tú quieres... puedes quedarte en nuestro clan. Me quedé en silencio unos segundos, hasta que entendí la amabilidad de su propuesta. Y tenía razón. Si yo realmente hubiera tenido un hogar feliz en mi antiguo clan, si hubiera tenido familia o alguien que me cuidara... épor qué habría salido a cazar al jabalí rey estando tan débil? - -No lo malinterpretes, Zulema. Al ver que bajé la mirada, Miguel me miró directo a los ojos, con sinceridad: - Eres fuerte. Y tienes un corazón noble. En nuestro clan no rechazamos a los forasteros. Si lo deseas... este lugar puede ser tu hogar. ---- Acaricié al lobezno dormido a mi lado, y asentí suavemente. Así fue como me quedé en su lugar para recuperarme. Miguel fue increíblemente atento conmigo y con mi lobezno. Me asignó una cabafia de piedra solo para mí y me ensefió personalmente a usar las hierbas y herramientas del clan. Nunca me preguntó sobre mi pasado. Solo cuando me veía mirando el horizonte en silencio, se acercaba en silencio con un pedazo de carne asada o un cuenco de aguatibia. Mi lobezno también fue sanando poco a poco. Ahora corría alegre detrás de Miguel cuando él se transformaba en lobo, frotándose con carifio contra sus patas. Esa vida tranquila, cálida, casi perfecta... era algo que nunca había conocido en mi antiguo clan. Poco a poco, dejé de pensar en Javier y en lo que alguna vez compartimos. Pero lo que no sabía... era que, en el viejo clan, Javier se estaba volviendo loco extra; Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!