Comencemos contando mi historia, mi nombre es Mónica Harper. Hasta los 7 años fui hija única, mi padre es Michael Harper y mi madre María Giordano, ella murió cuando yo tenía cinco años. Papá la amaba y quedó devastado, pero volvió a encontrar el amor en la que hoy es mi madrastra Nicol quien tenía una hija de cinco años para cuando se casó con papá: Ester. Papá desde el primer día que ellas llegaron a casa las trató muy bien, y no hizo distinción entre Ester y yo, ambas éramos sus hijas y nos cuidaba de igual manera a ambas. Mi padre se dedica a la producción de licores al igual que la familia de mi mamá, mi abuelo vive en Italia y desde que mamá murió viajo en mis vacaciones para pasar tiempo con él. Antes papá me acompañaba, pero Nicol ahora dice que se siente incomoda con el papá de la ex esposa de papá así que ahora viajo sola con mi niñera Matilde y los guardaespaldas. Mi abuelo Luca es el mejor abuelo, él es cariñoso y amoroso como ningún otro me encanta pasar las vacaciones con él. Al principio yo no entendía por qué mi madrastra siempre estaba molesta conmigo, ella realmente no era amable y a mi corta edad creí que era mi culpa, intenté mucho que ella me quisiera, pero no importa lo que hiciera ella se molestaba, pero enfrente de papá se comportaba como la persona más amorosa. Papá y mi abuelo tuvieron problemas por eso ya que hablaba con mi abuelo a diario y le contaba mis inquietudes, cuando este se lo comentó a papá mi madrastra fingió no saber lo que decía mi abuelo y le metió en la cabeza a papá que el abuelo tenía algo contra ella, y la buena relación que papá y mi abuelo tuvieron se fracturó. Matilde fue quien se ocupó de mí, deje de preocuparme e intentar caerle bien a mi madrastra y a medida que fueron pasando los años solo procuraba no hacerla enojar porque de hacerlo terminaba como la malcriada que no respetaba a su «madre”. Mi hermanastra y yo al inicio teníamos una buena relación, pero a medida que fuimos creciendo nos distanciamos a causa de su madre.