---- Capítulo 6 Cuando llegué a casa, Leo y Carolina ya habían vuelto. Carolina estaba sentada en mi cama, y Leo estaba agachado en el suelo aplicándole una pomada. Cuando me vieron aparecer de repente, ambos se quedaron momentáneamente desconcertados, pero pronto se mostraron tranquilos. -4éTe has vestido así? ;Pasaste la noche por fuera? - Escuché las palabras de Carolina y miré a Leo, quien estaba concentrado en tratar las heridas con la cabeza baja. Él sostenía el pie de Carolina como si fuera su tesoritoo inestimable. Era solo un pequeão rasgufio. Recordé vagamente el aborto poco después de casarme. Leo fue muy frío en aquel entonces. Mi suegra me cuidó durante un mes entero. Leo estaba siempre trabajando o de viaje de negocios. En aquel entonces, lo entendía por su ocupación laboral. Eso era solo una excusa que me daba por él. Si hubiera sido Carolina, probablemente se hubiera preocupado tanto que se la pasaría cada momento a su lado. Si no hubiera muerto una vez, nunca me habría dado cuenta. ---- Carolina vio mi mirada distraída y se mostró complacida. - Perdón, Luna Lucía. He usado tu dormitorio. Me caí y me raspé un poco. Dije que no había nada y que no era necesario preocuparse, pero el Alpha se negó a escucharme e insistió en vendarme la herida él mismo. Estaremos listos en un momento. - Mientras hablaba, se puso de pie en la alfombra de inmediato, y luego hizo como si le molestara la herida y soltó un "ah". Leo se volvió y me miró con disgusto. - éPor qué le tienes miedo? Siéntate. Puede que sangre de nuevo. - Carolina se sentó con una cara lastimera y me miró como si estuviera diciendo: -Lucía, no es que yo quiera sentarme, sino que el Alpha me cuida. - La miré con calma y sonreí ligeramente. -PLucía, ve y diles a mis padres que Carolina cenará con nosotros esta noche. Solo si hablas tú, ellos no echarán nada en falta. - Leo me habló sin siquiera mirarme y me siguió dando órdenes. -A Carolina no le gusta la carne. Dile a la criada que no prepare platos grasientos, ya que no es bueno para la recuperación de su herida. - No di ninguna respuesta. No sabía cuánto dolor habrían sentido los padres de Leo cuando murieron, y ni siquiera ---- pudieron ver a su hijo por última vez. En aquel momento, los cuerpos de sus padres estaban en la funeraria listos para ser enterrados, y é] seguía hablándome de lo que comeríamos esa noche. Lo miré a Leo y ya no sentía el más mínimo rastro de amor por él. Saqué el acuerdo de división de bienes de mi bolso y se lo pasé a Leo. Leo levantó la vista y lo miró. Preguntó con disgusto: - Qué es todo esto? - - FEs un acuerdo de división de bienes. Leo, rompamos el vínculo de pareja. - La mano de Leo que sostenía el palillo de algodón se detuvo. Me miró fríamente, frunció el cefio y su mirada estaba llena de disgusto. Hizo una profunda respiración, terminó de vendar la herida de Carolina y se puso de pie. Me miró desde arriba. -Lucía, irealmente quieres romper el vínculo de pareja? - Asentí con la cabeza. Entonces, él sonrió con burla y dijo: - Pues como quieres separarte tanto, haré lo que deseas. Pero no vayas a llorar a mis padres y hacer que se molesten de nuevo. - -No lo haré. ---- Mientras hablaba, saqué un bolígrafo de mi bolso y selo pasé a Leo. Justo cuando Leo estaba a punto de firmar, se detuvo repentinamente y me hizo hincapié en: - Después de que nos separemos, tú debes decírselo a mis padres. Tú eres la que insiste en acabar con esto. De lo contrario, culparán a Carolina de nuevo. - -2Soy yo quien quiere separarse, no tú. - Firmó rápidamente y luego me tiró el bolígrafo y los papeles. Nadie más lo forzará a estar unido a mí. Recogí el bolígrafo y los papeles. Mirándolo con calma sentencié. --Leo, fasistirás al funeral de tus padres? - Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!