---- Capítulo 5 -Y no te pongas celosa, feh? Con Laura fue a la primera, y quedó embarazada, fentiendes? jUn solo intento y será un nifio! De repente, algunas palabras ya no salieron de mi boca. Para poder tener un hijo con Pedro, le rogué que fuera al hospital a congelar su esperma y hacer una fecundación invitro. Yo fui sola al hospital y me inyectaron incontables hormonas para estimular los ovarios, mi espalda está llena de marcas de agujas, y los efectos secundarios de las inyecciones me hicieron perder 10 kilos en un mes. Pedro, al verme, solo me 1lamó asquerosa. Para poder tener un hijo con Pedro, controlé mi dieta, todos los días bebíia los brebajes recetados por el hospital y los remedios caseros que su mamá me obligaba a tomar. Mientras yo me esforzaba para tener un hijo, Pedro se estaba entregando a los placeres fuera de casa. Lo que Pedro no sabe es que, después de todos estos afios sin hijos, el problema no soy yo, jes él! Alejandro tiene astenozoospermia (esperma débil). ---- Pero como es tan machista y tiene un ego enorme, para no herir su orgullo, escondí los resultados y le mentí diciendo que no había problema con é1, que la del problema era yo. El médico me dijo claramente que, con la calidad de su esperma, era imposible concebir de manera natural. Y después de todos estos afios de desvelos, alcohol, cigarrillos y tantas reuniones sociales, su calidad de esperma debe haber empeorado mucho más. Entonces, el nifio que lleva Laura definitivamente no es de Pedro. Pero ahora no es el momento de decirle la verdad. No pude evitar reírme, jqué irónico que Pedro es un cornudo! -iSefiora Ana, estás en casa? Soy Alejandro, el que te arregló el coche. Abríla puerta. No esperaba que, una vez dentro, Alejandro cerrara la puerta y me empujara contra ella: - Si no vengo a buscarte, ime habrías olvidado a mí yal coche también? ---- Desde que descubrí la infidelidad de Pedro, he estado en casa pensando en el divorcio, sin prestar atención a otras cosas. --Lo siento mucho, Alejandro, en verdad olvidé lo del coche. éCuánto te debo? Te pago ahora mismo. Pero Alejandro me presionó más contra la puerta: - Sefiora, sabes que no me refiero a eso. Antes de que pudiera reaccionar, Alejandro ya había inmovilizado mis manos por encima de mi cabeza. Su lengua ágil, como una serpiente, se abrió paso entre mis labios cerrados. En ese momento, de repente, también sentí ganas de dejarme llevar por el deseo, por una vez. Me puse de puntillas y respondí con mi lengua al beso profundo de Alejandro. Sus manos, como serpientes de agua, rodearon mi cintura, recorriendo mi espalda y encendiendo pequefias llamas por todo mi cuerpo. Una oleada de emoción me inundó, y empecé a mover mis caderas con pasión. Ante mi respuesta, Alejandro no dejó su otra mano sin ---- hacer nada. - No, no toques ahí. Movía mis caderas con una mezcla de resistencia y deseo, intentando apartar los dedos de Alejandro de entre mis piernas. Sin embargo, la mano del hombre era firme como acero, y el campo ya había sido apisonado. -Eres tan sensible ahí, con solo un ligero toque... Antelas palabras apasionadas de Alejandro, apreté los labios, tratando de contener el deseo que crecía dentro de mí, pero él vio a través de mi fachada: -Sefiora, eres tan guapa. Déjame oírte, me encanta escucharte. Alejandro mordió suavemente la punta de mi oreja, mientras con la otra mano retiraba la última prenda húmeda que me quedaba. Finalmente, no pude evitar soltar un gemido ahogado, mordiendo su fuerte hombro: - Alejandro, isabes? Soy diez afios mayor que tú. No tenemos futuro. -iCómo lo sabrás si no lo intentamos? ---- - Mi marido me engafió. (Aceptarías a una mujer divorciada? - Puedo aceptarlo. Parece que, para Alejandro, ninguno de mis problemas es un obstáculo. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!