Capítulo 39: La mirada de Jacob se encontró con la de Elyse, que rápidamente apartó los ojos, afirmando con firmeza: «No, no creo que sea necesario». Tratando de suavizar las cosas, Lizzie intervino. «No descartes la idea tan rápidamente. Jacob lleva mucho tiempo esperándote. Después de todo, ahora estás soltera. ¿Por qué no darle una oportunidad?». Elyse estuvo a punto de soltar una carcajada, pero de irritación, no de diversión. Durante sus años de instituto, Jacob tenía fama de alborotador y acabó siendo expulsado. Más tarde, Elyse se enteró de que se había mudado a una gran ciudad, había aprovechado algunas oportunidades de negocio y ahora dirigía su propia pequeña empresa, habiéndose labrado un éxito decente. Sin embargo, Elyse nunca pudo borrar el recuerdo de Jacob robándole su dinero y acusándola falsamente. Intentando encarnar el papel de hombre de negocios de éxito, Jacob se alisó la ropa y le dijo cariñosamente: «Elyse, hacemos una gran pareja. Tú eres guapa y yo rico. Hacemos una pareja perfecta». Elyse respondió inmediatamente: «No estoy soltera. Estoy casada. Deberías buscarte a otra, Jacob». Sus palabras hicieron callar a la sala. «¿Estás casada? ¿Con Theo Ward? Eso es nuevo para mí», soltó Lizzie. Elyse replicó: «No he dicho que fuera Theo. ¿No puedo casarme con otro?». Al oír su afirmación, una compañera soltó una carcajada incrédula. «Te has inventado una historia tan absurda sólo para evitar a Jacob. ¿Con quién te casarías si no? ¿De verdad te casaste con alguien discapacitado para fastidiar a Theo?». Otro intervino: «Seguro que, aunque estuvieras disgustada por haber sido rechazada, no llegarías tan lejos, ¿verdad? ¿Qué tiene Jacob de malo para que prefieras utilizar a un discapacitado como pretexto antes que aceptarlo?». La expresión de Jacob se ensombreció. Desde que alcanzó el éxito, no se había enfrentado a semejante falta de respeto. En un arrebato de ira, arrojó una botella de vino al suelo y exclamó: «¡Te lo pedí por compasión! ¿De verdad crees que intentaba conquistarte?». Lizzie, agitando aún más la olla, dijo: «¿Por qué eres tan desagradecido? Jacob actuaba de buena voluntad y así se lo pagas». De repente, Elyse se encontró en el blanco de las críticas de todos, como si fuera culpa suya por no querer salir con Jacob. «¿No estás en la reunión de tu promoción? ¿Cómo te va?» Un mensaje de Jayden llamó su atención mientras bajaba la cabeza. Ella respondió: «Se siente horrible». «Se metieron contigo. Me das muy mala imagen», respondió Jayden. Mientras Elyse pensaba en su siguiente mensaje, apareció otro de Jayden: «Voy a recogerte». Jayden iba a buscarla. Una oleada de alivio invadió a Elyse, dándole una sensación de apoyo. Pero su momento de tranquilidad se vio interrumpido cuando Jacob, al ver que no le hacía caso, se acercó y le quitó el teléfono de la mano. «¡Estaba hablando contigo! ¿Cómo te atreves a ignorarme? Elyse se enfadó al ver el teléfono tirado en el suelo. Se levantó y se enfrentó a él. «Jacob Duffy, ¿te has vuelto loco? Es mi teléfono. ¿Quién te crees que eres? ¿Por qué tengo que rebajarme ante ti?». Lizzie intervino, defendiendo a Jacob. «No seas tan dura, Elyse. Tú lo avergonzaste primero». Continuó con fingida sinceridad. «Además, todos conocemos la situación de tu familia. Te tratan fatal. Ahora que ya no tienes el apoyo de Theo, ¿por qué no consideras a Jacob? Podría quererte de verdad, quizá incluso casarse contigo». Jacob hizo una mueca y replicó: «No merece ser mi esposa. Probablemente Theo se cansó de intimar con ella. No quiero ser las sobras desechadas de Theo». La sala estalló en carcajadas, aunque Freddy intentó consolar a Elyse. La burla era abrumadora. «Mi marido es Jayden Owen. No lo tendré en cuenta para nada», declaró Elyse, mencionando a Jayden por primera vez. Antes había pensado en no causarle problemas, pero como él solía decir que ella lo desprestigiaba, le pareció apropiado usar su nombre ahora. Las risas se intensificaron ante su declaración. ¿»Jayden Owen»? Eres graciosísimo. ¿Estás delirando?» Freddy intervino: «Todos fuimos compañeros de clase una vez. ¿Por qué tratas a Elyse con tanta hostilidad?». Elyse se quedó allí de pie, con expresión fría, dándose cuenta de que esta reunión de clase no era más que un escenario para que alardearan de su fama, riqueza y estatus. Ahora que Theo la había abandonado y la consideraba inútil, se había convertido en el blanco de su crueldad. Lizzie permaneció en silencio, con la mente ocupada en otros pensamientos. Su prometido le había contado que la familia Owen era extremadamente rica, incluso más que los Wards. Su influencia era enorme, pero mantenían un perfil bajo, esquivo para el público en general.
