---- Capitulo 4 Después de que Mateo se fue, forcé a mi débil cuerpo a soportar el dolor y comencé a empacar mis cosas. Miré el reloj. Aun faltaban seis horas para que mi madre y mi padrastro enviaran a alguien por mi. Eché un vistazo a los diez guerreros licdntropos vigilando fuera de la villa y llamé a mi madre. "Me temo que no sera facil sacarme de aqui. Hay demasiados guerreros licdntropos vigilando por aqui." "Marisol, no te preocupes, te ayudaré a resolver esto." La voz severa de un hombre de mediana edad Ileg6 desde el otro lado de la linea. *j Serds mi hija a partir de ahora, y no permitiré que nadie te maltrate de nuevo!" Aunque atin no habia conocido al segundo compafiero destinado de mi madre, sus palabras me dieron un gran aliento. Pero justo después de colgar, la madre de Gabriela irrumpié en mi habitacién con los padres de Mateo. Todos me miraban con desdén. "TU, una Omega, te atreves a engafiar a Mateo y quedar embarazada de un bastardo." La madre de Mateo sise6. "{Cémo te atreves a quedarte en nuestra casa!" "Si fuera yo, me aseguraria de que todos lo supieran y arruinarfa su reputacién!" La madre de Gabriela se metid, haciendo que la madre de Mateo se enfureciera mas. Entonces se abalanzo sobre mi y me dio una fuerte bofetada en la cara. Una sirvienta, presenciando esto, rdpidamente se interpuso frente a mi como un escudo. "La seforita Marisol esta muy débil ahora. El sefior Mateo me ha ---- ordenado cuidarla bien. jNo puede golpearla!" Pero la madre de Mateo empujé a la sirvienta a un lado, haciéndola caer al suelo. "Ese tonto de Mateo, todavia pensando en cuidar de ella y su hijo bastardo! jAy, Dios! ;Cémo pude dar a luz a un hijo tan inutil, permitiendo que sea manipulado por semejante cinica!" El padre de Mateo, el Alfa de la Manada Rosa Negra, dio un paso adelante. "Como Omega, convertirte en la pareja de mi hijo es un honor para ti, i aun asi eres una desagradecida, embarazada de un bastardo! Grabate esto en la cabeza: ni nuestra familia ni toda la Manada Rosa Negra aceptaran jamés a ese hijo tuyo." Luego ordens a los dos guerreros licdntropos que estaban a su lado: "Llévenla a la clinica de la manada para que aborte al nifio, y después exptlsenla de la manada." Me sujeté de los brazos y luché por liberarme. "No, suéltenme!" Estaba aterrorizada por la seguridad de mi hijo. La sirvienta nuevamente me ayudd a liberarme de los guerreros, suplicando: "iLa sefiorita Marisol ya tiene siete meses de embarazo y su cuerpo esté muy débil! ;Si la obligan a abortar, definitivamente moriré!" "i el nifio en mi vientre es de Mateo, no un bastardo! jE! hijo bastardo es el de Gabriela!" Intenté defenderme. Pero mis palabras sinceras solo me ganaron otra bofetada. "jComo te atreves a hablar tonterias! {Mateo mismo admitid que el hijo de Gabriela es suyo! Veo que no solo eres una sinvergiienza, ---- sino también mentirosa!" Espeté la madre de Mateo. "No, no es cierto..." Negué con la cabeza desesperadamente. Pero me taparon la boca con cinta adhesiva, sin darme ni chance de explicar. Me burlé de mi misma en silencio. iNo querias deshacerte de ese nifio? zEntonces por qué ests tan triste ahora? Las ldgrimas comenzaron a caer silenciosamente de mis ojos mientras mi conciencia se desvanecia poco a poco. En ese momento, una voz rompid el silencio de la habitacién. "Alto! (Quién se atreve a tocar a mi hija!"
