---- Capítulo 4 Los servicios médicos de Bellona estaban vinculados al número de Roberto, y cualquier mensaje relacionado conlas pastillas que tomaba se enviaba directamente a su teléfono. -PCarifio, jhabla, por favor, me tienes muy preocupado! Bellona le pasó la bolsa con los medicamentos. - FEI doctor sugirió probar un nuevo medicamento, que tal vez pueda aumentar las probabilidades de éxito para el próximo tratamiento de fertilización. -MEe alegra que no te pase nada, me asustaste. Roberto ni siquiera miró la bolsa y la dejó sobre la mesa. Bellona sonrió con amargura. Antes, sin importar qué medicamento tomase, siempre revisaba cuidadosamente. Le daban miedo los efectos secundarios. Siempre decía que, aunque no podía sufrir por ellalo que traíanlos tratamientos, debía recordarse que ella sufria todos estos inconvenientes por él. Abhora, ella le estaba entregando medicamentos para el ---- cuidado post-aborto, y él ni siquieralos miraba. El aire estaba impregnado de un extrafio olor a perfume, mezclado con el aroma a rosas, lo que hizo que Bellona quisiera vomitar, y le empezara a doler el estómago. Se sobó el abdomen con incomodidad. -4éTe dio gripa por el frío? - Roberto se inclinó hacia ella, queriendo calentarle el abdomen. Bellona apartó su mano bruscamente. -Hueles horrible. Roberto olió su propio cuerpo y sonrió. - FEs el olor a rosas, ite parece? No paro de pensar en nuestro quinto aniversario de bodas, y me preocupaba no estar listo. He tenido que ir al jardín de rosas varias veces al día. Voy a ducharme y cambiarme de ropa ya mismo. Pero hoy, él había dicho que iba a la oficina. Bellona ya no quería confrontarlo, solo respondió con indiferencia: -Okey. Después de que Roberto se fuera, Bellona tomó su ---- teléfono móvil. Enlos últimos cinco afios, sus interacciones sociales se habían limitado a los conocidos de Roberto, ella no tenía sus propios amigos. Si se iba, no tenía a quién dar explicaciones. Excepto a su hermano menor, Jeison Aliotti, el único famíiliar que le quedaba. Pero cuando encontró el número de Jeison, no pudo hacer la llamada. Jeison admiraba mucho a Roberto, y temía que eso causara más complicaciones. Sería mejor esperar hasta el momento de irse para hablar con él. Esa noche, Roberto se acostó a su lado y comenzóa frotarle suavemente el abdomen. -FCarifio, le dejé todo el trabajo de los próximos dos días a mis asistentes. Sé que los primeros días de tus días son los peores, y no quiero que estés sola cuando más lo necesitas. Bellona respondió distraídamente, sin darle mucha importancia. ---- A medianoche, Bellona se despertó por el sonido de un mensaje en el celular. - Perdón, te desperté. Tengo algunos asuntos de trabajo que debia atender, ya silencié el celular. -Carião, sigue durmiendo. Bellona cerró los ojos, pero ya no podía dormir. La mano izquierda de Roberto le acariciaba el abdomen, mientras que la derecha seguía respondiendo mensajes. La calidez de su dedo y sus ocasionales risitas de placer contenidas la atravesaban, una y otra vez, como si fuera un cuchillo romo cortando carne. -iCarifio? -sonó su voz, con un tono de poco agradable. Como esperaba, Bellona no respondió. Roberto apartó su mano, se levantó sigilosamente y salió. Cuando habló, se notó su impaciencia. -iQué son esas fotos que andas subiendo? Espera, mahfiana no podrás ni levantarte de la cama. Cuando la puerta se cerró, el celular de Bellona vibró Varias veces, era un mensaje de Nadia. ---- -Amiguis, éserá que ya estás vieja y fea? Roberto no aguantó más, lo hicimos toda la tarde y todavía quería más. Dice que esta noche quiere probar nuevas posiciones, y no piensa en mí, jla pobre embarazada! - De veras me siento un poco mal por ti. Aunque yo estaba embarazada, Roberto no dejó de esforzarse, pero tú, queriendo quedar embarazada, solo dependes de esas máquinas de fertilización, y ni así quedas prefiada. Aunque el cuarto tenía la calefacción puesta, Bellona se sintió completamente fria. Se levantó, tomó una bolsa de agua caliente, y volvió a acostarse en la cama. Durante los últimos cinco afios, siempre pensó que había conocido a Roberto demasiado tarde, que el tiempo que quedaba era muy corto. Pero, ahora, cuando solo le quedaban cinco días con él, sentía que eran demasiados como para soportarlos. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
