---- Capítulo 3 Al escuchar las palabras, Ada palideció, incluso olvidó cómo llorar. El sefior García la miró con el rostro sombriío. Mis padres, empresarios experimentados, entendieron de inmediato el significado oculto tras las palabras de la sefiora García. Cuando los invitados iban a salir, papá propuso un compromiso entre Dylan y yo. La sefiora García aceptó la propuesta encantada. Aunque Dylan ya mostraba claramente su disgusto y su desprecio hacia mí, pero para sorpresa de todos, no se opuso. Quería rechazar la oferta, pero papá ymamá me dijeron que ese matrimonio sería mi único valor para esa familia. Después de eso, empecé a esforzarme por gustarle a Dylan. Creía que, si era lo suficientemente buena con é1, terminaría por quererme. Pero esa idea se desmoronó cuando lo vi cuidando a Ada con tanta ternura. Ella se había quedado dormida, pero él aún permanecía junto a su cama, cuidándola. Incluso aprovechó ese tiempo para disefarle una dieta nutritiva que la ayudara en su recuperación. Luego de eso, pidió que su asistente le trajera la crema especial para las cicatrices. Al ver la crema, me invadió una mezcla de sentimientos difícil de describir, y sentí un intenso nudo en la ---- garganta, recordando mi fea quemadura en el brazo. À pesar de haber recibido tratamiento, la cicatriz jamás había desaparecido. Había comprado varias marcas de crema para cicatrices, pero ninguna había funcionado. Sin embargo, el hospital de la familia García producía un tipo de crema para cicatrices disefiada específicamente para Ada, que no se vendía al público. Después de ser quemada, le rogué que me diera un tubo de esa medicina, pero Dylan miró la cicatriz en mi brazo y me rechazó con desprecio: - No eres modelo. Una pequefia cicatriz en el brazo no afecta en nada. Además, te causaste esa cicatriz para incriminar a Ada, éno es cierto? Déjala así. Quiero que te recuerde cada día lo bajo que caíste por querer reemplazarla y casarte conmigo. Que esa cicatriz sea el reflejo de tu hipocresía. Te acompafiará toda la vida. AAA Finalmente, Dylan recordó que también estaba en el mismo hospital. Después de resolver todo lo relacionado con Ada, quería encontrarme para cobrar venganza por ella, sin olvidarse de llevar consigo el acuerdo de divorcio consigo para que lo firmara. De esa manera podría casarse con su primer amor. Sin embargo, yo, lamentablemente, ya no podía firmarlo. ---- En el pasillo, dos enfermeras pasaron junto a él visiblemente alteradas. Una se sujetaba el pecho, conmocionada: - No tienes idea de lo trágica que fue la muerte de esa pobre mujer. Tenía todas las extremidades rotas, el útero perforado y una hemorragia severa. Tenía más de dos meses de embarazo. Cuando la trajeron al hospital, ya estaba moribunda y prácticamente se había desangrado... -bDios mío... Es también la hija o la madre de alguien. Cuando su familia se entere se les romperá el corazón... -Exacto. Si la ayuda hubiera llegado a tiempo, tal vez se podría haber salvado... Estar incapacitada es mejor que estar muerta. Dylan se quedó helado al escuchar aquella conversación. Me acerqué a su oído y le susurré: - Dylan, ésabes que es esa paciente? ;Por qué no vas a ver mi cuerpo, y confirmas si realmente fue tan horrible? Lo admito, fue un pensamiento malicioso de mi parte, pero realmente quería que presenciara mi tragedia. Que supiera que por su egoísmo al desviar los recursos médicos para salvar a Ada -quien solo tenía unos simples rasgufios -, mientras el bebé en mi vientre y yo ---- habíamos perdido la oportunidad de sobrevivir. éCómo reaccionaría? iSe sentiría culpable? ;O simplemente no sentiría nada especial? Sin perder tiempo, Dylan fue a la estación de enfermeras a preguntar por mi habitación. Una de las enfermeras que habían pasado antes junto a él lo reconoció, y, al escuchar que preguntaba por la paciente que había ingresado al mismo tiempo que Ada, lo miró con recelo y preguntó: - Dorctor García, jes usted familiar de esa paciente? Dylan se sorprendió un poco, pero, de inmediato, le respondió un tanto irritado: - No la conozco. Un amigo mío me preguntó por ella. Me quedé allí, aturdida, mirando su rostro impasible. Tal vez lo único que le importaba era que aún no había firmado el acuerdo de divorcio. Durante nuestros dos afios de matrimonio, aunque el hospital fuera de la familia García, él nunca me había permitido venir aquí. Cuando estaba enferma, siempre iba a otro hospital, el mismo en el que había descubierto que estaba embarazada. Ante aquella respuesta, la enfermera pareció un poco aliviada, y, con voz compasiva, le respondió: ---- --La paciente falleció debido a la gravedad de sus heridas. Inicialmente, queríamos que usted la atendiera, pero... Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
