---- Capítulo 6 Ya no recuerdo cómo salí del café. Él me dijo que estaba en camino a ser subdirector del hospital y que no podía permitir ningún problema en este momento. Mencionó la muerte de mi madre y que yo solo tenía a él como familiar, pidiéndome que pensara bien en lo que perdería si lo dejaba. Hay un tipo de opinión, diciendo que las mujeres no deben acompaíiar a un hombre hasta su madurez a cambio de su juventud. Al mismo tiempo, hay quienes creen que su decisión es correcta. Tienen la confianza de afirmar que quienes llegan a esa conclusión es porque no se han encontrado con la persona adecuada. Obviamente, esa confianza se ve derrotada por la cruel realidad. Y yo fui una de las que tenía esa confianza bastante estúpida. No sé desde cuándo, pero la actitud de Romeo cambió drásticamente. Había sido un joven que insistía mucho en su sentido de justicia y compasión, pero todo eso se había desvanecido. En sus ojos solo quedaba el deseo de poder. Ya no podíamos llegar a un acuerdo. Con alguien así, la comunicación se había vuelto una misión imposible. ---- Al final, le pedí a mi abogado que presentara la demanda de divorcio. Una semana después, nos encontramos nuevamente en el tribunal. Sin embargo, debido a la falta de pruebas para demostrar la infidelidad de Romeo yelintercambio ilícito del rifón, la corte rechazó mi solicitud de divorcio. Mi abogado me consoló, diciendo que rara vez se concede el divorcio en el primer juício. Tendría que esperar entonces durante seis meses para apelar de nuevo. Bien, seis meses. Podía esperar con paciencia. Al salir del tribunal, Romeo seguía altanero: -REstella, además de mí, ya no tienes a nadie más en este mundo. (Aún quieres divorciarte? Es cierto que solo los más cercanos saben cómo herir a uno de manera más precisa. Y Romeo era exactamente una persona así. Sabía que anhelaba por el carifio familiar y necesitaba un hogar, por lo tanto, aunque ya estábamos en el tribunal, no creía que realmente iba a divorciarme de él. En su opinión, todo lo que había hecho eran solo tonterías impulsadas por la gran tristeza. Realmente ya no tenía nada que decirle. Al ver que no le respondí, se interpuso en mi camino, insistiendo en llevarme a casa. Justo cuando estaba a punto de pegarle a este molestoso, escuché una voz ---- desde un auto que se detuvo a mi lado: -Estella. Era Yael, quien bajó la ventana y me llamó. Levantó una ceja, indicándome que subiera. Aproveché el momento en que Romeo estaba aturdido y corrí hacia el auto de Yael, sentándome en el asiento del copiloto. El auto se alejó de inmediato, dejando a Román parado en su lugar con un rostro sombrío. Miré por la ventana mientras el paisaje retrocedía. Yael rompió el silencio: - Si no hubiera venido, équé harías? - -Practiqué cuatro afios de MMA (Artes marciales mixtas). É! soltó un "oh", y también una leve sonrisa. Le pregunté por qué había venido, y me contó que fue por la orden de su mamá. Ella sabía que yo quería divorciarme y lo había enviado aquí para apoyarme. Me sentí algo conmovida. No esperaba que ella se preocupara tanto por mí. -iNecesitas mi ayuda? -me preguntó. Negué con la cabeza. ---- Guardó silencio por un rato, y luego suspiró: -REstella, mi mamá te considera en serio como a su propia hija. Puedes contar con ella para lo que necesites. -Pero... -Sabes que tu mamá nos salvó, iverdad? Asentí ligeramente. El padre de Yael era violento y mi mamá los salvó y los ayudó en el divorcio. - Sé por qué tu mamá no quería contactarnos durante afios, también la respetamos. Pero, precisamente por eso, no quiere que sufras ahora. Además, ya descubrí la verdad sobre la muerte de tu madre. Me volví hacia él, con lágrimas acumulándose en mis ojos. É] condujo con una mano y con la otra me acarició el cabello. - Mi mamá me dijo que, jnadie puede jamás lastimarte! Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!